MARÍA RUIDO: VIOLENCIA Y REPRESENTACIÓN
Joana Baygual
La Panera de Lleida presenta cuatro obras de la artista María Ruido. El proyecto Estado de Malestar (malestar_exhuberancia_anomalía) de 2018 es un ensayo videográfico y autobiográfico, y es el proyecto de vídeo ganador de la 4ª edición del Premio de Videocreación promovido por la Xarxa de Centres d’Arts Visuals de Catalunya –en la cual participa el Centre d’Art la Panera–, LOOP Barcelona y Arts Santa Mónica. Además muestra los vídeos Mater Amatísima, imaginarios y discursos sobre la maternidad en tiempos de cambio, Le rêve est fini y por último L’oeil impératif.
Estas cuatro obras reflejan perfectamente esa representación de la violencia o violencia de la representación, que queda cumplidamente sintetizada en la muestra. Todas esas violencias representadas, a las que estamos tan acostumbradxs, y que ya no somos capaces de percibir como tales, porque las hemos incorporado y normalizado a nuestro subconsciente. Y esas violencias de la representación que también son un sistema del ejercicio de la violencia, sobre todo si eres una mujer, racializada y/o de clase trabajadora.
En concreto Estado de Malestar habla de la privatización de los malestares. Pone en evidencia cómo el neoliberalismo nos enferma, nos convierte en individuos ansiosos y nos obliga a vivir nuestros problemas de manera individual. Nos sentimos culpables de no ser capaces de cumplir con lo que se nos exige, sin tener en cuenta que vivimos en una articulación de relaciones sociales donde se hace muy difícil poner en común estos malestares contemporáneos. Somos la maquinaria de un sistema que si flaqueamos nos proporciona los medios necesarios, ya sea mediante medicamentos, terapias, etc. para recuperarnos lo antes posible y continuar formando parte del sistema de producción. “Si quieres, puedes”, es una falsedad ya que aunque quieras, si no tienes las capacidades, no puedes. Todo esto nos lleva a un sentimiento general de frustración, que intentamos anular y superar mediante el consumismo, abuso de fármacos, etc.
En esta obra vemos la presión que sufren en concreto las mujeres para mantenerse en el lugar que les corresponde por requerimientos sociales o por tradición impuesta, soportando estoicamente ese estado de malestar. Es, en resumen, un análisis de la ansiedad colectiva, la depresión y las enfermedades propias y particulares de nuestra sociedad actual.
María Ruido considera que el arte puede convertirse en una herramienta para enfocar ese malestar, para visibilizarlo y devolver al contexto social desvelando los peligros de ese sistema. Cree en la sanación colectiva; cómo en comunidad podemos afrontar esas violencias que nos rodean, enfrentándolo desde el activismo y valorar el hecho de que estar al otro lado de la normalidad puede ser todo un potencial para avanzar y superarlo.
Mediante ensamblaje de imágenes apropiadas de archivo y de diferentes entrevistas a personas de dentro y fuera de la salud mental, a ambos lados del estigma de la locura; del mundo laboral, en la fábrica; a partir de textos de Mark Fisher, Franco Berardi y Santiago López Petit; conversaciones con filósofos, psiquiatras, personas afectadas, algunas del colectivo InsPiradas de Madrid, e inocentes niños que leen textos del móvil sin ser conscientes que en un futuro no muy lejano formarán parte de ese estado de malestar. Todo fusionado con una excelente banda sonora del grupo Edredón, que actuó en vivo el día de la inauguración.
Mater Amatísima, imaginarios y discursos sobre la maternidad en tiempos de cambio (2017) consiste en un ensayo sobre el hecho de la maternidad y de cómo las mujeres elegimos libremente ser madres o somos empujadas a ello para perpetuar un orden social, impuesto por el patriarcado. Plantea cómo el sistema nos empuja a la reproducción, muy necesaria para preservar la estructura social, manteniéndonos en el contexto de los cuidados, en un ámbito íntimo.
L’oeil imperatif (2015), rodado en Marruecos, plantea cómo en países con una historia de colonización no muy lejana, todavía persisten ciertos estereotipos, se conservan unos imaginarios de exotismo, se mantienen nostalgias y recuerdos del pasado para continuar con el invisible control de los países europeos, impidiendo una emancipación efectiva y real.
Y por último Le rêve est fini (2013-2014), una película también en la línea postcolonial, que en este caso habla de Túnez, y nos cuenta que tras la revolución árabe de 2011, se ha convertido en un país no dictatorial pero con las mismas desigualdades, falta de libertades y horizonte para la sociedad tunecina que cuando mandaba el dictador Ben Alí. Semejante desilusión se junta con las políticas europeas antiinmigración promulgadas desde Europa que están transformando el mediterráneo en un inmenso camposanto.
María Ruido, La representació de la violència / La violència de la representació, Centre d’Art la Panera, Lleida. Del 16 de marzo al 5 de junio de 2019.
Más información:
http://www.lapanera.cat/
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