CATACLISMO

ABOUKIR, O UNA REFLEXIÓN SOBRE EL AISLAMIENTO Y SUS DEVENIRES

ABOUKIR, O UNA REFLEXIÓN SOBRE EL AISLAMIENTO Y SUS DEVENIRES. DESCUBRIENDO A LA FOTÓGRAFA MENDIA ECHEVERRIA
Lorena Trigueros Arranz

Aboukir es un refugio construido desde el aislamiento. Un mundo íntimo y único que se asienta en el sosiego de espacios aislados. Lugares propios recluidos de la lógica dominante en las esferas compartidas; momentos conformados desde el retraimiento. Aboukir es una reflexión sobre los devenires de la soledad”. Mendia Echeverria

A través del anterior párrafo con sabor a intimidad y aislamiento, algo que conocemos ya a estas alturas del confinamiento, presentamos a Mendia Echeverria (1989). Fotógrafa vasca afincada desde hace años en Madrid, posee una interesante trayectoria y formación. Es graduada en Fotografía (URJC), masterizada en Fotografía Artística y Narrativas Contemporáneas (URJC) y doctoranda en Educación (UAM). Su rica trayectoria expositiva, tanto individual como colectiva, comenzó en 2013 con Ofelia en el festival SegoviaFOTO (2015) y se extiende hasta la actualidad; igualmente, ha sido premiada en numerosos concursos de relevancia, tales como Descubrimientos PHotoEspaña (2017), Cantera Tabacalera (2018) y el reciente EA Visiona (2020), entre otros. Conceptos como memoria e identidad atraviesan su obra, rastreando huellas y a la vez dejando otras de gran belleza.

Lo primero de todo, ¿cómo está afectando el confinamiento por la enfermedad COVID-19 a tu vida artística?

La primera semana fatal porque no podía concentrarme nada, cero creatividad, vamos. Cero, cero. Y estos días, bueno, como ya no queda otra y tenía que hacer cosas para la tesis… al final tenía que escanear todo el material que he traído de París. Estoy haciendo cosas pero no como en la vida normal. Mi dedicación casi exclusiva desde hace un año es la creación de un proyecto, y el estar encerrada en casa no me beneficia. Tampoco el no poder viajar.

Y este proyecto en el que estás sumergida, ¿hacia qué está dirigido?

Es parte de mi tesis. Pero al final he estado creando dos: uno, del mes de enero a julio, que ya terminé; y ahora he empezado otro que es el proyecto propiamente de la tesis.

¿Qué encontraste en la fotografía para convertirla en tu medio de expresivo?

Empecé a interesarme por la fotografía cuando empecé a estudiar Diseño, que contenía una asignatura de fotografía. Me interesó mucho, y cuando terminé continué estudiándola a través de un módulo, porque por aquel entonces no existía el grado oficial. Justo después del módulo sacaron la carrera, a la cual entré; y después de ella al máster y al doctorado. Siempre me ha gustado el arte en general, pero sí que es cierto que cuando descubrí la fotografía dejé de dibujar y de pintar, y me dediqué en exclusiva a la fotografía. La fotografía me interesa porque es un medio por el cual es posible llevar a cabo ciertas representaciones o ideas que de otra manera no serían posibles.

¿Crees que la serie Aboukir puede hacer sentir más identificada a la audiencia por el momento histórico que acontece?

Cuando yo empiezo a hacer fotografía, esta parte de un concepto más intimista como se plasma en Aboukir (2016-2018). No se trata de mí, pero sí de mi pareja, con quien comparto un mundo íntimo, por lo que también podría ser una especie de autorretrato. Y este modo de hacer fotografía va un poco en la misma línea de acción de una persona que se acerca por primera vez a la fotografía: la fotografía es una manera de expresar lo que yo pienso o siento.

Ahora por el confinamiento, la mayoría de artistas o personas que necesiten expresarse, pueden hacerlo mediante una cámara y podrían crear perfectamente una serie del mismo estilo de Aboukir, aunque desde un encerramiento obligado. La serie Aboukir se construye desde diferentes lugares que visitábamos mi pareja y yo cuando viajamos, y de hecho la serie es más extensa que la que aparece en mi web; es una serie que se extiende hasta la actualidad en realidad. Cuando viajábamos, porque yo percibía que el momento de regresar al lugar donde nos hospedábamos en cada ciudad, era muy íntimo, en el que solo estábamos mi pareja y yo. Una persona que está viviendo el confinamiento sola o con su pareja, sí creo que puede llegar a identificarse o inspirarse bastante con la serie.

A modo de curiosidad, ¿cuál es la relación entre el título y la temática de ésta serie?

Aboukir es una calle de París, y la primera foto que le hice a mi pareja, protagonista de la serie, fue en un hotel situado en esta calle.

¿Podrías compartir con nosotras cuál ha sido el desarrollo conceptual de tu fotografía?

Partí del concepto de intimidad, como ya he comentado, con Aboukir. Cuando termino esta, empiezo a trabajar en unos proyectos totalmente diferentes. Comienzo a tratar los temas de memoria con Morbus (2017), y sigo trabajando en ello en las siguientes series.

Hemos apreciado que memoria e identidad son los principales conceptos que atraviesan y muevan tu obra, ¿por qué precisamente estos?

