CATACLISMO

LA VIDA COMO PAISAJE. MARÍA DEL MAR ARNÚS, BIÓGRAFA DE JOSÉ LUIS SERT

LA VIDA COMO PAISAJE. MARÍA DEL MAR ARNÚS,
BIÓGRAFA DE JOSÉ LUIS SERT
Menene Gras Balaguer

¿Por qué una reseña sobre una biografía del arquitecto José Luis Sert en una publicación como M-Arte y Cultura Visual? Porque la escribe la historiadora del arte María del Mar Arnús, y su aproximación al sujeto biográfico es también una reivindicación del protagonismo de la mujer en la narrativa biográfica y autobiográfica, como depositaria de historias y su conservadora para que los relatos constitutivos de una vida, cualquier vida no se pierdan. Pero, antes de hacer esta justificación, conviene decir que es una buena biografía y probablemente la mejor que se ha escrito hasta ahora de esta figura menos conocida de lo que parece sugerir la divulgación de su nombre en el medio específico que corresponde a su profesión. La biógrafa ha sabido crear esta empatía imprescindible con el sujeto biógrafo y que este la transmita al lector haciendo sentir lo que Edith Stein llamaba vibración, a través de la cual este se comunica con este otro Yo, el del sujeto biográfico originario y el de quien lo construye. En 1905, Husserl introdujo el concepto de empatía tratando de identificar la experiencia de las vivencias ajenas y en qué se diferencian de las propias. No obstante, fue su discípula Edith Stein, que en 1916 leyó su tesis doctoral –«Zum Problem der Einfühlung» (Sobre el problema de la empatía)– la que desarrolló su tesis sobre el sujeto que empatiza y el sujeto empatizado, estableciendo una diferencia cualitativa entre las experiencias que uno y otro tienen de cada uno. Creo interesante aprovechar esta oportunidad para poner de relieve el papel de la mujer en la constitución del sujeto biográfico y autobiográfico, tanto cuando desempeña esta función como cuando es narrada por otros. En particular, en un caso como el presente, cuando no se trata de la biografía de una mujer sino de un hombre escrita por una historiadora que ha realizado el esfuerzo equivalente para reconstruir una vida poniendo en práctica esta empatía por medio de la cual el lector se encuentra con el sujeto biográfico y su autora.

El género biográfico y autobiográfico se nutre de la investigación y de la capacidad literaria necesaria para re-narrar los paisajes mutantes de una vida, propia o ajena, desde el nacimiento hasta la muerte, con múltiples concesiones para llegar a dar un sentido a la existencia y contribuir a su vez a la historia de una figura específica, que es también la historia de la época en la que aquella vivió. La unidad de ser y tiempo es indisociable, ya que toda existencia se subordina a su temporalidad y es un permanente acontecer. En cada una de nuestras vidas, se suceden los paisajes que el sujeto atraviesa por etapas acumulando vivencias y experiencias donde actúan toda clase de fuerzas. El biógrafo a su vez trata de ordenar y clasificar los datos que le aporta la investigación y la reflexión, haciendo una criba de los materiales encontrados y rehaciendo los recorridos de una trayectoria donde confluyen numerosos elementos culturales y sociales de extrema complejidad, como ocurre aquí. La aparición de la biografía de Josep Lluis Sert (1902-1983), escrita por María del Mar Arnús y recientemente publicada por editorial Anagrama, reabre ciertas cuestiones fundamentales relativas a la autoridad del biógrafo y su hegemonía a la hora de escribir el relato de una vida, seguidas de las que plantea la incorporación de la mujer a la biografía, en tanto que autora o biógrafa y en tanto que sujeto biográfico, y la reconstrucción de hechos unida a su contextualización periódica. La vida es una suma de paisajes que se atraviesan como las etapas de un circuito, donde el azar interviene en mayor o menor medida fomentando las desviaciones, los grandes éxitos y fracasos, y las múltiples incidencias conscientes o inconscientes que inesperadamente alteran una trayectoria vital como es la del presente caso.

