Detalle de Falla del Ayuntamiento de Anna Ruiz
ARTISTAS FALLERAS & FALLERAS ARTISTAS
Asun Requena
Sin duda no son lo mismo estas dos palabras invertidas. Las Fallas de Valencia fueron declaradas este año Patrimonio Inmaterial por la UNESCO. Se trata de la mayor manifestación efímera de España, que mueve un sistema artístico articulado desde hace varias generaciones, donde la figura del artista fallero principal o jefe es un hombre. En los equipos que forman existen artistas falleras, pero con trabajos especializados, como la pintura o la escultura. Esto es comprensible, porque los trabajos de dividen en gremios y hacen que cada uno se dedique a su especialidad. Existen dos museos falleros, uno en la ciudad, donde podéis encontrar multitud de “ninot” desde sus principios y técnicas, así como una colección de cuadros magnífica de “Falleras Mayores” realizadas por pintores valencianos, en los que no encontraréis ninguno realizado por una mujer. No ocurre esto en el Museo del Gremio Fallero, en el que podemos encontrar algún “ninot” firmado por una mujer, como es el caso de María Valero: Falla de Almirante Cadarso, 2004.
No son muchas las titulares de las fallas y, si lo son, son pequeñas, pero eso no resta maestría. Pedro Gastileo realizó el primer sondeo. De 200 artistas falleros, 10 son mujeres, y solo la mitad están en activo. Nombra a Marina Puche, Silvia Antón, Desiré Treviño, Marisa Falcó o Eva María Cuerva.
En un artículo del 14 de marzo de 2017 de “Valencia noticias”, la pluma de la filóloga Verónica Péret Lloret se interesa por las mujeres que desarrollan esta actividad artística. Nos habla de Carmen Listerri Muñoz, que fue la primera mujer en plantar una falla en Valencia para la Comisión San Ignacio de Loyola Azcárraga en la Avenida Fernando el Católico. Fue la infantil y obtuvo el carnet del Gremio de Artista Falleros.
En el Gremio de Falleros Valencianos hay once mujeres registradas y en el Gremio de Burriana están Laura Palmeri, Rosa María Blasco, Salvadora Piles o Manuela Trasovares. Algunas de ellas también realizan carrozas para la “Batalla de la Flores”, próximas a llegar en fechas.
Este año, tras hacer un recorrido minucioso por la ciudad, os puedo contar que sí ha habido presencia de artistas falleras. Para ello conté con la ayuda de un fallero, que amablemente puso en mis manos una revista, que no debéis dejar de comprar si vais a Valencia. Existe una revista más pequeña con las principales fallas, pero en la de “El Turista Fallero”, nos cuenta con pelos y señales el proceso creativo desde el principio hasta el final, comenzando por los bocetos, donde se puede ver el estilo de cada uno y el guión, así como teléfonos y direcciones para entrar en contacto.
Así, Teodora Chichanova realizaba un ninot infantil,que hace referencia al oficio de artista fallera en su faceta pictórica. Ella misma haciéndose a ella misma. Se expuso en la Falla de la Ciudad del Artista Fallero. La Falla Infantil del Ayuntamiento fue realizada por Anna Ruiz Sospedra y Giovanni Nardin, con cartón y madera, antiguos materiales de las fallas que, a la hora de quemar, producen un fuego más limpio y lento que el polispán utilizado en estas últimas décadas, que ennegrece “la cremà”. Es más negra con este material, rápida y opaca. El Ayuntamiento, desde que la Na Jordana volvió a las técnicas de “varillas”, ha decidido ser más purista y optar por estos materiales, que mantienen la belleza del fuego.
Anna y Giovanni titulan su Falla “Descubrir y redescubrir”. Un reflejo, una crítica y una necesidad de que los niños tienen que serlo. Lo hacen a través de los juegos y la lectura de muchos clásicos reconocibles. Encontramos mensaje en la niña que quiere ser Don Quijote, e incluso en unas pequeñas cajitas maderas, con cánones de mujer pintados. En uno de ellos creo reconocer a la artistas fallera. Creo que la niña también la representa. Una niña valiente, que mira de frente, con elementos considerados malamente masculinos, “only men” que, como la lanza y el caballito, pasan a ser juguetes no sexistas.
Anna y Giovanni también se han ocupado de las dos Fallas de Lepanto-Guillén de Castro, considerando la de adultos una de las más innovadoras, según Adrián Gómez, responsable de “Més de Falles”.
“Lálenar de la Magia” de Meliá Santamaría es la falla presentada por la artista María Teresa en Sendra en la Plaza de Coll. Resulta curiosa la figura del hombre que moldea su cuerpo con el bisturí, al ser la mujer, desnuda o vestida, voluptuosa, vestida o desnuda; recordar que la sátira y la crítica están presentes según el tema elegido.
Inmaculada Jiménez realiza la de Mislata, en la Plaza de Eduardo Marquina, con el título “Animalaes”. También realiza la de Maestro Valls en Marino Albesa, con el título “Vuit de Marc”, una propuesta totalmente de género, una crítica, mejor dicho un grito de ayuda, en la vida de la mujer del siglo XXI. Con una mano la plancha, con la otra, le da al bebé el biberón. Tiene el ordenador encendido y va haciendo el trabajo, con el pelo al aire, en sus pensamientos relojes con horarios, y los hijos mayores datando sobre su cabeza.
Su tercera obra es “Resistiremos”, que como motivo principal tiene a los responsables de una Falla intentando sobrevivir. En la parte inferior una mujer en una barca plana de madera con su hijo en brazos, y otro agarrado su pierna, que le enseña un islote a la vista, parece un autorretrato, ya que el islote posee un emblema fallero, en el que plantea: “¿Terminaré la falla o no me dará tiempo a llegar?”.
En Pintor Salvador Abril Peris y Valero, de la Falla Els Guaranta-Huit realiza el boceto la artista Ana López, con el tema “el Silencio” y guión de Zarapico. Como artista fallera, también está en una de las grandes junto a Sergio Musoles, en la de Duque de Calabria, “Paren las rotativas”, cuya protagonista es una reportera que busca noticias, pero solo encuentra deportes, política, etc. El centro lo ocupa un mundo que nos recuerda al logotipo de un rotativo americano de Superhéroe, que curiosamente está sujetado no por atlantes, sino por mujeres. Lo podríamos entender como la metáfora “las mujeres sujetan el mundo”. Bello.
Quien no haya visitado las fallas nunca debe colocarse unos zapatos cómodos y comprar un plano específico. La fiesta se desarrolla en la calle, y la mujer, nuevamente, vuelve a ser la protagonista, la Fallera Mayor. Se trata de una costumbre antiquísima que no a todo el mundo agradará, espero. En general, suelen ser hijas de clase alta, porque deben hacer frente a los gastos económicos que propicia esta fiesta, en los eventos no repiten vestimenta, y su reinado es de un año, en el que realizan desde presentaciones de libros hasta actos benéficos. Lo mismo pasa con sus damas de honor. Así que si una valenciana, por mucho que lo sea, “no tiene posibles”, solo podrá aspirar a ser fallera de barrio, con mis mayores respetos.
Quizá alguna “costumbre medieval” tenga que cambiar también, no solo las animalísticas, por ello, no es lo mismo ser “Artista fallera” que “ Fallera artista”.