Bernardí Roig, Joie de vivre, 2018
IMÁGENES DE MUJERES
Carlos Jiménez
La semana pasada en Madrid nos dio buenas pruebas de cuán a debate está la imagen femenina. Tanto que ya no podemos hablar de imagen en singular sino de imágenes divergentes e inclusive contradictorias. La Galería Pilar Serra de Madrid ofreció la imagen beatifica, encarnada en tres esculturas de cabezas de mujer en bronce de Jaume Plensa, acompañadas de dibujos de gran formato que evocan el ingrávido encanto de la sonrisa de la Gioconda.
En «Todos los icebergs son negros» –la gran antológica de la obra audiovisual de Bernardí Roig en Tabacalera curada por Nekane Aramburu– la imagen es otra: carnal, risueña, sexual y fascinante. Sobre todo en la impresionante videoinstalación que se apodera con fuerza del patio de esta fábrica decimonónica y lo hace completamente suyo con la proyección sobre sus muros de un vídeo grabado en la misma tabacalera en la que mujeres desnudas y con solo tacones corretean alegremente. Sin pudor y desde luego sin impudicia. Porque de poner la impudicia se encarga un vídeo emitido por un monitor en una de las salas que conforman el laberinto de este desaforado espacio expositivo. Es un vídeo pornográfico sin atenuantes, en el que vemos a una pareja fornicando a placer.
Eulàlia Valldosera, Dependencia mutua, 2009
Esta celebración de la corporalidad de la sexualidad femenina podría ser descalificada por quienes denuncian que tras la imagen femenina en la pornografía y en la publicidad está la mirada patriarcal que reduce a la mujer a la condición de objeto enteramente a disposición de la voluntad y los deseos masculinos. Críticos o críticas que, en cambio, deberán sentirse satisfechos con «Patriarcado», la exposición inaugurada igualmente en esta semana en el Museo Thyssen-Bornemisza de esta capital. La integran dos video proyecciones y una escultura de pequeño formato. El primero registra la performance en la que Cristina Lucas destruye con una gran maza una réplica en yeso de la escultura que Miguel Ángel dedicó a Moisés, el patriarca por antonomasia. En el segundo, de Eulàlia Valldosera estamos ante una inmigrante ucraniana limpiando meticulosamente la escultura de Claudio –emperador romano– conservada por el museo arqueológico de Nápoles. Guillermo Solana, el director del Thyssen, acertó cuando en su presentación él mismo descubrió la inquietante fusión de dos imágenes: la limpiadora y la de geisha. Porque la sujeción o el sometimiento al macho dominante comportan una carga libidinal que es la ganga de la que deben liberarse tanto la sexualidad femenina como la masculina si es que quieren sobrevivir en una época marcada por la emancipación irreversible de las mujeres.
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Jaume Plensa, Galería Pilar Serra, Madrid. Del 7 de febrero al 25 de marzo 2019.
Bernardí Roig, Todos los icebergs son negros. Films 2000-2018, Tabacalera, Madrid. Del 8 de febrero al 31 de marzo de 2019.
Cristina Lucas / Eulàlia Valldosera, Patriarcado, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. Del 8 de febrero al 31 de marzo de 2019.
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