Después de más de seis años sin comunicación entre las asociaciones pro igualdad en la cultura y la Secretaría General de Cultura, con el empuje de MAV –como se ha subrayado en el diario El Mundo el 31 de marzo de 2018–, se ha creado la Comisión de Igualdad de Género en el ámbito de la cultura.
Recordemos que también MAV estuvo en el primer autoestudio del entonces Ministerio de Cultura publicado en 2012 como Mujeres y Cultura = Políticas de igualdad (descargable), con aportaciones de MAV, CIMA y Clásicas y Modernas que planteaban todo lo que quedaba por hacer.
La nueva Comisión, en principio, trabajará como un Observatorio. El presupuesto es menor (para este año 2018, 40 mil euros), pero no deja de ser un primer paso, esperemos decisivo, para comenzar a hacer efectiva la Ley de Igualdad de 2007, que recientemente ha vuelto a ser reclamada después de once años de su publicación en una nueva Declaración, firmada por ocho asociaciones. Ambos documentos consultables en la web de MAV:
Por otra parte, también el Ayuntamiento de Madrid ha iniciado un Plan de Igualdad de carácter transversal en el que debiera desarrollarse un área específica para la acción cultural.
¿Hablamos de un giro eficaz?
Los hasta ahora tímidos gestos de las administraciones son bienvenidos. Solo la aplicación de medidas contantes y sonantes puede contener las exigencias de este movimiento feminista de sororidad, al que se suman cada vez más grupos y nuevas asociaciones en el ámbito cultural.
Después de la huelga y de las manifestaciones masivas del pasado 8 de marzo, las mujeres de todas las generaciones y de todos los ámbitos laborales en este país hemos ganado una nueva conciencia: somos imparables.
Rocío de la Villa
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