La biografía del Sert arquitecto es un proyecto que María del Mar Arnús acariciaba desde hacía mucho tiempo con la intención de reivindicar su vigencia y ampliar la información existente sobre la persona y su obra, aportando multitud de datos relevantes sobre la vida privada y pública de esta figura. La historia de la arquitectura del siglo XX siempre se podrá reescribir mientras su reactualización aporte valor a la interpretación que se haga de hechos y circunstancias diversas, por obvias que parezcan. Siempre se pueden descubrir aspectos a los que se pueden dar visibilidad, y esto es lo que la autora de esta nueva biografía de Sert se propone llenando los huecos y vacíos existentes en otros proyectos de semejantes características. Su perseverancia ha sido indispensable para la reconstrucción de una narración que debía hacer una aportación a las biografías ya existentes, y para poder hacerlo se trataba no sólo de ampliar la contextualización a lo largo del siglo XX, sino de hacer un intento de aproximación a la vida privada del sujeto biográfico levantando puentes entre esta y la vida pública. Esta posibilidad sólo la podía tener alguien como ella, por los vínculos familiares con el sujeto de esta biografía y el interés personal por dejar constancia del patrimonio intelectual dejado por este a las generaciones posteriores a él. Para ella, el desconocimiento del Sert arquitecto y de la persona misma, pese a compartir escena y escenario internacionales con grandes figuras de su generación en una época del siglo XX en que esto no era lo más común, ha sido un importante incentivo a la hora de emprender la elaboración de este libro.

Hacer una biografía es una manera de hacer historia desde el caso particular del sujeto biográfico al que se convierte en caso de estudio y se aborda a partir de la información obtenida para abarcar el desarrollo de una vida en la espacialidad y temporalidad de una existencia individual y compartida. Las circunstancias que intervienen agitando el curso de los acontecimientos que afectan a este sujeto resultan siempre significativas, por cuanto introducen cambios que cambian a su vez lo que parece suceder en cada fase o período y en su territorialidad específica. La autora de esta biografía tenía ante sí un trabajo de investigación y documentación imprescindible para hacer necesaria una biografía más del arquitecto y demostrar el valor de la arquitectura, como una profesión que pudo y puede facilitar el bienestar social propiciando unas mejores condiciones del habitar. Hacer una biografía significa llenar de sentido a algo o a alguien, y no sólo al sujeto biográfico o biografiado sino a aquellas personas que le rodearon y la época o las épocas constitutivas de la historia general y particular de su entorno. El interés de esta biografía reside en gran parte también en la reconstrucción de un tiempo histórico global, que se relaciona no sólo con una familia, una burguesía, una ciudad y un país, sino con todos aquellos lugares por los que transitó y se quedó temporalmente este sujeto biográfico. Barcelona, París, Nueva York, Cambridge Massachusetts, lugares donde permaneció gran parte de su vida, y aquellos países a los que viajó, se convierten en lugares altamente significativos, donde se domicilian pasajes de una vida personal y profesional que no puede ignorar la Guerra Civil española ni la IIGM, ni el exilio forzoso al ser objeto de inhabilitación por parte del gobierno franquista. El método empleado parece consistir en una especie de conversación silenciosa con este sujeto y los testigos que le conocieron o mantuvieron alguna relación con él, cuyos recuerdos han sido muy útiles para confirmar datos o para aportar otros nuevos sumados a los más personales de la propia autora y a aquellos obtenidos a raíz de su investigación.