Identidad, porque creo que es un tema recurrente en mucha gente que comienza a crear una obra artística y también es una manera de buscar; comienzas buscando en ti misma, tu propia identidad. Y memoria, porque mi abuela sufrió alzheimer. El hecho de ausentarme de mi casa durante nueve meses, despedirme de ella completamente lúcida, regresar y que no me reconociese, me impactó mucho. Así surgió Morbus. Tras ella, me di cuenta de que la memoria me interesaba ya no solo a través de una enfermedad, sino en general. Continué trabajando este concepto en la serie Antrum (2018), que habla de la perdida de la memoria pero desde un hecho histórico. Después, hice Cartographie Éphémère (2019), que también habla de un lugar: ya que la naturaleza es cambiante, como la memoria está en constate evolución. Y finalmente, parte de mi tesis está siendo fotografiar y grabar en vídeo para crear un nuevo archivo sobre el museo y la memoria.

¿Y por qué la naturaleza como medio para plasmar estas ideas?

No es que utilice la naturaleza en sí, sino que elijo un lugar o espacio que me interesa. En el caso de Antrum, a mí me interesa el lugar en sí por la historia que hay detrás, de cómo ha sido olvidado. Igualmente pasa en Cartografía Efímera, cómo cambió su significado.

Como mujer artista, ¿has sufrido las consecuencias del género, en forma de discriminación dentro el sistema artístico?

Personalmente, yo no. Pero es obvio que existe discriminación hacia las mujeres. No hay más que ver quiénes conforman la institución artística: miembros del jurado, críticos, directores de museos… en su mayoría hombres; aquí veo especial discriminación hoy día. También creo que la fotografía, por su contemporaneidad, ha sido un arte “más transigente” con las mujeres. Más que otras artes más tradicionales como la pintura. Pero sí que creo que la Historia y su construcción sigue dando preeminencia a los artistas hombres, paradójico si pensamos en la actualidad y en la cantidad de mujeres fotógrafas existentes. Por suerte, a día de hoy se está escribiendo otra Historia, en la cual las mujeres están alcanzando presencia. Ejemplo de todo esto es la Escuela de Helsinki, escuela de fotografía contemporánea casi únicamente formada por mujeres, la cual yo he estudiado.

¿Posee tu obra una intención política o social?

No considero que mi obra sea intencionadamente política, es algo que no me interesa. Trato temas que pueden insertarse en lo político y social, como la memoria, pero no a nivel de memoria histórica. Por ahora. Quizá algún día cambie de parecer. Quizá el último proyecto en el que estoy trabajando puede llegar a tener algo más de carácter político, por la situación que estamos viviendo ahora: quizá hablar de política en temas culturales. Pero no de manera personal, sino de carácter informativo: qué es lo que está pasando. El feminismo como temática política sí que me mueve, reflexionar sobre la posición de las mujeres en la Historia.

¿Has realizado algún proyecto de temática feminista?

Sí. Durante mi estancia en París realicé una exposición para la semana de la mujer. Y recientemente, este pasado mes de marzo, para la Universidad Autónoma de Madrid, dentro del programa de actividades programadas por el Día Internacional de la Mujer. Visibles apareció empapelando el suelo de la entrada a la Facultad de Formación de Profesorado y Educación. Retratos de mujeres anónimas intercalados con nombres de grandes mujeres de la Historia. La finalidad era hacer un ejercicio de visualización de todas estas mujeres, mientras contradictoriamente iban desgastándose por las pisadas de la gente al entrar y salir; desgaste que llevaría al olvido, remitiendo a la suerte que las mujeres corrieron y aún siguen corriendo en la Historia.

Entonces, ¿en general considerarías que tu arte participa de lo feminista?

Soy una fotógrafa feminista porque me considero feminista. Por ello creo que mi obra debería considerarse de esa manera a pesar de que no toque temas relacionados con la feminidad. Mi obra es expresión de mi persona, y para mí no es necesario expresar o reivindicar esa feminidad.

¿Cómo dirías que es acogida tu obra?

Es bien acogida. Pero supongo que cada obra encaja en un sitio diferente, y cada artista tiene que encontrar su propio espacio teniendo en cuenta qué temas artísticos están de moda y cuáles no, y entre medias dónde encaja su obra.

¿Cómo crees que se entiende la fotografía hoy día? ¿Cuál crees que es su devenir?

Creo que la fotografía se ha hecho un hueco, que cada vez está más presente en las instituciones. Ahora están apostando por ella para crear las colecciones, como por ejemplo ha hecho el Museo del Prado, o ferias artísticas como ARCO. Es muy difícil que este a la altura de una pintura en cuanto a su valor económico en el mercado, pues aún no tiene el peso del tiempo o esa carga simbólica. La fotografía abarca muchísimos campos y va creciendo. Y es interesante que en España, que antes no existía, exista ahora una formación completa y universitaria en fotografía. Algo muy positivo es que cada vez se invierte más en becas y residencias para fotografía, cuestión que en el pasado se limitaba a las artes plásticas. La fotografía es algo moderno, y cada vez va a más, incluso a nivel de usuario, algo que creo que la favorece: el usuario que fotografía con su móvil puede sentir inquietud por obras fotográficas.

Y ya para despedirnos, ¿podrías recomendarnos un par de fotógrafas a las que admires y te parezcan diferentes?

Claro. Ursula Schulz-Dornburg y Sally Mann.

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Más información:
https://mendiaecheverria.com
https://www.instagram.com/mendiaecheverria/?hl=es

 

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