CATACLISMO

AGNÈS VARDA, MUCHO MÁS ALLÁ DEL CINE

Agnès Varda en el CAAC, Sevilla

Margarita Aizpuru

Agnès Varda (Bruselas, 1928), directora de cine experimental y artista plástica belga residente en París, es una de las figuras más rupturistas y arriesgadas de la Nouvelle Vague francesa y una de las pioneras del cine feminista y de la expansión del cine hacia otros territorios artísticos. Con ocasión de su primera exposición individual en un museo español, la artista nos muestra su proyecto expositivo Las dos orillas de Agnès Varda, organizada por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla con el patrocinio del Instituto Francés y la colaboración del Festival de Cine Europeo de la ciudad de Sevilla.

A lo largo de su fecunda trayectoria creadora, Agnès Varda ha experimentado con la copresencia de la fotografía, la instalación y el cine en un intento de pulverizar las convenciones sacralizadas por la filmografía francesa y de generar modalidades de expresión cada vez más libres. Su continua experimentación y transgresión de los límites creativos impregna sus obras visuales, sean películas, documentales, fotografías o videoinstalaciones, situándose en los intersticios de la realidad y la ficción y difuminando sus límites.

La vida, sus detalles y sus instantes son captados por su cámara otorgándoles protagonismo, en una clara influencia y percepción fotográfica. Y la vida también hace que sus piezas tengan un cierto carácter social y un tono realista, pero siempre impregnado de una intensidad poética vibrante.

El título de su exposición en el CAAC, Las dos orillas de Agnès Varda hace referencia a los vaivenes de una orilla a otra que suponen los límites entre la realidad y la ficción, entre la imagen fija y en movimiento, entre el espacio más convencional del cine y el más abierto de las videoinstalaciones expositivas, entre un público inmóvil, sentado, y un público que deambula, se mueve y se sitúa entre las imágenes y las experimenta.

Ese deambular de una orilla a otra podemos observarlo en las obras de esta exposición. Con La terraza de Le Corbusier (1956) y La gente de la terraza (2007) compone un espacio visual, sensorial y mental de varias orillas al presentar, con la obra más antigua, una  fotografía que capta el instante real en el que unas personas se fotografían en la terraza del edificio La Cité Radieuse construido por Le Corbusier en Marsella, y la ficcionalización en vídeo, cincuenta y un año más tarde, de cómo pudieron haber sido los momentos anteriores y posteriores de la toma de aquella instantánea fotográfica.

Agnès Varda, Orilla del mar, 2009

Y un deambular multidireccional, como ocurre con  las magníficas obras Orilla del mar (2009) y Las viudas de Noirmoutier (2005). En la primera nos muestra, de forma continua y deslizada, el tránsito de la fotografía al vídeo y al objeto, de la imagen de una orilla de mar bañada por las olas. Mientras que con la videoinstalación Las viudas de Noirmoutier (2005) nos ofrece una visión y sonido multidireccional a través de los vídeos documentales de catorce mujeres viudas, visualizados en pantallas planas, y en el centro un vídeo del mar y distintas mujeres paseando, de luto. Catorce sillas con auriculares, cada uno conectado con un vídeo, hacen que cada persona del público que se sienta y se coloca un auricular, provoque que la viuda de ese vídeo empiece a hablar, estableciéndose una conexión entre público y personaje; y así en cada sitio y con cada vídeo.

Un protagonismo de las mujeres en la obra, como también lo tienen en Respuesta de mujeres  (1975), un vídeo feminista realizado el Año Internacional de la Mujer para la cadena francesa Antenne 2, donde le plantea a siete mujeres cineastas ¿Qué es ser mujer? Agnès Varda responde en este vídeo con una serie de mujeres que hablan de su sexo, del amor, de sus cuerpos y la explotación publicitaria y comercial a la que son sometidos, de los estereotipos femeninos, de la opción libre de ser madres, o del deseo, desde posiciones y voces desmanteladoras de clichés. 

    Agnès Varda, Autorretrato

La exposición incluye, además, una serie de autorretratos, experimentando con su imagen en el territorio de lo fotográfico, como en Autorretrato mosaico (1949), Autorretrato. En Venecia, delante de un cuadro de G. Bellini (1962), o Autorretrato quebrado (2009).

Finalmente, y dentro de su multidireccionalidad creativa y ese deambular por formatos y áreas artísticas, se incluyen dos documentales presentes en la exposición, dentro de la temática política. Hola, cubanos (1962-63) es un vídeo realizado con numerosas fotografías, varios años después de la revolución de 1959, en un tono esperanzador, distendido y alegre. Así como el titulado Black Panthers, (1968), rodado en Oakland durante el juicio de uno de los fundadores de los Black Panthers, Huey Newton, centrándose en las manifestaciones y protestas de varios miles de personas, pero también en la fuerza, la energía, la rebeldía y la convicción que desprendían unas personas negras que querían anular su supeditación en el mundo.

 

Las dos orillas de Agnès Varda, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Monasterio de la Cartuja de Santa María de Las Cuevas, Avda. Américo Vespucio, 2 | Camino de los Descubrimientos, s/n,  Sevilla. Del 20 de octubre de 2012 al 31 de marzo de 2013.

 

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