Semíramis González
El libro “Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada”, editado por Raquel (Lucas) Platero, recoge en más de 300 páginas un grupo de textos fundamentales para comprender una nueva forma de afrontar la complejidad de las identidades y la construcción de estas. Partiendo de una portada que deja entrever la maraña en la que nos sumergimos, “Intersecciones” propone un diálogo constante que interpela al lector desde la primera página y que desarrolla, a lo largo de los distintos artículos, una estrategia de concienciación y activación de quien lee, siendo fundamental no solo lo que se cuenta sino cómo se cuenta.
Desde la introducción, el autor nos propone un proceso colectivo de diálogo sobre las sexualidades no normativas que va más allá de responder ninguna pregunta, y que parte, sin embargo, de un método de generar cuestiones que nos hagan repensar nuestra forma de comprender las identidades y su multiplicidad.
La idea de “intersección”, poco trabajada desde el contexto español, se convierte aquí en protagonista y presenta una vía para acercarnos a lo identitario desde un cruce, desde un punto en el que seamos capaces de reconocer las distintas facetas que atraviesan a la sexualidad y su identidad: la raza, la etnia, la diversidad funcional… No somos un ser único y homogéneo, sino que a diario nos vemos surcados por multitud de elementos que definen nuestra forma de estar en el mundo, que nos sitúan en un punto u otro de la vida y que nos condicionan en el desarrollo de nuestra existencia. Es lo que Lucas Platero llama identidades entrelazadas en la introducción que da comienzo al libro.
La base de “Intersecciones” es buscar un alejamiento de planteamientos reduccionistas, como se señala también en el índice, huyendo del “etc.” que deja fuera multitud de variables necesarias a la hora de comprender la complejidad de las identidades.
“Intersecciones” es un proyecto con grandes nombres que han trabajado mano a mano para crear un libro completo, capaz de abarcar en lo máximo posible, las distintas líneas de convergencia de las identidades.
Una primera parte de la obra se centra en dos textos fundamentales y clásicos: “Un manifiesto feminista Negro”, de Combahee River Collective y “Cartografiando los márgenes. Interseccionalidad, políticas identitarias, y violencia contra las mujeres de color” de Kimberlé Williams Creenshaw. Se trata de una apertura con un principio en común en ambos textos: la importancia de la confluencia entre género y raza en los estudios feministas.
La segunda parte, en la que se centra en diálogos contemporáneos sobre la sexualidad en el Estado español, Lucas Platero cuenta con las aportaciones de conocidos teóricos de cuestiones sobre la identidad y la sexualidad, como Paco Guzmán, Carmen Romero Bachiller, Javier Sáez, David Berná, Eva Herrero, Gerard Coll-Planas, Virginia Villaplana y Cécile Stephanie Stehrenberger. Se trata de una segunda parte completa y compleja, que recoge en sus capítulos los análisis de cuestiones como el VIH y la cultura bear –Javier Sáez–, la interseccionalidad en sujetos atravesados por la sexualidad y la etnia, como los gitanos gays –David Berná–, la dificultad para defender una posición identitaria y sexual determinada en los CIEs, Centros de Internamiento de Extranjeros –Eva Herrero, Raquel (Lucas) Platero y David Berná– o en las cárceles –Virginia Villaplana–… Esta diversidad de autoras y autores propone también una multiplicidad para poner de manifiesto cuestiones como la interseccionalidad en los sujetos con diversidad funcional, temas apenas trabajados desde el ámbito español.
Raquel (Lucas) Platero
Uno de los capítulos que personalmente más me gustó fue el cuarto, “Diálogos interseccionales sobre lo butch / femme, las diásporas queer y lo trans”. Se trata de un diálogo entre Carmen Romero Bachiller y Raquel (Lucas) Platero en la cocina de la primera, donde proponen distintos puntos de vista sobre este planteamiento, y más allá de resolver nada (si es que realmente existe algo que resolver y aún creemos en alguna verdad tautológica) proponen una serie de preguntas para analizar cuestiones como el deseo de las femmes, la idea de diáspora como viaje, o la pervivencia de conceptos como “deseo femenino” o “perra”.
“Intersecciones” es una publicación más que necesaria y adecuada al momento presente, en que somos testigos del proceso de desmantelamiento de todos los derechos sociales, sanitarios, educativos y públicos de las personas. Se trata, como comentaba al inicio, no solo de contar algo sino de cómo contarlo, y es precisamente aquí donde “Intersecciones” apela al espíritu activista de quien lee y propone nuevas vías y lecturas para el análisis de las identidades sexuales.
En un momento de cambio como este, donde incluso podemos aventurar un feminismo expandido, un feminismo que se transforma, y donde las teorías más clásicas del movimiento queer son irremediablemente reelaboradas y ampliadas (algo necesario a medida que las identidades son leídas desde nuevos prismas), “Intersecciones” propone una nueva visión de los cuerpos y las sexualidades para aplicar en el día a día de todos.
Raquel (Lucas) Platero [ed.], Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada, Edicions Bellaterra, Barcelona, 2012.