Laura Torrado, Jaque a la reina, en galería Feijo
APERTURA ARTE MADRID 2020
Redacción
La fiesta de las galerías se celebra del 10 al 13 de septiembre. 50 galerías con más de 75 artistas inaugurando simultáneamente y celebrando la creación contemporánea. De los proyectos individuales que vertebran esta nueva edición, únicamente 15 de ellos están protagonizados por mujeres, lo que representa un 33%. Ese porcentaje mejora el de la pasada edición, que estaba en torno a un 20%, aunque todavía falta un buen trecho para poder hablar de paridad.
Destacamos las siguientes exposiciones.
Cristina Lucas, Subjects in mirror are closer than they appear, galería Albarrán Bourdais, C/ Jorge Juan 12, Madrid.
La artista nos recuerda con su trabajo que el arte es una seducción que sirve para hacernos conscientes de lo que está ocurriendo en nuestra sociedad. Interesada en los mecanismos de poder, analiza las principales estructuras políticas y económicas, diseccionándolas para revelar las contradicciones entre la historia oficial, la realidad y la memoria colectiva. Enfrenta el flujo de información tratando de estructurarlo en cartografías, instalaciones o imágenes creando lecturas posibles aunque siempre inconclusas. Determinados por un horizonte ecológico global, inmersos en un proceso que nos involucra en el mundo sincrónico del capital, en el mercado libre global, no solo de artículos, sino también de información, nos enfrentamos a la idea de que el “progreso” de la modernidad ya no es viable frente a los inminentes desastres ecológicos, sociales y económicos como claramente apunta Bruno Latour en “Nunca fuimos modernos”.
Isabel Muñoz, Coup de coeur, galería Blanca Berlín, C/ Limón 28, Madrid.
Esta muestra es un recorrido por la trayectoria de Isabel Muñoz, por obras poco conocidas o inéditas. El comisariado ha sido como los cadáveres exquisitos de las vanguardias. La artista proponía una obra y la galerista otra, desde su primer platino en gran formato (de la serie Lewis Carrol, de 1982) a la última fotografía de la serie Japón, en la que utiliza una técnica diferente: Impresión sobre vidrio y oro de 24 quilates. Las fotos expuestas en la galería van acompañadas de un código QR mediante el cual se podrá escuchar la voz de Isabel explicando la foto y lo que ha representado en su trayectoria artística.
Elena Asins. Obras de 1970 a 1990, galería Elvira González, C/ Hermanos Álvarez Quintero 1, Madrid.
Su obra radica en la distribución y ordenación de objetos espaciales, cuya posición expresa relaciones y esencias, mediante un gran rigor compositivo y depuración formal en una gran variedad de formatos y soportes. Elena Asins fue precursora en la utilización del ordenador en el arte, uniéndolo a la tradición constructivista de Las Vanguardias. Asins está considerada la madre del movimiento artístico conceptual y cibernético en España. Fue también escritora y crítica de arte. Su obra se encuentra en Museos y colecciones privadas de casi 40 países. En 2006 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y en 2011 el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Diana Larrea, De entre las muertas, galería Espacio Mínimo, C/ Dr. Fourquet 17, Madrid
Un proyecto que nace a partir de la acción artística online “Tal día como hoy” que la artista ha venido desarrollando los últimos años en internet. Se trata de un trabajo híbrido de activismo feminista e investigación histórica que consiste en publicar en las redes sociales las biografías y obras de mujeres artistas del pasado olvidadas o desconocidas. Este intenso proceso de estudio y divulgación llevado a cabo durante dos años, le ha permitido conocer el trabajo de más de 480 creadoras plásticas de distintas disciplinas procedentes de diversas culturas, desde la Edad Media hasta el siglo XX. Gracias a esta revisión histórica enfocada en la recuperación y revalorización de la labor artística de las mujeres, «he encontrado -dice la artista- unos nuevos referentes artísticos femeninos a los que me siento vinculada de un modo extraño y permanente. Se trata de un imaginario colectivo reciente que ha estado oculto hasta hace poco y cuyo descubrimiento ha supuesto para mí una revelación. En este proceso he podido comprobar cómo mi necesidad personal coincide con una necesidad colectiva compartida por las artistas actuales. Como si hubiera nacido un nuevo movimiento artístico que yo llamo “Feminismo mágico”, esta nueva corriente del arte está en consonancia con nuestro particular contexto social contemporáneo y refleja una manera intuitiva de sentirnos conectadas las artistas del presente con las del pasado».
