Que todas las ciudades sean una sola. Que se pierdan las peculiaridades propias de cada entorno para convertirlos en versiones similares de uno solo, supuestamente más válido que el resto. Esa es una consecuencia más del mundo globalizado, donde también el urbanismo parece encajar en el aplaudido sistema de franquicias. A menudo, reconocemos calles, parques, edificios, plazas que nunca hemos visto antes, en una especie de deja vú sencillo de descifrar: los arquetipos urbanos se repiten, los trazados de los nuevos barrios se multiplican siguiendo planos llamativamente similares, los modelos arquitectónicos traspasan las fronteras para instalarse, apenas sin variación, incluso en lugares situados en las antípodas del que los vio nacer. En medio de un sistema económico que nos promete un mundo con más semejanzas que diferencias, la estética no podía salvarse de la quema. Del mismo modo que no nos sorprende encontrar en Shangai una tienda Zara idéntica a las de Barcelona o Buenos Aires, tampoco lo hace toparnos con esculturas hermanas de las que ya hemos visto en otra parte y edificios que fácilmente ubicamos mentalmente en otra ciudad.
Ester Partegás (La Garriga, Barcelona, 1972), creadora siempre interesada en diferentes aspectos sociológicos de la creación artística, reflexiona con Samesation sobre este aspecto del urbanismo actual. Plasma sus efectos en una única instalación concebida, en su origen, para la Rice University Art Gallery de Houston. Todo en ella, desde la propia naturaleza del material – un humilde paspartú -, hasta su concepción modular, simbolizan su capacidad para adaptarse a distintos entornos sin perder identidad. Su esquemático parque ficticio, ideado en 2002 para dicha galería estadounidense, adapta su simetría inicial a la disposición triangular de la sala del DA2 sin que nada nos resulte chocante. Por su parte, el estilo minimalista del espacio doméstico integrado en él, resultó tan familiar en su día a los espectadores americanos como ahora a los salmantinos. Samesation se podría integrar con igual mimetismo en un entorno urbano de Houston, Londres, Madrid, Brasilia o Dubai, debido a esa globalización de modelos estéticos que convierten el mundo entero en un único lugar fácilmente identificable, cómodo y tramposo al mismo tiempo. Un lugar donde la personalidad individual también se sacrifica en beneficio de la sagrada globalización.
María Álvarez
Ester Partegàs. Samesation, DA2 Salamanca. Hasta 26 de mayo.