Paula Noya. Fotografía: César Nistal Carbajo
CONOCIENDO A… PAULA NOYA
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y Máster en Estética y Teoría de las Artes por la Universidad Autónoma de Madrid, su trayectoria artística se desarrolla dentro del campo de la pintura, la fotografía y el videoarte. Entre sus últimas exposiciones individuales cabe destacar «Omnia Vanitas» en la Galería Luisa Pita de Santiago de Compostela (2020), “El velo pintado” en 13EspacioArte de Sevilla (2019) y “Soy aquella! Espacio de desarraigo” en la Sala Alterarte de UVigo en el Campus de Ourense (2018). Este año ha participado también en el proyecto colectivo “Feminismo mágico, una conexión con el pasado”, comisariado por Diana Larrea para la Red-Itiner de la Comunidad de Madrid. Ha impartido asimismo cursos, talleres y seminarios de arte en instituciones como el CMAGEC, Centro Murciano de Arte Gráfico de Murcia, ECAM, Escuela de Cinematografía y Audiovisuales de Madrid de Madrid), el Museo Thyssen-Bornemizsa de Madrid y Museo Nacional del Prado.
Define tu posición en el sistema del arte.
Soy artista visual. Mi trabajo se desarrolla a partir de distintas disciplinas. Dependiendo de la obra que quiero realizar, elijo pintura, dibujo, collage, fotografía, videoarte, instalación…
¿Cómo ves la situación artística en tu contexto en materia de igualdad?
Estamos en un momento en el que se están poniendo sobre la mesa las grandes desigualdades que siguen existiendo en el mundo de la cultura. Asociaciones como MAV o Blanco Negro y Magenta han puesto de manifiesto esta situación. Lo positivo de esto es que, al poner en evidencia esta desigualdad, se puede trabajar para corregirla y así enriquecer nuestra visión de la historia del arte y la del arte actual.
¿Qué medidas crees que se deben tomar para equilibrar la posición de mujeres y hombres en el mercado del arte?
Para empezar, tenemos la Ley Orgánica de Igualdad de 2007 que debería empezar a cumplirse. Exigir que se cumpla en todos los ámbitos del arte. Hay que normalizar la presencia de las mujeres como comisarias, gestoras, investigadoras, galeristas, directoras de museos…
¿Has sentido alguna forma de discriminación por razones sexistas?
He sufrido la discriminación sexista inherente a un estado patriarcal. Desde cómo se dirigían a mi algunos profesores de la facultad, hasta un sistema del arte en el que jurados, galerías e instituciones son dirigidas por hombres. Al estar silenciada la voz de la mujer en el mundo del arte, toda la dimensión femenina no está representada, desaparece.
Recomiéndanos alguna exposición que hayas visto recientemente.
La exposición “Mujeres fotógrafas. Una historia contada a medias” en Tabacalera, Madrid, comisariada por Susana Blas y Antonio Molina Vázquez. Me parece un repaso imprescindible de la evolución de la fotografía en España hecha por mujeres. En la exposición podemos ver a artistas como Esther Ferrer, Carmen Calvo, Isabel Muñoz, Vicky Méndiz, Carla Andrade…
Una artista que haya sido una referencia para ti.
Louise Bourgeois, Mona Hatoum, Doris Salcedo, Anette Messenguer, Marina Abramovic….
Una obra realizada por una autora, de cualquier disciplina, que a tu juicio sea fundamental desde la óptica de género.
“Vagina painting” (1965) Shigeko Kubota.
Shigeko Kubota, Vagina painting, 1965.
Algo para leer.
“La tumba de Antígona” de María Zambrano. Durante el confinamiento “Recuerdos del futuro” de Siri Hustvedt.
Algo para escuchar.
Banda sonora de «The Mood for love» de Wong Kar-Wai, en especial «Yumeji’s Theme» de Shigeru Umebayachi.
Algo para ver.
Durante el confinamiento he visto, entre otras, «Rosa Luxemburg» de Margarethe von Trotta (1986) y «Carrington» de Christopher Hampton (1995). Documentales: “Regarding Susan Sontag” y “Joan Didion: El centro cederá”. Programas de televisión Metrópolis. Series: Black Mirror, Years and Years, Unorthodox.
Algún proyecto en el que te hayas involucrado de forma especial.
En general, cuando participo en un proyecto me implico al máximo. Me acuerdo especialmente de Nos+Otras en Red, un proyecto del departamento de Educación del Museo Thyssen-Bornemizsa en colaboración con la Rede Museística de Lugo. Esta iniciativa creó espacios de diálogo entre diferentes colectivos y asociaciones de mujeres (Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, CPRS Latina, Pueblos Unidos, Ventiallare, Fundación Secretariado Gitano y Grupo Amás), artistas y educadores del museo. Los talleres culminaron con la exposición “La estancia de la memoria” en la que se mostraron las obras de las participantes realizadas durante dos años. Participar en este proyecto fue muy gratificante tanto personal como profesionalmente.
¿Puedes compartir el nombre de alguna persona, colectivo, proyecto o institución que te hayan llamado la atención por sus buenas prácticas?
Como ejemplo de buenas practicas, profesionalidad y cercanía en el trato podría mencionar, desde mi experiencia personal, la exposición “Las formas del alma” organizada por el Instituto Cervantes de Madrid y comisariada por Susana Blas. El proyecto Nos+Otras en Red organizado por EducaThyssen dirigido entonces por Ana Moreno. El proyecto Estado Crítico en la Sala Alterarte de la Universidad de Vigo dirigido por Xosé M. Buxán en el que participé con la exposición “Son aquela! Espazo de Desarraigamento”, comisariada por Paula Cabaleiro.
¿Y por sus malas prácticas?
Todos aquellos espacios, instituciones públicas y privadas y becas o concursos que utilizan fórmulas abusivas de participación, obviando los derechos y naturalizando la gratuidad en el trabajo artístico y creativo. Todos aquellos que no tienen en cuenta el cumplimiento de la Ley de Igualdad a la hora de diseñar su programación anual o sus adquisiciones.
Más información: http://paula-noya.com
.