LO MEJOR DE 2017 EN ESPAÑA. COLECTIVAS
Redacción
2017 ha sido un buen año para el arte feminista, para la historiografía de arte realizado por mujeres y desde la perspectiva de género en nuestro país. Y todavía podemos ver algunas de las colectivas más destacadas.
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Mulleres do Silencio
MARCO, Vigo
MARCO de Vigo –a día de hoy, en una situación comprometida–, durante 2017 abordó el arte realizado por artistas gallegas en el siglo XX y el arte feminista en dos exposiciones consecutivas.
Hasta mediados de abril pudo verse «Mujeres del silencio. De Maruja Mallo a Ángela de la Cruz», una exposición comisariada por Rosario Sarmiento con una veintena de artistas gallegas destacadas en la historia del arte del siglo XX en nuestro país: Mónica Alonso, Berta Cáccamo, Elena Colmeiro, Mª Carmen Corredoyra y Ruiz de Baro, Mª Antonia Dans, Angela de la Cruz, Mª Victoria de la Fuente, María Xosé Díaz, Dolores Díaz Baliño, Almudena Fernández Fariña, Mª Elena Fernández-Gago, Menchu Lamas, Maruja Mallo, Fina Mantiñán, Tatiana Medal, Julia Minguillón, Rosalía Pazo Maside, Soledad Penalta, Pamen Pereira, Beatriz Rey y Mercedes Ruibal.
Este proyecto se planteó, además, como una revisión o relectura actualizada de la exposición «A arte inexistente», comisariada por Rosario Sarmiento para el Auditorio de Galicia en 1995. La muestra reunió cerca de un centenar de obras procedentes de un gran número de prestadores –instituciones, museos, centros de arte, y colecciones particulares– que por primera vez se exhibían conjuntamente, además de documentación complementaria –en algunos casos inédita– fruto de la investigación llevada a cabo en archivos y colecciones.
De los cuatro capítulos planteados, sin duda, destacaban los dos primeros, profundizando en la producción artísticas hasta los años setenta. Por su importancia, retomamos los argumentos de la comisaria.
Las primeras décadas del siglo XX marcan el nacimiento de dos artistas: Maruja Mallo (Viveiro, Lugo, 1902 – Madrid, 1995) y Julia Minguillón (Lugo, 1906 – Madrid, 1965), dos pintoras radicalmente diferentes en la manera de concebir tanto su vida personal como artística, pero con una clara conciencia de lo que significa ser profesional. Ambas se formarán en la madrileña Escuela de Bellas Artes de San Fernando, si bien sus mundos creativos serán opuestos: la adhesión a los postulados del surrealismo y una actitud innovadora y rupturista, frente a unas concepciones vitales y artísticas de corte más tradicional y academicista. Dos líneas que se establecerán en los años posteriores a la Guerra Civil desde el exilio y el “regreso al orden” del nuevo régimen. Junto a ellas, Mª Carmen Corredoyra y Ruiz de Baro (A Coruña, 1893-1970) y Dolores Díaz Baliño (A Coruña, 1905-1963), se convertirán en las dos primeras mujeres artistas miembros de número de la Real Academia Galega de Belas Artes al ser nombradas en el año 1938.
