LAS MÁSCARAS DE GILLIAN WEARING
Irene Ballester Buigues
Parece ser que las nuevas propuestas, la renovación y los nuevos aires por fin entran al IVAM de mano de la nueva dirección encabezada por José Miguel García Cortés, después de una etapa tan siniestra y oscura como la dirigida por Consuelo Císcar. Y esos cambios han llegado de la mano de la exposición que tiene como protagonista a la fotógrafa y videoartista británica Gillian Wearing (Birmingham, 1963), ganadora del premio Turner en 1997.
A Gillian Wearing le gustan las máscaras y las preguntas que se esconden detrás de ellas. Según la artista, las máscaras te hacen más libre porque te protegen de ser juzgado o juzgada por los demás. Puede ser, pero nuestra mirada se inquieta ante el rostro de la máscara, nos alerta, puede que incluso nos ocasione miedo, también puede que hasta nos interpele al reflejar un amplio espectro de ansiedades, así como de deseos y sueños. Como sujetos, las máscaras nos sirven para explorar los yoes que viven en nosotros y en nosotras, así como lo que está permitido y lo que no, es decir, la discrepancia entre la norma y lo subjetivo. Con ellas Gillian Wearing subvierte la idea de retrato, un lujo antes de la aparición de la fotografía, al alcance sólo de la iglesia y la nobleza. Si la fotografía democratizó la imagen, los retratos de Gillian Wearing subvierten la idea de álbum familiar o individual, ya que sólo son los ojos de la artista lo único real, pues la máscara es de silicona, con características similares a las facciones de sus familiares. Un muestra de la artificiosidad que nos rodea, donde lo único verdadero es la mirada, pero una mirada que, como la artista considera, permite editar vidas.
Las máscaras han cuestionado y cuestionan la feminidad, los roles que desempeñamos, las imposiciones y los lastres patriarcales, pero también han producido un desconcierto entre la realidad y la ficción. Dicho desconcierto está latente en la serie de retratos Álbum, realizada entre el 2003 y el 2006, y en la instalación de vídeo We are here / Estamos aquí del año 2014, donde el tiempo y las generaciones parecen fundirse. En la videoinstalación Secrets and Lies del año 2009, las máscaras son sinónimo de anonimato, de ocultamiento e incluso posiblemente de vergüenza, tras la cual se esconden confesiones terribles y secretos sexuales, probablemente de los que los protagonistas, hombres y mujeres, se avergüenzan dentro de una sociedad más pacata que permisiva.
Gillian Wearing, serie Secrets and Lies, 2009
A través de las máscaras, Gillian Wearing nos presenta una sociedad compleja y distante a la vez. Muchas de ellas también son grotescas, nos cuestionan, nos agradan o no, porque el sistema patriarcal que nos rodea nos ha “enseñado” que la arruga no es bella, pero en definitiva, no nos dejan indiferentes, pues son capaces de alterar nuestros sentidos, ante una sociedad que excluye lo considerado no normativo y, por tanto, bello. Su trabajo, vinculado a las relaciones personales y a la problemática de la condición humana, de nuestras virtudes pero también de nuestras miserias, deja al descubierto la personalidad de todos los individuos y, con ello, también las máscaras que todos y todas de alguna manera usamos. El público que acuda a visitar esta exposición, sacará sus propias conclusiones: “dime qué máscara usas y te diré quién eres”.
Gillian Wearing, IVAM, Valencia. Del 24 de septiembre de 2015 al 24 de enero de 2016.
Gillian Wearing, We are here, 2014. Video still, 21 minutos. © Gillian Wearing. Cortesía Maureen Paley, Londres