CATACLISMO

¡MUJER Y POETA, ESCRITORA, ARTISTA, INVESTIGADORA! ¿Y ESO CÓMO SE COME?

Nieves Álvarez Martín, Teresa: Erótica de la Luz, 2015. Vista de la exposición en la Sala de la ETS de Náutica (Universidad de Cantabria)

¡MUJER Y POETA, ESCRITORA, ARTISTA, INVESTIGADORA!
¿Y ESO CÓMO SE COME?
Nieves Álvarez Martín

Podría responder que eso se come con patatas fritas, o que se come como se han comido los nombres de tantas mujeres poetas, escritoras, artistas, que en el mundo han sido, y que no son conocidas porque el patriarcado machista e injusto las ha borrado de un plumazo de la Historia. Pero mi respuesta es otra, es una respuesta didáctica, práctica, que incluye datos, ejemplos, indiscutibles propuestas en las que nadie puede dudar de la invisibilidad del talento de las mujeres, ni de su calidad como poetas, escritoras, artistas… Mi respuesta es la formulación de nuevas preguntas que hagan reflexionar, que descubran el gran potencial de poetas, artistas, escritoras, mujeres que quieren (queremos) ser tratadas como personas, simplemente.

Por razones que no vienen al caso, soy la flamante coordinadora territorial de MAV en Cantabria. Me alegra y me preocupa a partes iguales. Me alegra porque MAV es una maravillosa asociación con socias magníficas (conozco a muchas de ellas) y me preocupa no estar a la altura de lo que se espere de mí, de lo que yo misma espero. Pero aquí estoy y os voy a contar mi vida. Que no se asuste nadie. Lo que está escrito se puede leer, si se quiere, espero que se lea con interés.

Creo que he tenido mucha suerte por pensar honestamente siempre (eso se lo debo a mi padre y a mi madre); la honestidad conmigo misma y con las demás personas ha sido siempre mi bandera. Pensar así en todas aquellas tareas que quería, podía o necesitaba realizar. Por eso, quienes lean este artículo, no deben esperar grandes disquisiciones científicas, citas, deliberaciones librescas impresionantes, ni otros necesarios acercamientos similares. Este texto es una experiencia de vida. No es un artículo de consulta obligada, pero en él se encuentra el entusiasmo, profesionalidad y vitalidad de quién está contando sus propias vivencias, mientras mira alrededor y descubre un entorno cambiante, problemático, interesante y accesible. Decía mi madre que como muestra sirve un botón. Tal vez sirva mi propia historia para ilustrar una forma de entender el mundo, la literatura, el arte, la creación y la didáctica. Soy mujer (consciente de lo que significaba ser mujer en un mundo que dominaban y siguen dominando –aunque cada vez menos– los hombres, el patriarcado) y estoy orgullosa de serlo. Tengo 72 años y he recorrido un largo camino repleto de proyectos, luchas, belleza, éxitos y fracasos, pero siempre alerta y decidida a seguir buscando la mejor pregunta para todas las respuestas que llevo en los bolsillos. Pienso seguir recorriéndolo, a pesas del COVID, y de los impedimentos que me salgan al camino –como siempre– utilizando todos los mecanismos que me brinde el momento histórico que me toque vivir, para expresar lo que pienso, lo que siento y lo que creo que necesita el mundo en el que vivo, a través del arte, la poesía, la ilusión, el compromiso y la honestidad profesional y personal. Soy, como suele decirme un amigo periodista, una activista cultural.

Desde muy pequeña fui incentivada a estudiar, leer, mirar, ver, investigar. La mía era una familia humilde que, sin embargo, tenía claro que la educación y la cultura era fundamental. Por ello, ya desde la escuela, me interesé por todo lo nuevo, por todo lo que parecía imposible. Echando la vista atrás, me doy cuenta de que mi madre tenía razón, he sido, soy y espero seguir siendo, un “rabo de lagartija”. No me puedo creer que haya investigado, creado, elaborado, escrito, impartido formación en tantos países, dirigido programas de televisión, radio, artículos en prensa y revistas especializadas. Solo la edad y las pocas horas de sueño que siempre necesité, pueden explicarlo. Y sí, para qué caer en falsa modestia: estoy muy satisfecha de haber sido tan inquieta. Creo que aún no he perdido la curiosidad de la infancia, aderezada por el estudio, la lectura y algo que siempre me dijo mi padre: “sé honesta, estudiosa, trabajadora y valiente, no pases nunca por encima de las demás personas. No olvides tu origen”.

