Anila Quayyum Agha, Intersections, 2013-2015
«NADA TEMAS». PALABRA, MÍSTICA Y PODER
Rocío de la Villa
Organizada como colofón del V Centenario del Nacimiento de Teresa de Jesús, la exposición Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas, explora diversas facetas de la escritora, reformadora y mujer mística, a través de las obras de una veintena de artistas contemporáneos, seleccionados por su conexión temática, conceptual o existencial con el legado de Teresa de Jesús.
Partiendo de que su figura ha sido objeto de variadas manipulaciones ideológicas a lo largo de la historia de España, el comisariado de Rosa Martínez ha apostado con compromiso por una perspectiva feminista inscrita en los estudios de género de los que ha sido objeto en las últimas décadas, con las aportaciones, entre otras, de Julia Kristeva –aquí, también con un brillante texto en el catálogo, descargable en la web de AC/E–. Una aproximación que, según Rosa Martínez, “no pretende ser un ejercicio narrativo o descriptivo sobre la vida de Teresa de Ávila, sino reivindicar su condición y su palabra de mujer”. Y que sirve de contenedor en el que se envuelven otras vertientes: místicas y espirituales, pero también instauradoras y reivindicativas frente al poder patriarcal que padeció y del que fue plenamente consciente. Doble haz pero trenzado, ya que en el caso de Teresa de Cepeda y Ahumada (1515-1582), en palabras de Milagros Rivera Garretas, “la espiritualidad personal soberana es su desafío político, su auténtica revolución mística”. O como concluye la comisaria, Teresa “se otorga el derecho de transformarse a sí misma y de cambiar el injusto mundo que la rodea”.
La exposición, desarrollada en tres sedes, comienza en el Palacio de Villena, donde se presentan sus diversos perfiles: como escritora, vidente, constructora utópica y perseguida por el poder, en diálogo con artistas contemporáneos. Es interesante recordar que Teresa estuvo entre el escaso tres por ciento que se calcula de mujeres alfabetizadas en su época y que también se definió a sí misma como “amiga de las imágenes” en el noveno capítulo del Libro de la vida, porque fue a partir de la visión de la imagen de un Cristo sangrante cuando inició su «conversión». Text in Continuum II de Waqas Khan aludiría a la escritora, mientras piezas como Sky Ladder (Escalera al cielo) de Cai Guo-Qiang, la maravillosa lámpara de Anila Quayyum Agha y los dibujos de Josefa Tolrà hablarían de su deseo visionario. La “conversión” quedaría enlazada por los vídeos The Return de Bill Viola y Loop de Eulàlia Valldosera. Y el recorrido por el Castillo interior emulado por la precisa y excelente instalación creada ad hoc por Soledad Sevilla.
Soledad Sevilla, Sería la de la noche, 2015
De otra parte, la instalación de Francis Alÿs Cuando la fe mueve montañas, recuerda su increíble faceta constructora de la orden del Carmelo, con varios conventos, todos regidos por la sencilla vida de la mística del ascetismo, para lo que sirven las vasijas de arcilla de Miquel Barceló. Junto a su condición de mujer acosada y perseguida –durante doce años el Tribunal del Santo Oficio mantuvo secuestrado su Libro de la vida, que fue publicado solo después de su muerte por otro perseguido, fray Luis de León–, entreverada por la fotografía Mentira número 3 de Pilar Albarracín, que alude a su origen judío, y la acción Pinklės. Išvarymas iš rojaus (Trampa. Expulsión del Paraíso) de la artista lituana Egle Rakauskaite, que muestra trece chicas adolescentes ataviadas con virginales vestidos blancos, protegidas del frío con abrigos oscuros y ligadas entre sí por sus melenas recogidas en trenzas.
Pilar Albarracín, Mentira número 3, serie 300 mentiras, 2009
En el Colegio de San Gregorio, sede del Museo Nacional de Escultura, las obras contemporáneas se conjugan con la imaginería de la espiritualidad contrarreformista expresada por los escultores del Siglo de Oro coetáneos a Teresa de Ávila. Desde el neón de Bruce Nauman, The True Artist Helps the World by Revealing Mystic Truths (El verdadero artista revela al mundo verdades místicas), instalado en el Patio de Estudios, el recorrido incluye auténticos momentos estelares, como el siempre impactante Arco de Histeria de Louise Bourgeois y el rotundo acierto de montaje, con el espejo circular de color rojo sangre de Anish Kapoor junto al Cristo yacente de Gregorio Fernández, que hacen echar en falta más intervenciones escultóricas. A pesar de la buena acomodación de los vídeos, con meditaciones de Marina Abramovic y Ulay y de Kimsooja.
Anish Kapoor, Untitled, 2011 / Gregorio Fernández, Cristo yacente, 1627
Por último, la exposición concluye en la Casa del Sol, hoy Museo de Reproducciones antiguas, con una feliz contraposición entre los vídeos Habla de Cristina Lucas, en el que la propia artista destruye a martillazos una reproducción en yeso del Moisés de Miguel Ángel, y The Tenant (El inquilino) de Rivane Neuenschwander, que muestra la delicadeza de una pompa de jabón flotando y transitando por varios espacios. Un cierre del discurso que parece mostrar el poder de la mujer para cuestionar y acabar con viejos mitos junto a la sensibilidad de lo femenino, como virtualidad atenta a lo frágil y efímero, presente en todo ser humano.
Además, reverberando la pieza sonora de Nikos Navridis, que pretende evocar el aliento de Teresa en las tres sedes, la exposición se abre a la ciudad como propuesta de “escultura social” en el Coco Café, con el proyecto de Dora García The Hearing Voices Café (El café de los oidores de voces).
Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas, Museo Nacional de Escultura, Valladolid. Del 17 de noviembre de 2015 al 28 de febrero de 2016.
Comisaria: Rosa Martínez.
Louise Bourgeois, Arch of Hysteria, 1993
Josefa Tolrà, obras 1940-1959