CATACLISMO

ENTREVISTA A MARETA ESPINOSA

Mareta Espinosa

 

ENTREVISTA A MARETA ESPINOSA
María José Magaña Clemente

Mareta ha sido la creadora del festival Miradas de Mujeres y su directora desde el 2011 al 2013. Ella fue la dinamizadora capaz de sumar las voluntades de artistas, gestoras, galerías de arte, instituciones públicas, comisarias y demás profesionales del arte para poner en marcha esta idea, que va creciendo hasta consolidarse en un evento anual que ocupa a partir del mes de marzo, todo el estado español, con vistas a convertirse en internacional. Mareta entregó el testigo a Mónica Álvarez Careaga, que nos comenta su actual gestión en otra entrevista, también dentro de esta sección.

MJM- Según tu opinión, ¿qué sentido tiene un festival como Miradas de Mujeres y qué objetivos debe perseguir?

ME- Después de comprobar, gracias a los informes del observatorio de MAV, cuán ridícula es la cuota femenina en el sistema del arte español, no cabía otra posibilidad que demandar a las instituciones públicas y privadas y a las galerías de arte su compromiso con una propuesta destinada a corregir tan clamorosa discriminación. Si las mujeres son mayoría en carreras de arte y de humanidades, no parece lógico que no puedan acceder después, por ser mujeres, al mercado laboral.

Los objetivos son claros: mostrar el trabajo de la mujer en las artes visuales y demostrar que por su profesionalidad y valía no hay ningún motivo para su discriminación.

MJM- ¿Por qué aceptaste o asumiste el cometido de dirigir este festival, con escaso presupuesto y dificultad organizativa, y por qué lo dejaste a los dos años de andadura, cuando se comenzaban a vislumbrar algunos logros?

ME- Como la idea fue mía, no tenía más remedio que llevarla a la práctica y así demostrar que se podía hacer. Al principio no teníamos nada, solo se contaba con unos mínimos recursos humanos de la asociación y muchas ganas y energía para que saliera adelante. Pero la idea era sencilla, solo se pedía que aprovechando el tirón mediático del mes de marzo se mostrase el trabajo de las mujeres en diversos ámbitos de las artes visuales.

En cuanto a dejar la dirección del festival; el concepto ya estaba claro y el trabajo hecho. Solo hacía falta asegurar su continuidad, permitiendo que un cambio en la dirección del mismo aportara nuevas ideas y diferentes puntos de vista. El festival se transforma y no por eso dejará de ser el festival de las mujeres del arte. No hay que aferrarse a los cargos impidiendo el avance y la evolución.

MJM- ¿Piensas que este festival debe insistir en su carácter reivindicativo en cuanto a posibilitar la visibilidad de las mujeres en el contexto cultural y artístico? ¿Y crees que la temática de género debe ser la única protagonista, o el leitmotiv de las diferentes actividades?

ME- La temática de género la dan las propias mujeres participantes, ya que piensan como mujeres y no como hombres, así que el resultado siempre será “género femenino”, resaltando la diferencia, sin que eso suponga que el festival esté constreñido por las teorías de género. Dentro de la asociación, y fuera de ella, hay muchas formas de entender el género y creo que es lo que debe primar. La diversidad de puntos de vista. Esto se quiso dejar muy claro en el logotipo con la doble M, no existe una sola mujer, ni una sola de idea de lo que significa ser mujer. Las mujeres somos muchas y muy distintas.

MJM- Cuando iniciaste Mirada de Mujeres, en el año 2011, ¿qué estrategias seguiste para alcanzar tan altas cuotas de participación, partiendo de cero…? ¿Contaste con apoyos de algún tipo?

ME- Pensé que si las instituciones más importantes nos apoyaban, el resto también lo haría y así fue. Quien primero se sumó al proyecto fue el Museo Reina Sofía, después el Thyssen, La Casa Encendida, el Museo del Prado, el Instituto Cervantes y un largo etcétera. Para lograr estos apoyos se utilizaron contactos personales y también ayudó mucho que MAV fuera una asociación sin ánimo de lucro, que trabaja para un colectivo y no para una empresa.

Hubo que convencer a los responsables de cada una de las instituciones sobre la necesidad y la urgencia de un evento como el que estábamos planteando, y con bastante dedicación y mucho empeño conseguimos para la primera edición 70 sedes en Madrid. Hicimos milagros con un presupuesto mínimo gracias a que trabajamos sin remuneración y contando con el voluntariado de muchas socias de MAV.

MJM- Según tu experiencia como responsable del festival en las ediciones anteriores, ¿qué prioridades crees que se deben respetar en las siguientes convocatorias y qué cosas cambiarías? ¿Cuál crees que es tu herencia?