Entrando en mi currículo, tanto profesional, como poético-artístico, se podrá comprobar que la vida, los intereses sociales, la creación y las demás personas, no me han dejado nunca estar tranquila. Diré en mi defensa que eso me hace feliz. Sobre todo, cuando me encuentro con hombres y mujeres que en su día fueron parte de mi alumnado y ahora son personas estupendas que me reconocen, me aprecian y recuerdan con cariño todo lo que hicimos juntas.

Hay muchas mujeres que hemos dedicado la vida a sueños realizables y utopías por realizar. De ellas, de nosotras, de mí, saben algo quienes nos conocen, saben más quienes nos reconocen, quienes han participado en nuestros inventos, aventuras, proyectos e ilusión; para el resto somos invisibles, la parte oculta del iceberg, pero estamos ahí, en provincias, donde el espejo alcanza solo al territorio en el que nos movemos, pero impregna los lugares en los que actuamos, con una especie de magia que nos envuelve y nos acerca.

Tengo en la mente cientos de personas que he ido conociendo por todo el mundo (América Latina, Europa, Sudáfrica, Países árabes del Mediterráneo, y todas y cada una de las CCAA españolas), ciudades y pueblos, personas importantes y personas anónimas, con las que he tenido la suerte de compartir, hablar, discutir, crear y sentir empatía.

Recuerdo los trabajos realizados en el Instituto Leonardo Torres Quevedo de Santander, donde me sentí a un tiempo profesora y alumna, sobre todo con personas jóvenes, entusiastas, comprometidas con el estudio y con el descubrimiento. Los grupos de medio ambiente, con los que seguimos la pista al río Besaya (en tiempos de clase o de vacaciones) para descubrir dónde y por qué se contaminaba (trabajo para el que inventamos una tecnología rudimentaria); sembramos arbustos en las playas para controlar el avance de las dunas [1]; realizamos talleres en colegios para demostrar lo fácil que es reciclar papel. Hicimos tanto ruido didáctico, que vinieron al Instituto del programa “Nosotros, los jóvenes” de TVE (cuándo solo había dos cadenas: la 1 y la 2), dirigido por Francisco García Novell, para rodar nuestros experimentos y trabajos. He impartido clase en todos los niveles educativos (incluso en la universidad), pero recuerdo, muy especialmente, al alumnado de secundaria. Los grupos de investigación, los de senderismo y/o medio ambiente, las semanas culturales, las revistas, los premios, la ilusión.

Mi acercamiento didáctico, literario, artístico, de investigación, tuvo siempre tres objetivos:

– Conocer, manejar y/o descubrir cifras y datos de una realidad que debería sonrojar al mundo.
– Proponer ejemplos didácticos que puedan adaptarse a diferentes niveles educativos, a través de los cuales el profesorado y el alumnado, puedan crear modelos de análisis, investigación y auto-aprendizaje, que intente conseguir el conocimiento de una realidad para cambiar las coordenadas en las que se ha movido.
– Partir del posicionamiento positivo ante el problema, huir del victimismo y pasar a la acción a través de propuestas didácticas y artísticas innovadoras, que sirvan para hacer pensar, para reflexionar y descubrir (incluso de forma divertida) los errores históricos y la realidad actual del meollo de la cuestión.

Como mujer-poeta y mujer-escritora he obtenido 15 premios literarios, de nivel B, en algunos de nivel A he quedado finalista, pero tras realizar la investigación “Descubrir lo que se sabe. Estudio de género de 48 premios de poesía” (publicada por la editorial Tigres de papel y Genialogías, en 2016 y actualizado en 2019y 2021) he decidido no volver a presentarme más.

