EL RETRATO EN TIEMPOS DE LA ABSTRACCIÓN, ALICE NEEL
Asun Requena Zaratiegui
Primera exposición en nuestro país de la obra de la pintora norteamericana Alice Neel (1900-1981). El título de la exposición, Primero las personas, nos lleva a comprobar que en su interior la psicología y el alma del Ser es lo que le lleva a quedarse con la interpretación del retrato en tiempos en los que si no hacías Abstracción no eras nadie.
Su obra nace a la vez que se va desarrollando su vida: nacimiento de hijos, formación, cambios de residencias, estado político como La Gran Depresión, situaciones familiares de maltratos, fallecimientos de hijos y enfermedad, varias parejas, charlas en universidades, reconocimiento y nombramiento como Miembro Honorífico de la Academia de Bellas Artes. Este párrafo podría describir la curva de su vida basada en el trabajo constante sin seguir tendencias, y en una sociedad artística que supo reconocer a la artista a través de las universidades y, de su hijo mayor, que dio un empujón a los galeristas diciéndoles que tras la muerte de su madre sería demasiado tarde.
El retrato de Neel nos conecta con el tratamiento de la psique del Renacimiento de aquello que ya inventó Leonardo Da Vinci, capturar el alma del retratado. Hasta ese momento solo importaba el parecido de las personas.
La pintora consigue llegar al retratado a través de su pintura viva caracterizada por su cantidad de óleo y la decisión en el trazo que dibuja la anatomía describiendo cuerpo y alma en un trazo.
Sus temas tratan su cotidiano. La Gran Depresión, la diversidad racial de mujeres del Harlem Hispano Americano (1938-1962) al que llegó del Bronx. La política reflejada en las manifestaciones. Su talante progresista hará que trabaje en la WPA, movimiento de la Administración creado para dar trabajo a los artistas y que representasen la América de entonces como parte de la sociedad, es decir, fue un movimiento integrador del artista para que los ciudadanos entendiesen que los artistas forman parte de la cadena social. Neel pensaba que el mercantilismo y el capitalismo habían degradado y destruido al ser humano.
En sus paisajes urbanos podemos encontrar dos variantes; los de la Gran Depresión acompañados de sus personajes calavera en la noche, y los de primer plano de ventanas realizados desde la suya misma desde donde pintaba. Estos últimos recuerdan a la pintura cubana coetánea en su colorimetría y trazo. Alice Neel vivió una temporada en la isla con sus suegros y esta influencia se observa con claridad en sus paisajes.
Sus bodegones reflejan sus costumbres. Sobre ellos destaca el Pavo de Navidad en la fregadera descabezado, tratado en la actualidad como no tema, refleja un primer plano de un acto agresivo hoy en día que en aquellos momentos era normalizado, porque si había que comerlo, había que matarlo, limpiarlo y cocinarlo. Para los que somos de pueblo, el cuadro nos lleva al retorcimiento de cuello o al golpe, a la agresividad del acto. Tardarán mucho los pintores en tratar temas como la fregadera, los lavabos, las cocinas…
La artista critica el arte abstracto y solo encontramos en la exposición una obra en papel. Lo clasifica de antihumanista y dice así:
“No creo que exista ninguna pintura que carezca de buenas cualidades abstractas” (1979).
Al final de su carrera cambiaría de opinión.
Entre sus temas más desbordantes el tratamiento del desnudo, la sexualidad y la muerte. Este último parece muy recurrente en la exposición, pero este tema post mortem ya había nacido en París en 1839 extendiéndose por los continentes rápidamente como recuerdo de los fallecidos.
La enfermedad formó parte de su vida hasta su recuperación, al morir uno de sus hijos y llevarse su marido a su hija a Cuba pra no volver. Neel logró salir de su depresión y seguir con la fuerza que la caracterizó toda su vida ante las adversidades.
Sin duda, lo que destaca en la muestra es el tratamiento de su propia sexualidad y la no aceptación de sus descendientes de los desnudos de los hijos de la propia artista. El autorretrato de la pintora desnuda en su vejez destaca por su compromiso feminista sin cuestionamientos. Retratos de mujeres desnudas con hombres vestidos, desnudos, el mito de Macho Cabrío, Maternidad vestida con sus mellizos desnudos, muestran una amplia visión de la sexualidad de los retratados que la artista trata a la par que sus posturas y las características de sus rostros delineados en masas de color que nos recuerdan a un Picasso parisino en la reminiscencia de las líneas negras y las máscaras africanas, y a los tonos rosas y azul de sus épocas.
Los retratos de las mujeres desnudas y los hombres vestidos me llevan a fruncir el ceño recordando a Le Déjeuner sur l’´herbe de Manet y la sensación de acidez que crea ver a la mujer desnuda y al hombre vestido. Este cuadro, desde luego muestra como la sexualidad no ha cambiado de 1863 hasta finales del siglo pasado. Poco importan las intenciones de la pintora o las de sus modelos, al final es lo que queda y el resultado interpretada por la mirada de cada espectadora o espectador.
En resumen, la retrospectiva de Alice Neel no es nada de lo que os he podido contar, también dice muy poco el cartel pero que algo dice, porque su catálogo de emociones, sentimientos y personas es tan amplio, que confluye en un diccionario retratístico de la sociedad americana en aquellos tiempos. Tampoco nos puede faltar el retrato típico de la Señora Americana, Puertoriqueños, Afroamericanos …
Encontramos resonancias en sus pinturas. De entre ellas a la pintora americana Margaret Keane en el retrato de Señora Americana, a la Odaliscas y Majas, estéticas de la serie filmográfica Starsky y Hucth que arrasó en los setenta, retratos de los redactores de la Constitución Española pintados Hernán Cortes Moreno en el Congreso en uno de sus retratos en que solo se ha pintando el rostro y la silueta del cuerpo, retrato de chico pelirrojo con tono de fondo copiado de los girasoles de Van Gogh como el resto del cuadro, y a los retratos tristes de Corte de Velázquez en sus retratos de niños puertorriqueños.
Los ojos son la clave para deshacer sus retratos en movimiento circular. El tratamiento de la tez oscura casi negra propone una mirada de larga duración de gran maestría y pincelada ancha. ¿Cómo se consigue eso? Tendréis que ver la muestra, que junto con la de George O’´Keeffe expuesta con anterioridad en el Thyssen, y que hoy se encuentra en París, forman parte de un repertorio anual de exposiciones de mujeres americanas que nos sitúan en el contexto nacional.
Importantísima para la historia de las mujeres pintoras.
Alice Neel, Primero las personas, Museo Guggenheim, Bilbao. Del 17 de septiembre de 2021 al 6 de febrero de 2022.
