Vista de la Araña en el patio del Palacio de Buenavista, Museo Picasso, Málaga
LOUISE BOURGEOIS. HE ESTADO EN EL INFIERNO Y HE VUELTO
Marisa González
El Museo Picasso Málaga nos presenta este verano la compleja, fascinante y voluptuosa obra de Louise Bourgeois (1911-2010), una de las artistas más influyentes del siglo XX. Estamos hablando de la mayor retrospectiva que sobre Louise Bourgeois se ha organizado en España.
Sobre LB se ha escrito exhaustivamente, se ha analizado su obra y se ha expuesto en el mundo entero. No hay centro de renombre que no haya tenido una exposición suya, para goce del público en general y especialmente de las mujeres, que a lo largo de las diferentes etapas de la vida, nos hemos ido identificando con ella. Sus recorridos autobiográficos, su sentido crítico, analítico y, por supuesto, plástico, nos ha transportado a nuestro propio yo cada vez que veíamos, experimentábamos, con una obra suya.
La primera vez que vi una exposición de LB fue en Nueva York, en una pequeña galería privada en el upper town, en los años 70. La obra presentada era de pequeño formato, dibujos y grabados, y recuerdo lo que me impactó, fue mi gran descubrimiento. Cuando posteriormente se hizo la exposición en la Fundación Tàpies en Barcelona el año 1990, yo ya estaba iniciada y seducida, pero es la primera vez que vi su trabajo en una macro exposición, conocía algo de su obra, pero nunca podía imaginar la dimensión y escala hasta no verla en directo, por lo que la imponente exposición me marcó absolutamente, al igual que a otros muchos artistas. Las instalaciones, su compleja obra sobre barro, tan directa, táctil, erótica, monumental, dentro de la sencillez y cotidianeidad temática, me fascinó; recuerdo que una vez finalizada la visita, inicié el recorrido en sentido inverso para fijar todo aquello que había visto y sentido, no quería abandonarla, abandonar las salas. Con este catálogo, cuya portada y contraportada son simplemente las iniciales LB, pude recrear posteriormente las vivencias experimentadas.
Catálogo de la exposición de Louise Bourgeois en la Fundación Tàpies, Barcelona
Años más tarde, tuvimos la oportunidad de ver sus obras en varias Bienales de Venecia en 1995, 1999, 2005, 2007, al igual que en la Documenta Kassel 2002, y en nuestro país las magníficas exposiciones de Madrid en el Museo Reina Sofía en 1999, y luego en la galería Soledad Lorenzo y en La Casa Encendida, además de las que pude ver en Londres en la Serpentine y en la Tate Modern. De nuevo en nuestro país, ahora en 2015, se ha inaugurado una espléndida exposición en el Museo Picasso de Málaga.
Si repasamos la trayectoria de LB, su reconocimiento universal es absoluto. Es considerada paradigma del feminismo, pero no la podemos acotar solamente en esta temática. Sus obras hablan de sentimientos, de angustias, miedos y, sobre todo, de sí misma. Los relatos en sus obras recorren múltiples caminos, caminos tortuosos, caminos entremezclados entre la imagen y la palabra. Sus mensajes son claros y concisos. Su relación con lo doméstico convierte sus obras en auténticos pasquines visuales. Quiso ahogar a la mujer encerrándola en celdas, en sus propias celdas, recurrió a objetos cotidianos de la mujer sometida a las laboras domésticas. Pero tras la denuncia, quiso liberarla mediante el conjuro representacional. La araña, tan recurrente en su obra, fue asociada reiteradamente a la figura de su madre, representada como figura protectora, paciente e incansable tejedora en su taller doméstico de tapices. En sus primeros dibujos la araña ya invade el techo total de la habitación de su casa, hasta las mega arañas esculpidas en bronce que ocupan accesos suntuosos de coleccionistas y museos.