He escrito toda la vida: poesía, relatos, novela, cómic, cajas de juegos, catálogos de arte, teatro… He escrito 18 poemarios y dos novelas. Para obtener más información acerca de estas publicaciones se puede entrar en este link: http://www.nievesalvarezmartin.com/descubrir-lo-que-se-sabe-estudio-de-genero-de-48-premios-de-poesia/

Como profesora, soy vocacional. He impartido la docencia en diferentes niveles educativos. Ya he hablado de mi experiencia en el instituto, y no seguiré hablando mucho más de mi experiencia docente porque necesitaría escribir un libro para ello. Pero sí afirmaré que me recuerdo (incluso cuando de niña jugaba a ser profesora) siempre inventando materiales didácticos. He escrito más de 200 materiales didácticos multimedia, muchos de ellos traducidos a otras lenguas, y otros escritos expresamente a petición de diferentes comunidades autónomas españolas. Por ejemplo, cuatro DVD que abordaban la tarea de la Educación para el Consumo Responsable, en los diferentes niveles educativos (infantil, primaria, secundaria, personas adultas, educación especial e inmigrantes) que desarrollé a petición de la Comunidad Autónoma Valenciana. A través de cuatro temas: “Derechos y deberes”, “Ecoconsumo”, “Alimentación y nutrición”, “Ocio y tiempo libre”; y todo ello mediante contenidos didácticos, juegos, vídeos, talleres prácticos, etc.

Para saber más: http://www.nievesalvarezmartin.com/curriculum_profesional.htm

Permitidme que, tras la experiencia de más de 40 años elaborando materiales didácticos, deje aquí una especia de consejos de abuela (jajajaja), creo que es necesario elaborar buenos materiales didácticos y para ello hay que:

– Investigar. Tener como base la honestidad.
– Adaptar al nivel, materia y currícula.
– Dinámico, divertido, inspirador.
– Que exija manipular objetos e implicarse.
– Útil para todos los géneros.
– Que haga pensar.

Urge renovar los materiales didácticos. No podemos seguir utilizando herramientas obsoletas, conceptos arcaicos y solo librescos.

Soy investigadora por pura curiosidad científica. Nunca estuve dispuesta a limitarme a contestar las preguntas que otras personas (y sobre todo el sistema) habían pensado que yo debería responder para mantener el statu quo. Siempre he querido encontrar nuevas preguntas, cuyas respuestas puedan cambiar aquello que no nos gusta, que nos impide avanzar, que es injusto para la mayoría de la población.

Aquí me detendré un poco. Mi investigación “Descubrir lo que se sabe”. Estudio de género de 48 premios de poesía (Genialogías [2] y Tigres de papel, 2016, actualizado en 2019 y en 2021) ha demostrado que sacando a la luz aquello que está mal, se puede conseguir cambiarlo. Hemos pasado de tener paridad en los jurados en un único premio de los 48, a tener paridad en 26 de ellos.

En relación con el estudio realizado con todos los datos desde 1923 a 2016 y 2017 a 2018, para los años 2019 y 2020, tenemos que se mantiene la tendencia a subir el número de mujeres presentes en los jurados.

Entre 1923
y 2016
Entre 2017
y 2018
Entre 2019
y 2020
Diferencia
Hombres:
80,77%
Hombres:
66,60%
Hombres:
64,65%
16,12 puntos menos
Mujeres:
19,23%
Mujeres:
33,40%
Mujeres:
35,35%
16,12 puntos más

En la última actualización se da paridad en 26 de los jurados. En el primer estudio se daba paridad solo en 1 jurado, en la ampliación del estudio, se dio paridad en 15 jurados.

Toda la información se puede encontrar en este link:
http://www.nievesalvarezmartin.com/descubrir-lo-que-se-sabe-estudio-de-genero-de-48-premios-de-poesia/

Al final del mismo se puede descargar el estudio con sus actualizaciones.