Rosa Brun, Obra reciente, galería Fernández-Brasso, C/ Villanueva 30, Madrid.
La muestra presenta una selección de obra reciente de la artista que tiene como punto de partida la reflexión en torno a la capacidad cromática de la pintura y su diálogo con el espacio y el espectador, así como su poder para transformarlos a ambos. Rosa Brun se formó en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad ocupa la cátedra de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada. Inició su carrera en la abstracción lírica y pronto evoluciona hacia el constructivismo y el post-minimalismo, convirtiéndose en una de sus voces más potentes en la escena actual.
Marta de Gonzalo / Publio Pérez Prieto, El ornamento, galería Formatocomodo, C/ Lope de Vega, 5, Madrid.
El proyecto que presentan los artistas reflexiona sobre el insulto, repensando su necesidad desde otro lugar de producción cultural. Lo revalorizan y no renuncian a él, pero con otras intenciones. Lo hacen, en formato audiovisual, a través de unos dibujos de flores y de un vídeo realizado como contestación a la política de la mentira y los falsos dilemas. Marta de Gonzalo y Publio Pérez Prieto viven y trabajan en Madrid desde 1996, tras conocerse en la Rietveld Academie de Ámsterdam. Son profesores de secundaria. Sus proyectos exploran la realidad política del arte, reflexionando sobre cómo se accede a él, cómo usarlo y cómo convertirlo en una práctica igualitaria al tiempo que dinamita los esquemas fijados.
Laura Torrado, Jaque a la reina, galería Freijo, C/ Zurbano 46, Madrid.
La exposición presenta obra inédita de la artista en diferentes formatos (fotografía, vídeo, instalación y performance) y pretende cuestionar las relaciones de poder de las narrativas patriarcales con respecto al desnudo y el cuerpo femeninos, invitando al espectador a repensar la historia del arte y nuestra sociedad contemporánea.
Aurèlia Muñoz, Arte Textil, galería José de la Mano, C/ Zorrilla 21, Madrid.
Aurèlia Muñoz (Barcelona, 1926-2011) es una de las artistas textiles más importantes del siglo XX, y una de las pocas españolas expuestas en la colección permanente del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Ha recuperado el papel central y de referencia que ocupó, tras el renacimiento del arte textil en las décadas de los 60 y los 70. A pesar de todo, ha sido víctima del olvido que ha sufrido el arte textil en el arte contemporáneo. Aurèlia Muñoz empezó construyendo “collages” de telas. La técnica del macramé le permitió elaborar esculturas suspendidas utilizando el yute y el sisal. Desde 2019, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) le dedica una sala permanente y el MoMA expone tres de sus piezas en su colección permanente.
Raha Raissnia, Remain, galería Marta Cervera, C/ Valencia 28, Madrid
La exposición presenta una instalación compuesta por una película en 16 mm titulada “Galvanoscope 1”, una serie de pinturas al óleo sobre paneles de madera y un conjunto de diapositivas de 35 mm titulada «Cryptocrystalline». Las instalaciones de Raissnia se proyectan a través de pantallas colgantes para crear una entidad arquitectónica. Todas las obras comparten la fusión de lo analógico con lo digital, lo pintado a mano con lo fotográfico. La artista iraní estudió en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago y en el Instituto Pratt. En 2016 su trabajo fue objeto de una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Agathe Pitié, Galería Michel Soskine, C/ General Castaños 9, Madrid.
Agathe Pitié se describe a sí misma como una “Artista Punk Medieval”. Su obra, inspirada en maestros illuminati de la Edad Media, se ejecuta creando una cosmogonía de personajes de diversas épocas.
Gabriela Bettini, Topografía del borrado, galería Sabrina Ambrani, C/ Madera 23, Madrid.