Cada vez que un artista se impacienta por su tardía visibilidad, se nos pone el ejemplo de LB, ya que ella misma en reiteradas ocasiones hizo declaraciones diciendo que pudo trabajar tanto porque no tuvo la presión del éxito, no tuvo mercado hasta muy tarde, por lo que pudo dedicar todo su tiempo a trabajar, además de sacar adelante a sus tres hijos. Pero no es totalmente cierto que su obra no tuvo eco, porque si repasamos su cv, ya comenzó a exponer desde bastante joven, tanto en París como en Nueva York. Siempre se ha resaltado la repercusión que tuvieron en su obra las experiencias vividas en su propio pasado, en su infancia con su madre, dedicada al negocio textil, vivió rodeada de tejidos, vestidos, ropa interior, elementos que le sirvieron de base para incorporarlos en su obra posteriormente. Se ha hablado insistentemente del sufrimiento de su madre, postergada a un segundo plano en la vida familiar por la relación que mantenía su padre con la cuidadora de ella y sus hermanos. Los traumas de su pasado fueron la fuente de inspiración reiterativa a lo largo de los años, la muerte de su madre, posteriormente la muerte de su padre, lo que le provocó fuertes depresiones y necesitó ayuda del psicoanálisis. Pero poco sabemos de la relación de ella con sus propios hijos, ni tampoco tenemos declaraciones de los hijos respecto a su madre, de la trayectoria de estos sabemos muy poco o nada. Ella prefirió representar la maternidad bajo un punto de vista nada convencional, rechazando las representaciones de la maternidad tradicional. Sí, sabemos que vivió en un ambiente muy sobrio y que no separó su vida de su obra. En su trabajo inclasificable, inteligente, sincero y callado de escultora, nos mostró un humor negro, y un sentido de la vida como si de un drama angustioso se tratara.
Volviendo a la exposición en el Museo Picasso de Málaga, He estado en el infierno y he vuelto. Y permíteme decirte, fue maravilloso, se muestran 101 obras de Louise Bourgeois, realizadas entre la década de los años 40 y 2009. Cuarenta y seis esculturas de bronce, tejido, látex y aluminio, una celda y una pintura, junto a cincuenta y tres obras en papel y textiles, muchas de ellas de gran formato o realizadas en series. Dividida en nueve secciones –La fugitiva, Soledad, Trauma, Fragilidad, Estudios naturales, Movimiento eterno, Relaciones, Dar y recibir, y Equilibrio–, la selección de obras de esta exposición engloba la complejidad de su trabajo. En esta exposición se han mostrado obras nunca expuestas en público.
Las obras presentes en la exposición materializan, en gran medida, pensamientos, sueños, emociones o recuerdos, usando para ello gran cantidad de técnicas y materiales, muchos de ellos innovadores. Su producción, original y compleja a la vez que diversa y fascinante, aborda la memoria, la sexualidad, la maternidad, las relaciones humanas y la búsqueda de equilibrio, así como la traición, la ansiedad y la soledad: la artista abordó todos los géneros, creando una obra autobiográfica singular, lírica y radical.
Como antesala de la exposición, se encuentra Louise Bourgeois Photo Album, un recorrido por la vida de la artista a través de fotografías. Además, se proyecta el documental que Nigel Finch dirigió en 1994 para la BBC, Louise Bourgeois: No Trespassing, así como un audiovisual producido por el Museo Picasso Málaga con entrevistas.
El catálogo está profusamente ilustrado y ha sido editado en inglés, con una selección de textos traducidos al español que pueden descargarse gratuitamente en la web del Museo Picasso Málaga.
Louise Bourgeois, Santa Sebastiana, 1998. Portada del catálogo del MPM
Coincidiendo con la apertura al público de Louise Bourgeois. He estado en el infierno y he vuelto, se ha llevado a cabo un seminario en el que expertas reflexionaron sobre la obra y figura de esta artista, así como sobre la relevancia de las mujeres artistas en España a partir de la década de los cincuenta.
Entre otras actividades, MAV tuvo una gran representación en la jornada del viernes 12 de junio, en una mesa redonda que tuvo lugar con Rocío de la Villa, profesora de Estética y Teoría del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid; Isabel Hurley, directora de la Galería Isabel Hurley de Málaga; Concha Jerez, artista; y Patricia Mayayo, profesora de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, que debatieron acerca de “El papel de la mujer artista en España desde los años cincuenta”.
Louise Bourgeois. He estado en el infierno y he vuelto, Museo Picasso, Málaga. Del 10 de junio al 27 de septiembre de 2015.
Comisaria: Iris Müller-Westermann.