Nieves Álvarez Martín, Mira desde mis ojos, 2018. Vista de la exposición en el Palacete del Embarcadero, Santander

Como mujer artista, he asumido con fuerza los contenidos sociales y, en especial, los feministas en mis proyectos. Apunto aquí una selección de proyectos:

Género Femenino Número Plural, con la inestimable colaboración de Marta Mantecón, sin cuya presencia, trabajo y buen hacer, el proyecto no habría sido el mismo. El lugar de base fue el Palacete del Embarcadero de Santander, lo realizamos en diciembre de 2012. Un proyecto que es una aproximación al tema de la violencia machista desde la cultura, el arte y la poesía. Para explicar su contenido utilizaré unos párrafos de la antología poética “Cristales”, que se abre con una cita de Gioconda Belli: El hombre que me ame / reconocerá mi rostro en la trinchera / rodilla en tierra me amará / mientras los dos disparamos juntos / contra el enemigo. El miedo, el dolor, la falta de respeto, el tedio, las adicciones, la ignorancia, los celos, etc., son los verdaderos enemigos. El resultado de confundir la diana es tremendamente peligroso y tiene la culpa de tanta violencia gratuita contra las mujeres. La vida es una pieza de cristal. La violencia siempre rompe el cristal por la parte más débil. Tal vez un día acabe esta guerra que, como todas las guerras, nunca debió comenzar. Y para seguir profundizando en el contenido conceptual del proyecto, utilizaré unos párrafos de mi libro de relatos “Platos rotos” (tanto este como el anterior se publicaron dentro del proyecto de referencia); comienza con una cita poética de Katy Parra: Caperucita y yo / tenemos en común más de una cosa. / Ninguna de las dos creemos en los cuentos / ni usamos a los príncipes / en nuestros calendarios. Tal vez sean los cuentos o la educación, los espejismos, los príncipes azules, el vestido blanco, el arroz, las perdices y ese idea romántica de la vida que, desde niñas, cargamos en los hombros y corta nuestras alas; tal vez sea la forma de mirar, la forma de sentir, la forma de soñar; tal vez sean Blanca Nieves, Caperucita Roja, Campanilla y todas las princesas encantadas de los cuentos que siempre nos contaron; tal vez sea el deseo de ser lo que no puede ser, tal vez sean el todo y la nada, la realidad, la ficción y la búsqueda de la “felicidad”; pero sea lo que sea, lo cierto es que las mujeres en Cantabria, en España, en Europa, en el mundo entero, sufren-sufrimos maltrato psicológico y físico, agresiones, humillaciones, dolor, pérdida de confianza en nosotras mismas. La vida no es un cuento de hadas, la boda no es el final feliz y el amor no puede justificarlo todo. El proyecto incluyó la exposición «/A. Reflexiones sobre la violencia contra la mujer» en la que participamos las siguientes artistas: Sara Huete, Cuca Nelles, Yolanda Novoa, Valle Fernández, Gloria Pereda y Nieves Álvarez. Inserté la videoinstalación «Cristales», con poemas, proyección y música de botellas colgantes. Quiero destacar la acción poética-perfomance, «Confusión», una metáfora de lo que sucede en el tema de la violencia contra las mujeres, que ellas hablan y nadie las escucha. En ella participamos 40 personas, tantas como mujeres muertas por violencia de género hasta ese momento. Tampoco me quiero olvidar de una conferencia magistral de Marta Mantecón, y una merienda-discusión-intercambio de opiniones, entre las artistas participantes. Hablamos de las mujeres y el arte. Pusimos sobre la mesa nuestras reflexiones, ideas, problemáticas…

En el Colegio de Arquitectos de Cantabria, ocupé todo el espacio (dentro del proyecto «Entorno-Vínculos», 2013, coordinado por la poeta Dori Campos, como un homenaje a poetas y artistas que han creado entornos especiales con su obra. Realicé un bosque de conos luminosos; un abecedario de verbos, utilizando los colores que suele utilizar Bárgara Kruguer (blando, negro y rojo). Entresaqué todos los verbos de los poemas que recitamos 6 poetas y los fui colocando en letras gigantes que llenaba un espacio sólo visible a través del suelo de cristal.

