LA DIFERENCIA DE SER MUJER ARTISTA EN EL 36 (SEGUNDA PARTE)
Asun Requena Zaratiegui
Siguiendo con esta búsqueda de nuestra genealogía y sin dejar de aludir al anterior artículo, me surgió la incógnita de si hubo más mujeres en el periodo de entreguerras que desarrollaron su trabajo. Efectivamente. Al desempolvar la Historia de Navarra, encontré a la pintora María Teresa Gaztelu y Elío.
Nació en Pamplona un 4 diciembre de 1912. Fue hija de Alfonso Gaztelu y Maritorena, y Blanca Elío y Mencos. Su familia formaba parte de la nobleza navarra, poseyendo ella misma los títulos de Marquesa de la Lealtad y Marquesa de Góngora. Tuvo dos hermanos, Inés y Alfonso Gaztelu, también pintor. Falleció en Pamplona el 14 de diciembre de 1999.
Fue enfermera del Hospital Alfonso Carlos de Pamplona, durante la Guerra Civil. Entre sus trabajos realizó dibujos para la propaganda carlista en 1937, la colección de postales del requeté durante el año 1937. Imágenes con un dibujo sencillo pero de resolución magistral.
La técnica tinta negra y un pequeño guiño símbólico político en la boina o txapela con el color rojo de la misma. Los temas aluden al espíritu político del Carlismo y al ser humano. Se puede ver a una madre despidiendo a un hijo al irse al Frente, al soldado rezando mientras espera al enemigo, padre colocando la boina a su hijo, abuelo con bebé vestido de requeté, soldados en formación y soldado abatido que recuerda a la foto del soldado miliciano de 1936.
También trabajó el retrato y la ilustración de libros. Trabajó para editorial ORVY de San Sebastián ilustrando cuentos populares de Perrault y otros. Sus ilustraciones siempre están firmadas con las letras mtg. Ilustró para la editorial Pueblo Vasco de Bilbao en 1944 el libro y portada de Bosquejos de la Vida Inglesa.
Dice el Historiador José María Muruzábal que tuvo buena formación en Pamplona y Madrid. Practicó durante años el retrato, especialmente en la técnica del pastel, tratándose de una de las primeras mujeres que destacó a nivel regional en las BBAA durante la primera mitad del siglo XX.
Estuvo presente en la exposición, “Artistas navarros en una colección de arte navarro”, noviembre 2102 a enero 2013, en sala Conde Rodezno de Pamplona, nº 64 pero ni el Museo de Navarra ni el Museo Histórico del Carlismo en Estella la nombran entre sus pintores.
Uno de sus retratos apareció reproducido en el catálogo de la sala subastas Apolo, nº 26 (octubre, 2011), nº 262 lo que nos hace afirmar que sus obras son valoradas por la crítica.
¿Qué separó a Francis Bartolozzi de María Teresa Gaztelu? Obviamente la Guerra Civil, como a todos. Francis nos muestra la Guerra en la ciudad de Valencia, y la del campo en la imagen de la Estación de Alboraya, la pena la desolación de la misma. También trabajó para el aparato propagandístico pero en el Republicano. María Teresa se quedó en su ciudad natal y se dedicó al trabajo en el Hospital. De familia con orígenes carlistas, realizó también su visión de la Guerra Civil proyectándolo en la obra de las postales.
La obra de Francis Bartolozzi estuvo junto a otras en la exposición “ Yo la peor de todas” en el Museo de Navarra hasta estas fechas, ¿pero qué pasa con la de María Teresa Gaztelu? Su visivilización ha sido difícil por la necesidad de las personas de olvidar o aparcar lo que sucedió. Sus obras también podrían contextualizar la exposición del Museo Reina Sofía sobre la Guerra junto con los de Francis Bartolozzi.
Los símbolos tanto de una parte como de la otra todavía perduran en mucha gente y hacen que sean difícil de visualizar, es decir, que todavía duele.
Cuando el arte y la política van de la mano, resulta para el ser humano muy difícil de gestionar, porque donde unos ven solo arte, otros ven una proyección de sus desvelos.