FRANÇOISE DEMULDER: TESTIGO Y ARTISTA
Van García
Hoy he decidido volver a mirar atrás. La fotografía capta instantes en el tiempo, momentos que no se volverán a repetir con exactitud, enmarca lapsos etéreos de una realidad, a veces abrumadora o terrorífica, otras más amable. Una fotografía puede pulverizar en un instante los valores de la raza humana, hacer que nuestros vellos se pongan de punta, que un escalofrío recorra nuestra espalda y entonces hacer que todo a nuestro alrededor deje de ocurrir para vivir solo ese momento e intentar comprender qué ocurre en nuestro mundo.
Françoise Demulder, Beirut, 1976. Ganadora del World Press Photo 1977
En septiembre de hace seis años, tras una dura enfermedad, falleció la primera mujer en ganar el premio de fotoperiodismo World Press Photo con una escena que no solo cambió su carrera profesional. Françoise Demulder fotografió este suceso en el barrio de Karantina, en plena guerra del Líbano, donde una mujer palestina suplica a un soldado en mitad de un barrio en llamas mientras todos huyen. Tomó la fotografía después de que la milicia cristiana masacrara a más de 1.000 palestinos libaneses.
“Uno mira esa foto y la imagen simboliza, al menos para el mundo exterior, todas las horribles pequeñas guerras en Beirut que se extendieron durante tanto tiempo”, aseguró Jonathan Randall, ex corresponsal del Washington Post y conocido de Demulder.
Françoise Demulder, conocida como Fifí, nació en el París de 1947. Era estudiante de Filosofía, pero un día decidió dejarlo todo para marcharse a Vietnam junto a su novio de entonces; fue allí donde comenzó a tomar fotografías para ganarse la vida, se formó como fotógrafa en el campo de batalla. Desde que tomó aquella decisión inmortalizó instantes en el Líbano, Irak, Irán, Camboya, Bosnia, Yemen, Afganistán, etc.
Declarada pacifista, entonces empezó a odiar la guerra, pero se sintió obligada a documentarla, para mostrar cómo el inocente sufre, mientras el rico se hace más y más rico, dice de ella la Fundación World Press Photo en su página web.
Fue la única reportera en captar los momentos en que los tanques norvietnamitas se estrellan contra la entrada principal del Palacio de la Reunificación en 1975, la única en captar la derrota de EEUU en el conflicto contra Vietnam. Demulder perteneció a ese grupo de fotógrafas que iniciaron su carrera en esta guerra, abriéndose camino en una profesión dominada por el género masculino. Sus fotografías han sido publicadas en Newsweek, Time, Paris Match o Stern.
Realizó una serie de retratos del líder palestino Yasir Arafat, al que le unía una amistad. Cubrió su salida desde el Líbano hasta el norte de África en 1983.
Sus conocidos la han descrito como una mujer de las que deja huella, valiente, gran reportera de guerra, testigo y artista, con un gran talento para contar historias.
Murió en la periferia de París a los 61 años por un infarto de miocardio y padeciendo un cáncer por el cual perdió el uso de sus piernas. Sin seguro médico, sus colegas fotógrafos realizaron una subasta de un negativo cada uno para recaudar dinero para su tratamiento. Pudo desarrollar su carrera y, hasta que le diagnosticaron la enfermedad, no dejó su pasión, recorrer el mundo mostrando diferentes acontecimientos y las diferentes conductas de mujeres y hombres. Ya no se encuentra entre nosotros pero nos dejó su mejor legado, que permanecerá en el tiempo a través de su gran trabajo como fotógrafa.
Desde estas líneas que cuentan una vez más su historia quisiera recordarla en este mes en el que nos dejó. Estoy segura de que sus imágenes no caerán en el olvido, pero espero que tampoco lo haga su historia; una mujer que salió a ver el mundo en el que vivía y las acciones de nuestra raza la ataron de una manera irrevocable a la técnica fotográfica como ventana para mostrar las injusticias que se cometieron.
“La fotografía no puede cambiar la realidad pero si puede mostrarla”.
Fred McCullin
www.archive.worldpressphoto.org