Beatriz Rey
Tras la Guerra Civil y el exilio posterior de buena parte de los artistas gallegos, fundamentalmente a América, las décadas siguientes marcarán una etapa de penuria y aridez creativa que provocará la salida de nuestras artistas fuera de Galicia, buscando en un ambiente de mayor libertad la oportunidad de poder formarse profesionalmente y conocer nuevas tendencias y lenguajes creativos. Algunas de ellas la plasmarán en una pintura de territorios de intimidad como la de Mª Victoria de la Fuente (Vigo, 1927 – Madrid, 2009) y Mª Elena Fernández-Gago (A Coruña, 1940-2011), en los lenguajes abstractos de Fina Mantiñán (A Coruña, 1932) y Beatriz Rey (A Coruña, 1940), en la figuración ingenuista y popular de Mª Antonia Dans (Oza dos Ríos, A Coruña, 1922 – Madrid, 1988) o en la más expresionista de Mercedes Ruibal (San Andrés de Xeve, Pontevedra, 1928 – Vigo, 2003), sin olvidar la innovación que Elena Colmeiro (Costela, Silleda, Pontevedra, 1932) traslada a un medio “tradicionalmente” femenino como es la cerámica. A partir de los años setenta, otra mujer evolucionará también desde la cerámica hacia el lenguaje tridimensional, Soledad Penalta (Noia, A Coruña, 1943). Igualmente la cerámica será el punto de partida para María Xosé Díaz (Catoira, Pontevedra, 1949).
Además, Ángela de la Cruz (A Coruña, 1965) recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas 2017.
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Alén dos xeneros
MARCO, Vigo
También en MARCO de Vigo y con itinerancia posterior al Auditorio de Galicia en Santiago de Compostela, se celebró una importante colectiva de arte feminista en Galicia, Alén dos xeneros/ Más allá de los géneros. Prácticas artísticas feministas en Galicia, comisariada por Anxela Caramés, con practicas artísticas feministas desde los años noventa hasta la actualidad, reuniendo medio centenar de artistas.
Retomamos los argumentos de la comisaria:
La propuesta reúne piezas de diferentes artistas, en algunos casos poco conocidas y/o inéditas, agrupadas por cuestiones temáticas y conceptuales, al margen de criterios cronológicos, ya que persigue trazar un discurso que de forma fluida muestre las diferentes tendencias y aportaciones de las múltiples corrientes feministas al arte contemporáneo.
Más allá de los géneros incluye obras realizadas tanto por mujeres como por hombres, desechando el tópico de un arte feminista producido solo por mujeres, e incorporando autores masculinos que trabajan desde una perspectiva de género y/o queer. Más allá de los géneros indaga en la pluralidad de aspectos del arte feminista y da visibilidad a generaciones más jóvenes, vinculándolas con la obra de artistas con una trayectoria más consolidada. Permite contextualizar el trabajo artístico que aborda las cuestiones de género,poniendo en relación el ámbito gallego con el estatal e internacional. A su vez, tiende puentes entre las producciones artísticas y los movimientos sociales y políticos reivindicativos, como los grupos activistas feministas y LGTBQI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Queer e Intersexuales).
Celeste Garrido, Tortura femenina (serie Pesadillas), 2010. Cortesía de la artista
El montaje se estructura en tres grandes bloques temáticos: la relación entre lo femenino y lo feminista; la revisión del concepto de la masculinidad; y, por último, los cuerpos y las sexualidades queer, término anglosajón usado como insulto homofóbico y que fue reapropiado desde los feminismos para defender ideas anti-normativas sobre las identidades de género. Estas categorías se superponen entre sí; no deben ser consideradas cerradas ni excluyentes, puesto que hay artistas que transitan de una a otra llegando incluso a abordar los tres ejes.
