ARCO 2016: ONE-MAN-SHOW O ¿PUEDE LA IGUALDAD, EN EL ARTE CONTEMPORÁNEO, CAER MÁS BAJO AÚN?
Marián López Fdz. Cao
Como siempre, nada nuevo y todo rancio bajo el arte de la discriminación. ARCO 2016: desde hace 40 años que las mujeres son mayoría en la formación y minoría en la presencia de la gran feria anual que nos habla de lo más contemporáneo y de rabiosa actualidad. Rabiosa, sí, desde luego.
Los datos del INFORME MAV ARCO 2016, además de indignantes y crueles, son la punta del iceberg que oculta una cultura que sobrerrepresenta a los hombres, y minimiza, desprecia y arrincona al 65% de sus productores. Una cultura que se permite el lujo y la arrogancia de dar la espalda a la creación femenina bajo el implacable tono del mercado liberal, que tiene sexo. Y tanto.
Es llamativo que la feria de ARCO coincida –poco más de una semana antes–, con el canto hueco que ensalza a las mujeres cada 8 marzo: suena a falso el homenaje a las mujeres, suena a veces a lisonja que esconde la vergüenza de la desigualdad y suena a tiempos pasados en los que las mujeres éramos las reinas de la casa a la vez que carecíamos de los más mínimos derechos.
Cuando vemos que las artistas españolas están representadas en un 4% (pero hace más de 30 o 40 años que un 60% de mujeres acaba la formación en bellas artes) en el cómputo general de galerías, y en un vergonzante 12% en las galerías españolas, en la feria de arte más importante en el Estado Español, podemos extraer varios elementos para la reflexión:
- Que las primeras discriminaciones se producen en el propio territorio, pero crecen de forma exponencial en el ámbito internacional. Las galerías españolas discriminan de partida a la hora de seleccionar a las y los artistas que eligen para mostrar a “los mejores” o “más punteros” en una feria que se abre al ámbito internacional, no ya sólo para vender, sino para intercambiar o dar respaldo internacional; por lo que es obvio que esta discriminación aumentará en los ámbitos internacionales.
- Que las galerías españolas apuestan casi por igual por las artistas españolas y extranjeras: un 12% en el caso de las españolas, un 13% en el de las extranjeras. En conjunto, las mujeres no sobrepasan el 23%, frente al 77% de sobrerrepresentación masculina. Ello puede hacer también pensar que quizás las galerías españolas prefieren apostar “sobre seguro”: exponer a aquellas artistas que ya han tenido un cierto reconocimiento en el extranjero, frente a aquellas “exnovo” cuyas galerías tienen que demostrar su pericia y valentía de criterio.
- En Europa el porcentaje es similar: las galerías europeas apuestan un poquito más, en un porcentaje de un 5% por las mujeres españolas (frente a un 15% de los hombres españoles, que nos triplican). Dentro de los datos, ínfimos en cualquier caso, parecería que las galerías europeas confían casi más en las artistas españolas que las propias galerías del Estado español, o que tienen criterios más libres y valientes (dentro de un orden, claro, que no sobrepasa el 5%).
- Que, evidentemente, si las propias galerías españolas no apuestan por artistas locales, difícilmente las galerías extranjeras apostarán por artistas españolas. Léase el 1% de representación de artistas españolas en galerías latinoamericanas, hecho que coincide en este caso con los hombres españoles. Por una vez, la discriminación de procedencia nos une en la marginalidad más allá de Europa.
- Que aunque la dirección de las galerías esté llevada en un 54% por mujeres, ello no conlleva como correlato la igualdad. El machismo no tiene que ver con qué género se nace, sino con las creencias, estereotipos, inclinaciones heredadas y prejuicios del sistema que nos socializa desde nuestra infancia.
ARCO 2016 es una feria de galerías privadas. Al no ser administración pública, no tiene por qué acatar ninguna ley orgánica de igualdad que intente modificar las injusticias sociales o económicas heredadas –aunque cuente con patrocinios por parte de administraciones públicas como AC/E o la AECID–.
No queremos obviar que las mujeres sí estuvieron presentes en el Foro “El ahora del arte en España. Práctica, historia y transformación”, dirigido por Chus Martínez, con 13 mujeres ponentes; o la presencia de 3 mujeres comisarias, más un hombre, en la selección de las galerías para la sección 35 Aniversario.
Desde la coordinación, no pueden exigir paridad o cierta visión democrática a sus galerías. El resultado es la visión descarnada del mercado contemporáneo.
Pues ahí la tienen, la verdad en su versión más radical.