El libro reivindica el género, y reivindica también a su autora y el esfuerzo realizado para hacer estos movimientos de aproximación y distanciamiento consecutivos con respecto a su personaje y a los mundos a los que ella accede desde dentro y desde fuera respectivamente. Pero, aún así, por qué escribir un libro más sobre el arquitecto y por qué hacerlo ahora, probablemente son preguntas que se ha hecho muchas veces hasta encontrar las respuestas en hechos comprobados como el intento socializador de su arquitectura, entendiendo la función social de esta última asociada tanto a la innovación y al desarrollo de la tecnología aplicadas a la construcción, como a los instrumentos para su modernización. La insistencia del arquitecto en la vivienda social y en la defensa de una arquitectura inseparable de la planificación urbanística justifican el interés por esta figura tal como se quiere transmitir aquí. El alcance de su trayectoria es otro de los aspectos que se pone también en valor por la internacionalización que aquella logró en una época de nuestra historia donde la movilidad geográfica no era fácil. Las sucesivas mudanzas del arquitecto tuvieron como destinos decisivos París y Harvarde, tras finalizar la carrera en la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Sert se pone en contacto con Le Corbusier al que admiraba y esta relación que se inicia a raíz de su viaje a la capital francesa en 1926 y en 1927, desde que entra a formar parte de su equipo, durará toda la vida. Sus primeros proyectos datan de los años 30, el edificio de viviendas de Roselló-Calabria en Barcelona (1929), la casa Barco de la calle Muntaner (1930-1931), la Casa Bloc (1932-1937) y el Dispensario Antituberculoso del Raval (1934-1938). Después, vendrá la Guerra Civil, y el arquitecto de nuevo irá a París donde se instalará y diseñará el Pabellón de la República Española para la Exposición Internacional de esta ciudad en 1937, reconstruido en Barcelona en 1992, sin poder volver a España.

Pero antes de todo esto, la narradora de esta biografía advierte que el punto de partida del libro es la historia de un grupo de amigos de la escuela de arquitectura de Barcelona que bajo la influencia de la Bauhaus y de Walter Gropius, al igual que adoptando el estímulo que representó Le Corbusier al impulsar siempre con argumentos innovadores la arquitectura racionalista y estrategias como la “promenade”, se propusieron identificar los cambios que se debían introducir en la arquitectura para responder a las necesidades de la vivienda de aquel momento, a la socialización de la arquitectura y a la visión de una arquitectura de vanguardia como rezaba el nombre que los agrupaba, el GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). El relato empieza en Ibiza, donde la autora reúne a Walter Benjamin y a Josep Lluis Sert, Albert Camus, Michel Leiris y Rafael Alberti, entre aquellos que viajaron en los años treinta a la isla, atraídos por el primitivismo de la arquitectura rural, la naturaleza y el paisaje, que parecían haberse mantenido fuera del impacto de la creciente industrialización cuyo máximo exponente fue el Modernismo. De esta pasión por Ibiza, la isla que siempre llevó dentro a lo largo de su vida según Arnús, resultó el libro Ibiza, fuerte y luminosa (1967). Pero, a todos estos antecedentes cabe sumar la defensa de la arquitectura como obra de arte que fue sin duda el aliciente que le hizo perseverar en su constante formación a través de innumerables viajes como el que hizo con Moncha, su mujer, y Torres Clavé a París en 1926, Italia, Moscú en 1934. Inhabilitado por el gobierno franquista para el ejercicio de la arquitectura, en 1941 viaja a EEUU, donde vivirá más de tres décadas. A su llegada creó junto con otros arquitectos el Town Planning Associates, un estudio de urbanismo y arquitectura que hizo varios proyectos urbanísticos para Latinoamérica y el Plan piloto de La Habana. Posteriormente, sería profesor de arquitectura en la Universidad de Yale durante un año y en 1953 fue nombrado decano de la escuela de diseño de la Universidad de Harvard.

La intención que mueve a la autora de esta biografía es contribuir al redescubrimiento de Josep Lluis Sert arquitecto, urbanista, teórico de la arquitectura y al de todos los mundos en los que se integró y atraviesan su trayectoria. Para ella, es un referente que no se puede obviar tanto por su aportación como por su compromiso moral con la profesión, su integridad y su humanismo. Las relaciones personales del arquitecto con su tío, el pintor y muralista José M. Sert (1874-1945), el cual fue en cierto modo su protector en los inicios de su carrera profesional brindándole diferentes apoyos como la posibilidad de rehabilitar el conjunto de Mas Juny, Mas Castell y Mas Olivé en la playa de Castell en Palamós, en 1930. También fue él quien le facilitó las relaciones que mantuvo con artistas como Picasso, Léger, Giacometti, Mondrian, Duchamp, Calder, Joan Miró, Joan Brossa y también el poeta J.V. Foix o cineastas como Luis Buñuel, entre otros, que hicieron de él una figura altamente representativa de la cultura del siglo XX. En 1956, construyó el estudio de Joan Miró en Palma de Mallorca, la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence entre 1959 y 1964, y la Fundación Joan Miró de Barcelona entre 1972 y 1975. Estos edificios dan a entender el tipo de vínculo que tuvo con las vanguardias artísticas y hasta qué punto su vinculación con el mundo del arte es consistente para poder hacer estos proyectos tan específicos.

