ENTREVISTA A MARISA GONZÁLEZ CON MOTIVO DE SU MUESTRA NUCLEARES VARADAS
Elvira Rilova, comisaria de la exposición y directora de Librarte
La artista bilbaína Marisa González, presenta en esta ocasión Nucleares Varadas, una muestra —propiciada gracias al Ayuntamiento de Burgos y dentro del marco de la Librarte, Feria del Libro de artista de Castilla y León—, que viene a completar una serie expositiva sobre Centrales Nucleares españolas en desmantelamiento.
Marisa González plantea esta muestra como un ensayo donde la noción de cartografía y el implacable paso del tiempo se muestran como pilares fundamentales de una narración donde conviven instalación, fotografía y documentación objetual para reivindicar así estos procesos de abandono, poniendo de manifiesto la impermanencia, por cuestiones técnicas, de una actividad que ha sido fundamental en muchos sentidos, y desde un punto de vista estético, la finitud de las cosas y los pliegues de la memoria.
Marisa González es una artista multimedia pionera en el uso de las nuevas tecnologías de la reproducción y la comunicación en la creación artística, así como un nombre clave en el feminismo y el arte electrónico. Charlamos con ella sobre esta muestra, feminismos y planes de futuro.
Nucleares varadas es la continuación de una investigación que llevas desarrollando muchos años sobre Centrales Nucleares en desmantelamiento ¿cómo surge este interés?
Al concluir el siglo XX numerosas fábricas dejaron de ser productivas en Bilbao, mi ciudad natal, y atraída por la belleza de la arquitectura industrial que me acompañó en mi infancia y la importancia que tuvo en el desarrollo de las ciudades, decidí registrar los procesos de destrucción en unos casos y en otros de desmantelamiento, haciendo acopio de registros tanto fotográficos como videográficos, así como de documentos y objetos, aquellos que construyeron la historia de su período productivo. La Central Nuclear de Lemoniz de Bilbao, por ejemplo, fue un gran complejo industrial que jamás llegó a funcionar debido a los problemas políticos y sociales que boicotearon la puesta en marcha durante más de 20 años. Tras una moratoria, se decidió su paralización y permaneció varada. Al iniciar su desmantelamiento —que no su destrucción ya que aún permanecen las construcciones erigidas junto al mar—, conseguí gracias a un contacto personal, adentrarme en los sugerentes espacios. En numerosos viajes a Bilbao pude registrar mediante vídeo y fotografía, dichos espacios insólitos, además recogí y acumulé gran cantidad de artefactos, con los que posteriormente construí instalaciones.
El interés de Burgos por las nucleares nace de que en su comunidad existe también una central nuclear, la más antigua de España. Decidimos incorporarla al proyecto, aunque no pude adentrarme para registrarla, si la documenté mediante imágenes de Internet y cedidas por la propia central, para entablar un diálogo entre las dos nucleares y que el espectador mediante la similitud de las imágenes presentadas de Lemóniz, pueda ver el interior de una central nuclear.
Como comentas, existe en Nucleares Varadas un guiño a la Central de Santa María de Garoña, que es la nuclear burgalesa, que este año cumple 50 años desde su fundación coincidiendo también en 2021 con el octavo centenario de la Catedral de Burgos. Como comisaria yo encuentro un bellísimo paralelismo entre estos dos edificios majestuosos, que aunque a diferentes niveles, son referenciales para la población de cada época ¿Cuál es la potencia estética de estas catedrales de la modernidad?
Las centrales nucleares construidas durante el siglo XX, al igual que los museos de arte contemporáneo, son edificios monumentales que representan el poder de su tiempo, al igual que lo representaron las catedrales construidas en los siglos XIV y XV. Pero la gran diferencia entre ellos es que así como los museos y las catedrales son lugares abiertos al público, espacios de recogimiento que demandan la participación e interacción del visitante, por el contrario, las centrales nucleares están absolutamente precintadas en sí mismas, en su secretismo, permanecen alejadas sistemáticamente de los ciudadanos envueltas en un misterioso ocultismo.
¿Qué otros trabajos tienes en relación con la arqueología industrial?
Realicé diversos proyectos sobre diferentes fábricas tales como La Fábrica de pan Harino Panadera de Bilbao estrenada en la Fundación Telefónica de Madrid en el año 2000, posteriormente registré la fábrica de galletas Artiach tambien en Bilbao, la central térmica de Almería, La siderurgia de Asturias Arcelor Mital, el Matadero de Madrid, etc…
En un terreno fundamentalmente copado por hombres no debió ser fácil realizar estos trabajos investigativos y artísticos…
Efectivamente, mi presencia en la central nuclear, así como en otras fábricas donde registré su demolición, fue atípica dada mi condición de mujer. Me encontré en situaciones adversas, pero fui respetada a pesar de que los operarios, todos hombres, no entendían que yo estuviera en «ese infierno» voluntariamente por «amor al arte».
Y es que además de la tecnología y la arqueología industrial, el género y tu activismo feminista han atravesado con frecuencia tu recorrido como artista, pero también tu vida…
Mi trabajo feminista comenzó en los años 70 en EE UU con la extensa serie «violencia mujer» , posteriormente los proyectos se sucedieron, para culminar con otro extensísimo proyecto que duró su registro dos años, la realización en Hong Kong y Filipinas de la serie «Ellas filipinas».
Mi compromiso social me llevó a participar en sucesivas asociaciones, desde el movimiento estudiantil en Madrid, durante el mítico Mayo del 68 cuando estudiaba BBAA. Posteriormente formé parte de la junta directiva de la Asociación de Artistas Visuales, y del Círculo de Bellas Artes. Además he formado parte de la junta directiva de MAV como vicepresidenta a lo largo de 6 años, una vez concluido el período máximo de permanencia en el puesto. He continuado mi militancia como socia y desde hace varios años mi activismo feminista se concentra en hacer artículos de Wikipedia de mujeres. Aprendí cómo hacerlos y siento que tengo en mi poder un «arma» muy potente, que me produce la gran satisfacción de posicionar a mujeres, principalmente del arte, en la enciclopedia global.
¡No se puede ser más activa! ¿Qué planes te depara el futuro próximo?
Seguir trabajando, mientras mi cabeza funcione. Los proyectos inmediatos son en noviembre 2021, la proyección en la fachada mediática en el Centro de Creación Contemporánea d Andalucía, el C3A de Córdoba, y en el mismo mes de noviembre participo con una ponencia en el symposium «Xerography. Women Artists, 1965-1990» en el Instituto de Historia del Arte de París.
Nucleares Varadas acompañará a las diferentes propuestas de la Feria del Libro de Artista de Castilla y León, Librarte, que se celebrará durante los días 22, 23 y 24 de octubre de 2021, aunque la muestra ya está abierta para que el público pueda disfrutar del espectáculo de la arqueología industrial en contraste con un entorno privilegiado.
Fotografías: Cortesía BU5 Comunicación.
Marisa González, Nucleares Varadas, Monasterio de San Juan, Plaza de San Juan s/n. Burgos. Hasta el 24 de octubre de 2021. Horario: Martes a sábados de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas. Domingos de 11 a 14 horas. Horarios Librarte (Feria del Libro de artista de Castilla y León): Viernes de 13 a 14 horas y de 17 a 21 horas, sábado de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas, y domingo de 11 a 14 horas.
Más información:
www.ferialibrarte.com
Elvira Rilova, Directora de Librarte y de Acelerador de Artistas
Teléfono: 671 54 76 15
Email: info@ferialibrarte
