Jurado del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2018
¿Cómo no considerar a Martin Scorsese merecedor del Premio? Por tercera vez, se concede el galardón a otro cineasta estadounidense, después de su concesión en 2015 a Francis Ford Coppola y en 2002 a Woody Allen, el popular cineasta que sirvió para difundir el cambio de orientación de los Premios Príncipe de Asturias, de nacional a internacional.
Pero da igual. En una y otra etapa este premio en su categoría «Artes» sigue distinguiéndose por su discriminación sexista: en sus ya 37 ediciones, apenas ha concedido el galardón a un puñado de cantantes de ópera, dos bailarinas y una actriz. Ninguna artista visual, o plástica, ni cineasta ni arquitecta, ni española ni extranjera; aunque en su día sí fueron premiados los artistas Pablo Serrano, Eusebio Sempere, Antonio López, Eduardo Chillida, Jorge de Oteiza, Antoni Tàpies, Miquel Barceló y los cineastas españoles Berlanga y Almodovar, además de una larga lista de arquitectos, españoles y extranjeros.
Ni siquiera el cambio de nombre del Premio (de Príncipe a Princesa de Asturias desde 2015) ha servido para corregir esta misoginia, presentada como queja ante el Defensor del Pueblo hace unos años por las asociaciones MAV, CIMA y Clásicas y Modernas, que también escribieron una carta a la Fundación Príncipe de Asturias, e incluso entonces presentaron una candidata absolutamente plausible.
Por supuesto, como puede verse en la fotografía proporcionada a los medios por la Fundación, el jurado no ha sido paritario: 10 hombres y 5 mujeres. ¿Para qué va a cumplir la Ley de Igualdad la institución que pretende dar más prestigio cultural a la Corona española a nivel internacional?
¡Impresentable!
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