Artistas participantes: Julio Manuel Álvarez Bautista (Vigo, 1992), Xoán Anleo (Marín, 1960), Lara Bacelo (Mos, 1981), Katrina Biurrun (Barcelona, 1966), Vicente Blanco (Cee, 1974), Claudia Brenlla (Brasil, 1964), Mónica Cabo (Oviedo, 1978), Mar Caldas (Vigo, 1964), David Catá (Viveiro, 1988), Salvador Cidrás (Vigo, 1968), Contenedor de Feminismos, Andrea Costas (Vigo, 1978), Carolina Cruz Guimarey (A Coruña, 1981), Luz Darriba (Montevideo, Uruguay, 1954), Sabela Dopazo Vieites (Santiago de Compostela, 1975), EDU [Eduardo Fernández] (A Coruña, 1987), El Ama de Casa Pervertida (Vigo, 1922) [Cristian Gradín & Pablo Huertas] (Soutomaior, 1980 / Pontevedra, 1984), Félix Fernández (Viveiro, 1977), Basilisa Fiestras (Forcarei, 1986), Xisela Franco (Vigo, 1978), Celeste Garrido (Marín, 1972), Ana Gesto (Santiago de Compostela, 1978), Ana Gil (Ourense, 1973), Roberto González Fernández (Monforte de Lemos, 1947), Cristian Gradín (Soutomaior, 1980), Yolanda Herranz (Baracaldo, 1957), Colectivo LAG [Lara Buyo & Ana Corujo] (A Coruña, 1993 / Viveiro, 1993), Rebeca Lar (Vigo, 1993), Carmen Llonín (Lugo, 1964), Gema López (Lugo, 1987), LSD, María Marticorena (A Coruña, 1977), Chelo Matesanz (Reinosa, 1964), Álex Mene (Vigo, 1968), Moona (Vigo, 1975), Carme Nogueira (Vigo, 1970), O.R.G.I.A., Mery Pais (Santiago de Compostela, 1990), Marta Paz (A Coruña, 1976), Uqui Permui (Barallobre, 1964), Laura Piñeiro (Pontedeume, 1984), Post-Op [Majo Pulido & Elena Urko] (Ourense, 1974 / Irún, 1975), Mar Ramón (Valencia, 1993), Reme Remedios (Romiña, 1972), Rita Rodríguez (A Coruña, 1981), María Ruido (Pidre-Xinzo de Limia, 1967), Sara Sapetti (Valladolid, 1976), Neves Seara (Ourense, 1983), Sonia Tourón (Pontevedra, 1979) y Peque Varela (Ferrol, 1977).
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Yo, la peor de todas
Museo de Navarra, Fundación Museo Jorge Oteiza y Centro de Arte Contemporáneo de Huarte
Hasta el 4 de febrero de 2018, comisariada por Maite Garbayo Maeztu, Yo, la peor de todas es un proyecto artístico basado en la exploración de otras formas de conocimiento. Parte de la teoría crítica feminista para cuestionar el conocimiento dominante y proponer otras formas de saber y de conocer nuestra realidad. El proyecto entiende las identidades como inestables y performativas, e intenta trabajar desde el conocimiento situado, desde el cuerpo y desde las existencias fronterizas.
Yo, la peor de todas se presenta en tres sedes: Museo de Navarra, Fundación Museo Jorge Oteiza y Centro de Arte Contemporáneo de Huarte. 24 artistas (22 artistas + Anónimo + Francis Bartolozzi + Oteiza), navarras y navarros en su mayoría, se aproximan a estas cuestiones desde sus propios intereses artísticos y de investigación. La mayoría de las propuestas artísticas que se presentan han sido producidas expresamente para la exposición.
En el Museo de Navarra varias/os artistas dialogan con un biombo colonial realizado en México en el siglo XVII y procedente del Palacio de los Condes de Guendulain, para plantear cuestiones relacionadas con la colonialidad del conocimiento y la hegemonía europea, blanca y masculina que instaura la Modernidad. Se presentan también los dibujos de la guerra de la artista Francis Bartolozzi, que, en diálogo con trabajos de artistas actuales, posibilitan la construcción de genealogías de mujeres artistas en nuestro territorio. Además, las artistas invaden la colección histórica del Museo, proponiendo visiones torcidas y desviadas de la institución museística como lugar de construcción del saber para activar nuevas miradas sobre los objetos.