A pesar de la extensa bibliografía existente sobre Josep Lluis Sert, este libro aporta una sólida argumentación para la puesta en valor de una vida dedicada a la profesión y de una trayectoria internacional, desde el conocimiento de la vida privada y pública de una figura familiar para su autora, que se remonta hasta el árbol genealógico evidenciando su parentesco. Gran parte de esta información permanecía inédita, pero lo que es más importante, la manera en que todos los datos se articulan por medio de múltiples asociaciones entendiendo que aquellos forman parte de un todo. Se trata de un retrato figurativo sobre paisajes de una vida que ofrece todas las claves para comprender qué fue el siglo XX y que significó el trabajo de este arquitecto entre todos los de su generación, así como para valorar qué sigue vigente de esta trayectoria y qué complicidades se mantienen con el presente. Además de la información bibliográfica que se incluye en el correspondiente volumen, también se agrega un índice analítico de nombres, que resulta muy útil para todas aquellas consultas que el lector quiera hacer a propósito de las numerosas menciones que se facilitan en el texto. María del Mar Arnús es historiadora del arte, y antes de escribir esta biografía, autora de “Comillas, preludio de la Modernidad” (2000). Ha colaborado en diversos medios y catálogos de exposiciones, y ha actuado como ponente en seminarios y mesas redondas en particular sobre el Modernismo catalán. En 2009, hizo el guión de un documental sobre Sert, arquitecto, que no llegó a realizarse, y entre los proyectos comisariados, merece destacar “Rubió i Tudurí. El jardín como obra de arte” (1985), “J.M. Sert. La pintura como espacio transfigurado” (1987), “A. Gaudí y el Modernismo catalán” con Beth Galí (1988), “Luis Marsans. Del concepto a la representación” (1995) y “J.M. Sert. L´Arxiu fotogràfic del model” (2011-2013).

El libro se lee como un relato muy ameno incentivando la curiosidad del lector por saber más acerca del sujeto biográfico en el que se producen tantas confluencias culturales y sociales como las que se nos descubren a través de los itinerarios registrados por su autora. La historia que se nos cuenta es una suma de muchas historias que ocurren en la vida de un arquitecto visionario que quiso cambiar muchas cosas y que supo aprovechar su posición en cada momento de la vida para dar un sentido a la práctica de la arquitectura, de manera que esta pudiera contribuir a la socialización del bienestar. El relato por medio del cual se contextualiza la biografía aborda la vida privada y pública del personaje como un todo que no se puede desintegrar. Su autora aspira a hacer un registro lo más completo posible de todas las fuerzas que intervienen unidas o por separado en cada momento del recorrido, teniendo en cuenta circunstancias que otras biografías no contemplan, sobre todo en lo concerniente a la vida privada y a las circunstancias más personales, que por supuesto no se pueden obviar a la hora de emprender una biografía, en la medida en que esclarecen hechos particulares y aportan instrumentos para la investigación antropológica y sociológica de ciertos pasajes de la historia. Se ha escrito mucho sobre el género biográfico como género literario y también como género de géneros, por cuanto intervienen todas aquellas disciplinas que se asocien con un sujeto biográfico determinado, para abordar una vida, la que sea, cuando su aportación se convierte en herencia universal.

María del Mar Arnús, Ser(t) Arquitecto. Ed. Anagrama, col. Biblioteca de la Memoria, Barcelona, 2019.

.

Introduce tu comentario

Por favor, introduce tu nombre

Debes introducir tu nombre

Por favor, introduce una dirección de e-mail válida

Debes introducir una dirección de e-mail

Por favor, introduce tu mensaje

MAV Mujeres en las Artes Visuales © 2024 Todos los derechos reservados


Diseñado por ITCHY para m-arte y cultura visual