ME- La prioridad debe ser siempre la calidad y profesionalidad de lo que se muestra, en esto se debe ser muy rigurosa. También es muy importante asumir riesgos ante lo nuevo y lo joven, aunque se deban incluir los grandes nombres, hay que apoyar decididamente las carreras de las que empiezan. Aquí el papel del comisariado es muy importante. El festival no debe renunciar jamás a destacar no solo la importancia, sino también la excelencia del trabajo artístico de las mujeres.

Lo que más me llena de orgullo es que el festival se haya posicionado en un tiempo récord como uno de los más importantes eventos artísticos a nivel nacional, y que es el único que pone de acuerdo en su realización a todas las Autonomías del Estado. Y espero que pronto se internacionalice, involucrando a países de nuestro entorno inmediato. También me parece de suma importancia prestar atención al deseo de participar de muchas mujeres de otros ámbitos de la cultura, aunque debamos dar prioridad a las artes visuales. Quizás en otras ediciones, aparte de internacionalizar el festival, podamos unirnos a otras asociaciones como las de cine, artes escénicas o literatura para poder complementarnos.

MJM- ¿Pronosticas que en un futuro no demasiado lejano, el festival podría dejar de tener razón de ser porque la mujer hubiese alcanzado las cuotas de participación y protagonismo deseadas?

ME- Si en algún momento se llega a la normalidad el festival casi perdería su razón de ser, aunque mucho me temo que tenemos festival para rato, porque los derechos que conseguimos durante tantos años de luchas y de esfuerzos, se están despreciando por quienes intentan devolvernos a la situación que padecíamos en décadas anteriores. Mientras sigamos teniendo políticos retrógrados y con falta de sensibilidad hacia los problemas reales de la sociedad, esto no va a cambiar.

MJM- ¿Qué lectura haces de la situación actual de las mujeres en España como artistas, gestoras, críticas, investigadoras, profesoras, coleccionistas, etc.? ¿Ves alguna diferencia entre el contexto español, el europeo y el del resto del mundo?

ME- La situación en España podría ir mejorando si la política no interfiriese tanto en la cultura. Las mujeres del arte hemos tomado conciencia de nuestro poder y lo estamos poniendo en práctica, pero aún así queda mucho trayecto por recorrer. Quizás en el norte de Europa las cosas vayan mejor, pero en los países que conozco el problema es muy parecido a España: las jóvenes empiezan su carrera con mucho ímpetu, se les ponen trabas en la edad reproductiva y justamente cuando han empezado a destacar se les aparta porque se hacen mayores. Al final de su carrera solo un porcentaje muy bajo obtiene el reconocimiento que merece.

MJM- ¿Cómo ves la situación de la cultura en España y en relación al contexto internacional? ¿Tienes alguna certeza sobre posibles caminos a seguir?

ME- El arte español ha sufrido mucho en las épocas de las “vacas gordas”, gracias al complejo de inferioridad y a la baja estima de los españoles. En los centros y museos nacionales se ha primado a artistas extranjeros de segunda y hasta de tercera fila, ante españoles de larga trayectoria, como puede ser el caso del MNCARS. Se han llegado a mostrar las colecciones de museos estatales españoles a nivel internacional contando sobre todo con artistas extranjeros. Valga como ejemplo el MUSAC, que presentó en la Bienal de Estambul de 2007 una muestra de su colección en la que de los 12 participantes solo 4 eran españoles.

Así se daba a entender que en España apenas había artistas de valía, y que por eso teníamos que mostrar artistas de fuera. Sangrante…

La crítica no ha hecho mejor su papel. Críticos de arte y comisarios jóvenes dejaron de lado a los artistas españoles para volcarse en los extranjeros, como si en España no se hubiese trabajado y viajado hasta el momento en que ellos empezaron sus carreras, y hubiese que empezar de nuevo.

Todo esto lo estamos pagando ahora, con el escaso reconocimiento que obtiene el arte español fuera de nuestras fronteras. Ojalá cambiemos el rumbo y empecemos a valorar nuestro arte como se hace en todas partes.

MJM- ¿Podrías destacar alguna institución o entidad que te parezca modélica en cuanto al uso de buenas prácticas en su gestión? ¿Y de lo contrario?

ME- No, la verdad es que no.

MJM- Me gustaría que nos comentaras algunos de tus planes inmediatos y a medio plazo.

ME- En este momento estoy embarcada en un proyecto muy personal, un centro-galería de arte contemporáneo fuera del Estado Español, donde pondré en práctica, junto con mi compañero Carlos Jiménez, mi idea de cómo se deben hacer las cosas. Partiendo desde cero, una vez más… Es un gran reto y estoy encantada de acometerlo. Las mujeres artistas ocuparán, como es obvio, un papel muy destacado en el mismo.

 

 

Introduce tu comentario

Por favor, introduce tu nombre

Debes introducir tu nombre

Por favor, introduce una dirección de e-mail válida

Debes introducir una dirección de e-mail

Por favor, introduce tu mensaje

MAV Mujeres en las Artes Visuales © 2025 Todos los derechos reservados


Diseñado por ITCHY para m-arte y cultura visual