En la Fundación Museo Jorge Oteiza, siete artistas se sitúan frente a la obra de Jorge Oteiza desde sus intereses artísticos y personales, desde su experiencia y su formación, pero también desde sus afectos. La exposición se acerca a ese Oteiza que sitúa el arte como forma de conocimiento, y la educación estética como pedagogía fundamental, pero también como pedagogía fronteriza y contrahegemónica capaz de construir sujetos críticos y comprometidos con su entorno más cercano. Ese Oteiza que vuelve la vista a ciertas formas y tradiciones locales y las sitúa y legitima como formas de saber con la capacidad de horadar el discurso central y racional. Al mismo tiempo, las artistas tratan de interrumpir a ese Jorge Oteiza reformulador del arte y de la identidad vasca, y a su legado estético y escultórico.
En el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte tienen lugar entre octubre de 2017 y febrero de 2018 distintos procesos de trabajo artístico y de investigación relacionados con las líneas conceptuales de Yo, la peor de todas. En octubre se realiza una residencia de producción de fanzine feminista que aborda la historia de la brujería en Navarra, en la que participan artistas extranjeras junto a artistas locales. En el programa de encuentros con artistas “Aperitifak” y en el programa expositivo “Habitación” se abordan procesos de restitución de saberes populares y tradicionales o cuestiones relacionadas con los feminismos, la decolonialidad del conocimiento o distintos modos de resistencias. Además, se realizarán talleres sobre ilustración, autoedición y fanzine feminista.
Artistas participantes: Amaia Molinet, Elba Martínez, Francis Bartolozzi, Gentz del Valle, Laida Azkona, Leire Urbeltz, Maia Villot, Mirari Echávarri, Nerea de Diego, Taxio Ardanaz, Txalo Toloza , Txaro Fontalba, Iranzu Antona, Itziar Okariz, June Crespo, Lorea Alfaro, Jorge Oteiza*, Maddi Barber, Cristina Jiménez, Gelen Alcántara, Irati Fernández, Irati Gorostidi, Laida Azkona, Liébana Goñi, Rurru Mipanochia y Txalo Toloza.
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Women in Work
Sala de Exposiciones de la UPV
Otra importante proyecto ha sido Women in Work. Mujer, arte y trabajo en la globalización, comisariado por Mau Monleón para la Sala del Rectorado de la UPV en Valencia y posteriormente itinerante en la Universidad de Castellón hasta el 22 de diciembre de 2018.
Estos son sus argumentos:
La globalización no ha sido capaz de superar la antigua ordenación de las esferas socio-económicas definidas por la división sexual del trabajo productivo y reproductivo. Muy al contrario, si bien la mujer se ha incorporado al mercado laboral productivo de forma masiva, no ha dejado de realizar las tareas reproductivas invisibles (el trabajo de cuidados que permite la reproducción de la vida).
Las mujeres acceden al mercado laboral de forma asimétrica respecto a los varones debido principalmente al “impuesto reproductivo”. Otro problema es el aumento del trabajo gratuito y la segregación del mercado global de trabajo, así como la feminización de la pobreza.
La exposición Women in Work. Mujer, arte y trabajo en la globalización ofrece una revisión de algunas prácticas artísticas que desde los años 1990 en España y a nivel internacional han abarcado y abarcan esta temática.
Marisa Gonzalez, Open Invaders, en Women in Work
La exposición se compone de cinco secciones:
1 Proyectos: Circuitos de género en la era global, crítica feminista y algunas subversiones de la economía. Coordinación: Mau Monleón.
2 Ciclo de vídeo: Working. Frente al monopolio machista de la cultura. Coordinación: Mau Monleón, Dionisio Sánchez y Valentina Paz Henríquez.
3 Ciclo de vídeo: Feminismos, mujer y trabajo en Galicia. Coordinación: Anxela Caramés.
4 Ciclo de vídeo: Nuestro orgullo, nuestra lucha (acerca de las mujeres trabajadoras peruanas). Coordinación: Valentina Paz Henríquez.
5 Proyectos gráficos: Mujer no me gusta cuando callas: movimiento estudiantil y lucha feminista en Chile (Núcleo de Estudios Gráfica Política y Movimiento Estudiantil en Chile). Coordinación: Carolina Olmedo Carrasco y Javiera Manzi.
