CATACLISMO

VIOLENCIAS ATEMPERADAS. UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN Y EL DESEO

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VIOLENCIAS ATEMPERADAS. UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN Y EL DESEO
Isabel Garnelo Díez

 

Cuando se da a los objetos la amistad que les corresponde, no se abre el armario sin estremecerse un poco. Bajo su madera rojiza, el armario es una almendra muy blanca. Abrirlo es vivir un acontecimiento de la blancura. ¿Hay un solo soñador de palabras que no vibre al oír la palabra armario?

Gaston Bachelard, “El cajón, los cofres y los armarios”, La poética del espacio, 1965

 

Llegar hasta la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga, requiere hacer un trayecto sinuoso por el barrio de Lagunillas y la calle Cruz Verde, zona marginal de la ciudad donde es difícil encontrar muebles en sus calles. Allí no sobra nada y mucho menos se renueva cualquier objeto doméstico de los que, sin embargo, es fácil encontrar en otras esquinas y lugares de las zonas más privilegiadas de la capital. En esas otras zonas menos afortunadas los solares aparecen de un día para otro, y sirven de escombrera y lugar de paso para todo tipo de desechos domésticos. De allí proceden muchos de los materiales con los que la artista Anaís Angulo Delgado trabaja para elaborar su discurso..

fullsizerender6Anaís Angulo, Picacho, 2016. Armario, goma espuma y grapas. Medidas variables.

Entrar en la galería donde se expone el trabajo de Angulo nos concede por un momento vivir ese acontecimiento de la blancura. La muestra organizada bajo el título genérico de Violencias atemperadas está formada por una serie de enseres domésticos, en su mayoría armarios encontrados en las calles de la ciudad, espacio que la artista experimenta desde una dimensión plástica. Estos objetos abandonados en diferentes zonas por las que se mueve en sus derivas cotidianas, son lugares que Angulo señala meticulosamente creando un mapa de la obsolescencia mobiliaria, recogiendo memorias de otros que serán transformadas en objetos de arte mediante un proceso que exigirá medir, cortar, extraer, desvestir y, finalmente, volver a vestir. Siguiendo una cierta lógica formal abstracta, el cruce de materiales dará lugar a una interesante dialéctica entre lo duro y lo blando, lo oscuro y lo claro, lo natural o lo manual y lo industrial, la intimidad y la extimidad. Como escribe Bachelard, “el armario y sus estantes… y sus cajones… son verdaderos órganos de la vida psicológica secreta… Son objetos mixtos, objetos-sujetos. Tienen como nosotros, por nosotros, para nosotros, una intimidad” (Bachelard, 1965: 111). Podría parecer que en la labor que Angulo desarrolla sobre estos objetos los despoja de su intimidad. Es un buen ejemplo de esto la pieza titulada “Picacho”, un gran armario que se despliega en el espacio de exposición en sus elementos constitutivos y continentes como si se tratara de una geometría lista para armar. También esta disposición es una composición sugerente que facilita la experiencia de la expansión de lo interior hacia el exterior, abundando en la descontextualización secundaria realizada al ubicar estos objetos en la sala, descontextualización posterior a la primaria que se origina al ser abandonados para escenografiar las calles..

fullsizerender3Anaís Angulo, Victoria, 2016. Armario, goma espuma y guata. Medidas variables..

Es fácil no hacerse la pregunta de qué secretos íntimos pudieron contener estos armarios. Su efecto visual y la experiencia estética que proporcionan en su nuevo traje y ubicación, los alejan de su utilitarismo subjetivo para introducirlos en el continuum sostenido de la racionalidad del cubo blanco. El blanco de la sala produce cierta reiteración conceptual en la experiencia de las piezas tituladas “Victoria”. En ellas la artistas ha seccionado dos armarios roperos de grandes dimensiones y los ha revestido con entretela de algodón blanco de textura áspera. El trabajo es primoroso en su ejecución, dejando el relieve de los adornos del mueble cuidadosamente pespunteados para salvaguardar su volumen. Blanco sobre blanco, las dos -ahora esculturas- se yerguen majestuosas como dos gigantes blancos que nos miran desde la distancia temporal del estilo que trataron de emular. Desde la vitalidad formal de la zona del mapa del que proceden, que se mantiene subrepticiamente en su título. Hay algo de Samotracia en estas dos piezas, sin embargo, no imaginamos un coche de carreras más hermoso que ellas.

