
RITUAL DEL TÉ (Y CALDO DE PUCHERO)
María Bueno
No hace mucho escribí:
«Cuando mi madre se casó y dejó el campo, en la maleta que la acompañaba llevaba sus enseres y las semillas que la abuela le dio para que las plantara en la ciudad. —Hazlo cerca de tu casa para que las cosechas, el riachuelo y la leña seca te acompañen siempre. Mima la tierra en la que lances las semillas y verás el fruto crecer. Es así que me crié bajando garrafas de agua desde un cuarto piso hasta el solar que se encontraba frente a casa, sin entender muy bien con qué finalidad ayudaba a mi madre. Muchas personas originarias del campo trajeron consigo semillas que diseminaron por la ciudad y, a veces, cuando saco a pasear al perro o voy en bici, si presto atención, soy capaz de reconocer matas de hierbas aromáticas y árboles frutales, allí donde todavía no llegó el servicio de mantenimiento del ayuntamiento. Soy hija de campesinos criada en la ciudad. No entender la vida alejada del campo e intuir cosechas que brotan en mi interior sin saber por qué, me conecta de forma natural con una “memoria personal de la tierra”, la cual intento conectar con otras (memorias) de lugares por los que transito».
Ritual del té (y caldo de puchero) habla de memoria, gastronomía y legado de mis mayores.
Estos elementos son desplegados en esta exposición a modo de mantel gracias a dibujos, pinturas y cerámicas, sin olvidar la lectura de un poemario; mi particular “recetal”. Completa la muestra la degustación de galletas de algarrobas –recién salidas del horno para la ocasión–, gracias a un taller impartido en el que conecto arte y gastronomía.
Importantes para mí son los “recetarios” que me han acompañado hasta ahora: La Cocina Española Antigua y La Cocina Española Moderna, ambos de Emilia Pardo Bazán, las recetas surrealistas de Remedios Varo y Leonora Carrington, la frase de la compañía Bread and Puppets “el arte debe ser un alimento básico en la vida, como el pan”, la obra culinaria de Dorothy Iannone y Bobby Baker, así como las cocinas de Ana Trejo Pulido, Agnes Essonti y las de mis mayores.
En momentos de pandemia como los actuales, reivindico la cocina y los productos del campo como una manera de resistencia frente a la economía que tenemos y se avecina, pensando en todas aquellas personas conocedoras de los ritmos naturales del suelo y cielo, en las alejadas de sus cosechas y, muy en especial, en las obligadas a recolectar de sol a sol y de luna en luna.
María Bueno, entre los olivos y el naranjo. Cañadas de Pareja, 2020





María Bueno, Ritual del té (y caldo de puchero), Galería Ignacio del Río, Málaga. Noviembre 2020 – Enero 2021.