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En Rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe
IVAM, Valencia
En el IVAM de Valencia todavía podemos ver En Rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe, comisariada por Juan Vicente Aliaga, hasta el 28 de enero de 2018.
Esta exposición indaga en las realidades del mundo árabe desde la década de los noventa, vistas a través de las distintas perspectivas de artistas mujeres. También se incluyen algunas obras que reflexionan sobre la construcción de la feminidad realizadas por hombres.
Mediante el uso de dispositivos como la fotografía y el vídeo, queda de manifiesto la capacidad política de transformación de las mujeres en tanto que agentes sociales.
Cuatro son los ejes conceptuales de este proyecto: Espacios privados, ámbitos personales; el cuerpo, el deseo, la sexualidad; lugares y símbolos de lo público, y finalmente, la historia, sus pliegues y conflictos. Entre las artistas participantes hay obras de Nadia Benchallal, Mona Hatoum, Ghada Amer, Nermine Hammam, Zohra Bensemra, Diana El Jeiroudi, Farida Hamak, Amal Kenawy, Tamara Abdul Hadi, Zineb Sedira, Raeda Saadeh, Ahlam Shibli, Mohammed Soueid, Akram Zaatari, Leila Alaoui, Rana El Nemr, Rula Halawani, Randa Maddah y Nidaa Badwan.
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Dorothea Tanning
Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo
Museo Picasso, Málaga
Además, también hasta el 28 de enero de 2018, aún podemos ver una importante retrospectiva en el Museo Picasso de Málaga, comisariada por José Jiménez: Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo.
Presenta el trabajo de un grupo de mujeres artistas que a partir de los años veinte del siglo pasado fueron partícipes, en mayor o menor grado, de un movimiento que históricamente ha sido asociado a los hombres: el surrealismo. El Museo Picasso Málaga ha reunido para la ocasión obras de dieciocho creadoras luchadoras y rebeldes, y en varios casos eclipsadas por sus parejas masculinas. Así, la muestra reivindica un justo protagonismo a un grupo de mujeres artistas cuyo trabajo destacó en el entorno surrealista, algunas de las cuales han tenido que esperar quizás demasiado tiempo para alcanzar un grado de reconocimiento internacional verdaderamente notable: Eileen Agar, Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo y Unica Zürn.
El individualismo y la personalidad de estas artistas se transmite a través de las más de cien obras de arte entre pinturas, dibujos, esculturas, collages, fotografías y películas reunidas para la ocasión.
Estos son sus argumentos:
«Si bien los artistas surrealistas exploraron el inconsciente mediante los sueños, automatismos y trances inducidos, sus trabajos no necesariamente expresaron sus experiencias personales. Para ellas, el surrealismo fue la manera de tomar conciencia de su ser, explorar sus pensamientos y sentimientos más profundos y construir su identidad, reflejando experiencias pasadas y presentes, miedos, esperanzas y deseos. A diferencia de sus pares masculinos, estas creadoras se sumergieron en el inconsciente como medio de autoconocimiento y con un sentido más introspectivo que lúdico: fue la herramienta con la que exploraron su ser femenino en el mundo y con el que exorcizaron demonios. Varias de estas artistas acarreaban enfermedades, tragedias y abusos sufridos a lo largo de sus vidas. En un tiempo de gran diseminación de las teorías del psicoanálisis, su arte visualizaba la psique femenina como nunca había sido mostrada, iniciando un diálogo que gradualmente transformaría las relaciones entre géneros. Así, muchas de sus obras tienen una naturaleza autorreferencial, en donde el autorretrato tiene una importante presencia: sentían la necesidad de plasmarse a sí mismas para expresar quiénes eran y qué sentían. Se podría afirmar que el surrealismo de estas artistas era realmente su realismo interior y lo manifestaron trabajando en una gran variedad de técnicas».
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