La artista afirma la intención de esta serie. Interpretar el paisaje de diferentes zonas de la ciudad de Málaga a través de la instalación del mobiliario residual encontrado en sus calles. También quiere trazar su propio recorrido por ellas y recontextualizar los objetos en la sala, entendida por la artista como un mundo paralelo entre lo real y lo imaginario. Situarlos en “un mundo violento pero atemperado, que va del interior del hogar al exterior de la urbe”, para volver al interior del espacio de exposición, donde su presencia ejerce una fuerte impresión en el espectador, tras la práctica sobre ellos de una violencia atemperada mediante diversos procedimientos, materiales y herramientas que siempre han estado en contacto con las manos de las mujeres y de los artistas: desvestir, envolver, des-cubrir, combinar, tapizar, de-construir, hilos, cintas, goma espuma, guata, agujas, tijeras, sierras… Los títulos de las diferentes piezas expuestas, van dejando la resonancia de lugares familiares para los habitantes de la ciudad: “Victoria”, “Picacho”, “Centro Histórico”, “Cristo de la Epidemia”, “San Felipe Neri”, “Capuchinos”, “Teatinos”. Su forma de instalarlas en la sala también está, de forma intuitiva y metafórica, ligada al lugar del que proceden, afirma Angulo.

La exposición revela la poética de los objetos, y así parece quererlo su autora. Pero también, sin duda, se trasluce una honda preocupación por las condiciones sociales. En este sentido no son casuales las zonas del mapa a las que hacen referencia los títulos. Ni lo es tampoco el efecto de las lecturas superpuestas a la que nos aboca, cada una de las instalaciones compendiadas en el proyecto, sobre sus condiciones pasadas y presentes. Los cambios frenéticos a los que se ha visto sometida la ciudad de Málaga en los últimos quince años, han transformado por completo su paisaje exterior. Y la crisis ha hecho lo propio con el paisaje interior de sus habitantes. Pero lo que sí es necesario hacer, y esta exposición trata de ello, es una reflexión sobre la existencia en nuestro entorno. Movimientos que nos permitan conocer otros contextos al margen de los imaginarios creados por los intereses inmobiliarios y turísticos. Ese otro entorno, tan elocuentemente descrito por una pintada en uno de sus muros como “entorno Dickens”, se encuentra, por ahora, fuera de cualquier circuito comercial, en la trastienda de lo urbano de obligado tránsito. Un residuo/reducto para la imaginación y la posibilidad de otras formas de ver la ciudad como producto del deseo y la imaginación..

rincon-1-okAnaís Angulo, Cristo de la Epidemia, 2016. Hilo de algodón y palos de madera. Medidas variables..

Anaís Angulo Delgado (Málaga, 1985) es Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Málaga (2015). Recientemente ha sido dotada con una Beca ARP (Artista Residente de Postgrado) en la Facultad de Bellas Artes de la UMA para el curso 2016/17, tras terminar el Máster en Producción Artística Interdisciplinar (2016) de la misma Facultad con un proyecto de escultura e instalación. Además es Técnica en Proyectos y Dirección de Obras de Decoración por la Escuela de Artes San Telmo de Málaga (2009). Ha sido seleccionada en variados certámenes y exposiciones, como INT16. Proyectos Máster de Producción Artística (Sala de exposiciones Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia, Málaga, 2016), Divergencias (Sala de exposiciones del rectorado de la UMA, Málaga, 2016), IV Certamen Reciclar-Arte 2016 (Salón Iberoamericano de la Casa Colón, Huelva, 2016), Noche en Blanco 2016 (Museo del Vidrio y del Cristal, Málaga, 2016), IV Concurso de escultura con RCDs. Materiales reciclados de la construcción y demolición de edificio (Planta de reciclaje AR Los Huertos, Segovia, 2015), o Songs from Space (Salas Rectorado, Málaga, 2013), entre otros.

Anaís Angulo Delgado, Violencias atemperadas, Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga. Del 24 de noviembre al 21 de diciembre de 2016.

 

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