Su obra es un canto a la naturaleza y una crítica-denuncia de la relación del hombre con ella. Sus paisajes nos transportan a los museos de Historia Natural y a una naturaleza encapsulada y transformada en un campo de cultivo, donde sobreviven las especies en peligro de extinción. Muchos de los proyectos de Gabriela Bettini han girado en torno al espacio doméstico y a la postmemoria en una revisión de las obras de la generación que vivió la dictadura argentina y de la que vivió el exilio, que entroncan con su propia memoria personal. Hoy se centra en la primera colonización cultural y en su legado tal y como ha llegado al presente.
Catarina Botelho, Qualquer coisa de intermédio, galería Silvestre, C/ Dr. Fourquet 21, Madrid.
La exposición muestra fotografías de la serie “Algo entremedias”, basadas en la idea del “tacto que mira”. De ahí que la artista las considere esculturas, aunque Botelho se define como artista visual antes de nada. La práctica de Botelho se centra básicamente en la fotografía y el vídeo.
Ana Santos, galería The Goma, C/ Fucar, 12, Madrid.
En su cuarta exposición individual en la galería, la artista persigue una interpretación libre y personal de la producción de los objetos en relación con el espacio, a través de la comprensión de cómo se vinculan pensamiento y acción. El resultado es un ejercicio poético en la construcción de sus estructuras.
Ana Pratta, Ritual do Habitual / Ritual de lo Habitual, galería Travesia Cuatro, C/ San Mateo, 16, Madrid.
La artista brasileña vive y trabaja en São Paulo. Participó en la 33 Bienal de São Paulo y ha realizado exposiciones individuales en diferentes espacios de São Paulo, Londres o París. Sus obras integran las colecciones del Instituto Itaú Cultural, del MAC Museu de Arte Contemporánea y de la Pinacoteca del Estado, todas en São Paulo, SP. En octubre de 2020 inaugura una exposición individual en el Centro Cultural SESC Pompéia de São Paulo.
Concha Gómez-Acebo, Vanidad y tiranía, galería Utopía Parkway, C/ Reina 11, Madrid.
Los cuadros de la artista Concha Gómez-Acebo son la manifestación de un misterio que se esconde detrás de historias que han interesado a la artista en novelas y cuentos, especialmente de sus mujeres. El misterio, como dice el poeta Tomás Segovia, es “lo que salta a los ojos, no lo que se ve o explica”. Concha Gómez-Acebo comienza a pintar en el Madrid de los ochenta. La crítica la ha valorado como “pintora romántica”, intimista, apegada a una contemplación silenciosa del mundo. Ha colaborado con el pintor Carlos Franco en proyectos como el mural de la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor de Madrid.
Lourdes García O’Neill, galería Marita Segovia, C/ Lagasca 7, Madrid.
Exposición de la pintora Lourdes García O’Neill, en la que nos muestra su nueva obra, «Paisaje interior». Se centra en la emoción del color y el sentimiento de las formas, guiándose por una motivación interior. Reafirmándose que lo importante es sentir, con el color, siempre el color y esas formas que buscan su sitio, que verdaderamente le llenan de felicidad. Sintiéndose libre en el gran formato con óleo y técnicas mixtas.
Diego Benéitez y Marta S. Luengo, Diálogos X, galería BAT Alberto Cornejo, C/ María de Guzmán 61, Madrid.
La galería presenta su décimo diálogo poniendo en juego la suspensión del tiempo con la confluencia de las esculturas de Marta S. Luengo y los paisajes de Diego Benéitez. Ambos proyectos nos trasladan a una realidad artística muy acotada, a un estado emocional muy concreto donde reflexionar acerca del espacio y nuestro lugar en él. El sosiego y los lugares retratados en esta exposición serán la perfecta síntesis para una muestra que jugará con quien quiera ver y sentir. La obra de Marta S. Luengo se caracteriza por la constante investigación con diferentes materiales, la importancia que otorga a la figura humana, a través del cual indaga la experiencia dual entre la sociedad y la espiritualidad. Galardonado con más de una quincena de premios nacionales, Diego Benéitez define amplios espacios naturales donde la luz y la atmósfera dominan sobre la materia terrestre y emplea una paleta de color siempre armónica.
