MUSEO CAMILLE CLAUDEL
África Cabanillas Casafranca
El mes pasado se inauguró el Museo Camille Claudel de Nogent-sur-Seine, en Francia. Esta pequeña localidad del departamento del Aube, situada a una hora de París, alberga la mayor colección de obras de la artista en el mundo. Son cuarentaitrés esculturas: mármoles, bronces, modelos en yeso y barro, que se distribuyen por la antigua casa familiar de los Claudel, junto al que era hasta ahora el Museo Dubois-Boucher.
Camille Claudel (1864-1943) es una de las más destacadas escultoras de finales del siglo XIX y principios del XX. Nacida en Villeneuve-sur-Fère, vivió entre los doce y los quince años en Nogent-sur-Seine, donde su padre trabajaba como registrador de la propiedad. Allí recibió clases de modelado de Alfred Boucher, su primer maestro y mentor, quien le presentaría a Paul Dubois, también él gran admirador y consejero de la artista. En 1881 marchó a París junto a su madre y hermanos, formándose en la Academia Colarossi─ en Francia las mujeres no pudieron estudiar en la Escuela de Bellas Artes hasta 1897─ y compartiendo estudio con varias escultoras. 1885 fue un año crucial en su vida, ya que entró a trabajar como ayudante en el taller de Auguste Rodin. Con él, que le doblaba la edad y era un artista consagrado, colaboró a lo largo de más de una década y tuvo una relación amorosa hasta que en 1898 se produjo la ruptura definitiva entre ambos. La creadora participó en los Salones, consiguió algunos encargos oficiales y el reconocimiento de numerosos críticos. Sin embargo, las privaciones, la fatiga y el aislamiento le produjeron crisis nerviosas por las que su familia la internó en un sanatorio mental en 1913, tan solo unos días después de la muerte de su padre ─quien la había apoyado en sus aspiraciones artísticas y la había sostenido económicamente─, a la edad de cuarenta y nueve años. Nunca recuperó su libertad.
Camille Claudel en el taller de la calle Notre-Dame-des-Champs en 1887
Por desgracia, y a pesar de que se han hecho grandes esfuerzos por revalorizar y dar a conocer su producción artística, esta escultora sigue siendo recordada hoy en día, sobre todo, por su leyenda trágica: su turbulenta relación con Rodin y su reclusión durante treinta años en instituciones psiquiátricas, además de por ser la hermana del poeta Paul Claudel. No por la excepcional calidad y originalidad de su obra.
La colección del museo de Nogent-sur-Seine está formada, principalmente, por las cuarenta piezas que compró en 2008 esta localidad francesa a Reine-Marie Paris, la sobrina nieta de la escultora. Entre ellas, se encuentran El vals, La aurora, Las conversadoras, El abandono, La sirena, Perseo y la Gorgona; a las que se suma el bronce La implorante, de 1905, una de las figuras de su conjunto más célebre, titulado La edad madura. Aunque pueda parecer que cuarentaitrés no es un número muy elevado de obras, es necesario poner de relieve que su carrera fue relativamente corta, puesto que trabajó a lo largo de menos de tres décadas ─sus últimas esculturas se remontan a 1906─; que destruyó una parte considerable de su producción y que otra se ha perdido. Han sido necesarios tres años de trabajo para rehabilitar la que fue la casa familiar de los Claudel, mientras que el Museo Dubois-Boucher, convertido ahora en un anexo del de la escultora, está siendo remodelado en la actualidad. De ahí que, por el momento y hasta que el anexo abra sus puertas, las creaciones de Camille Claudel se exhiban junto a unos trescientos trabajos de escultores coetáneos de la Belle Époque, tales como los citados Rodin, Boucher y Dubois.
Camille Claudel, La implorante, 1905. Bronce, 67 x 72 x 59 cm. Museo Camille Claudel
Camille Claudel, El vals, 1889-1905. Bronce, 45 x 31 x 22 cm. Museo Camille Claudel
Antes de esta inauguración, era el Museo Rodin de París el que poseía la mayor colección de piezas de la artista. Fue precisamente esta institución, en colaboración con la Fundación Mapfre, la que organizó entre 2007 y 2008 la última gran exposición retrospectiva de la escultora, que se vio primero en Madrid ─la única ocasión en que se ha podido disfrutar de su obra en España─ y después en la capital francesa.
La apertura del museo de Nogent-sur-Seine supone un gran paso en el reconocimiento de esta excepcional creadora, un proceso que comenzó en los años ochenta del siglo XX. Desde entonces, la fascinación por esta mujer de una personalidad y una obra de enorme complejidad y energía no ha parado de crecer. ¿Conseguirá la escultora imponerse al mito de la artista maldita?
Museo Camille Claudel. 10, rue Gustave-Flaubert, Nogent-sur-Seine, Francia.
http://www.museecamilleclaudel.fr/