La exposición individual Teresa: Erótica de la Luz, en la sala de exposiciones de Náutica de la Universidad de Cantabria, septiembre de 2015, volví a experimentar con el agua, el vídeo y el papel. Una de las piezas, “Moradas de la luz”, muy simbólica, reproduce Las Moradas en una tira de 5.000 metros (10 por cada uno de los 500 años trascurridos desde el nacimiento de Teresa de Jesús) tardé más de dos meses en crear esta pieza (en torno a 100 horas de trabajo), el mismo tiempo que tardó Teresa en escribir Las Moradas. Fue una pesadilla para cortar y pegar papel, pero quedé satisfecha del resultado. Realicé un vídeo utilizando los veinte nombres y los veinte verbos que más se repiten en el libro. Las letras suben, bajan, se agrandan, en función del contexto en el que aparecen. Es decir, se mueven indicando la acción que realizan. Una espiral gigante compuesta de 500 botellas transparentes, en cuyo interior, nadando en agua cristalina, se podían leer estrofas de poemas de Teresa de Jesús. La espiral de botellas se convirtió en un espiral de papel a medida que las personas que visitaban la exposición se llevaban las botellas y en su lugar dejaban escrito en un cuadrado de papel. Las dos palabras más hermosas del mundo.

La exposición Ponte en mi piel (expuesto en noviembre de 2016 y en marzo de 2017), centrada en la eliminación de la violencia contra las mujeres y en los avatares de las mujeres y niñas refugiadas y migrantes, intentando situar a la ciudadanía en general y a cada persona concreta, a nivel individual, en particular, en el lugar y en la piel de mujeres y niñas con nombres y apellidos, víctimas de violencia, violaciones y abusos múltiples. Mujeres y niñas maltratadas, migrantes, refugiadas, que, además, sufren el desgarro de la incomprensión y el abandono, que lo sufren por el hecho de ser mujeres.

El proyecto incluyó una exposición en el hall de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cantabria. La misma exposición ampliada, se presentó también en el Centro Nacional de Fotografía (CN-FOTO) de Torrelavega, con motivo del 8 de marzo de 2017. Se editó un libro-catálogo del mismo nombre, que se presentó en Torrelavega acompañado de recital poético y música de violín. Poetas y artistas, hombres y mujeres del arte y de la poesía.

En el CN-FOTO, incluí la instalación Casa de muñecas. Las dagonmai (2017), para la que utilicé metacrilato, muñecas, tela, madera y otros. En algunos países del sudeste asiático, niñas de entre 12 y 17 años fabrican juguetes en condiciones de esclavitud. Trabajan entre 14 y 18 horas, tienen 15 minutos para comer, 4 horas para dormir y 8 días de vacaciones al año. Montan, empaquetan, montan, empaquetan, montan, empaquetar, así una y otra vez. En la instalación se incluyen 70 muñecas desnudas, hacinadas, un reloj de madera que marca el tiempo, una máquina de coser, y el dolor que se intuye tras las casas transparentes que lo albergan todo. Todo lo que existe y no queremos o no nos dejan ver.

El proyecto 100×27 mujeres sin sombrero desarrollado durante más de dos meses, tomando como base la Biblioteca Central de Cantabria, el proyecto no existiría sin las 100 mujeres que aceptaron mi invitación para apoyar a las mujeres olvidadas de la Generación del 27, y a todas las mujeres creadoras que en el mundo han sido, son y seguirán siendo ninguneadas; 100 mujeres apoyándonos mutuamente, siendo fieles a nuestro arte, nuestra poesía, nuestra cultura y formando parte de un proyecto colectivo y transversal.

Mira desde mis ojos, es una exposición realizada en el Palacete del Embarcadero de Santander (2018), que habla de la violencia machista desde un lugar diferente. Incluyó 9 espirales compuestas por mil botellas de cristal con estrofas poéticas y verbos (de 50 poetas, hombres y mujeres) que invitan a actuar. En la pieza Todas dentro, una jaula con luz y vídeo, proyecta sombras a todo el espacio convirtiéndolo en una cárcel. Entrar en esa jaula –que lo abarca todo– es tomar conciencia de que la violencia machista nos afecta a toda la sociedad. La pieza Mira desde mis ojos ocupa todas las paredes de la sala central, con ojos de personas anónimas, que miran a quienes los miran, envuelven e interrogan, acompañan y preguntan ¿qué haces tú para evitar que suceda?

En resumen: de todas estas exposiciones y proyectos, quiero afirmar algo que tengo muy claro: las mujeres no queremos que nos regalen nada por el hecho de ser mujeres; lo que queremos es que no nos lo quiten por ese mismo hecho; que se valore lo que hacemos, sin estereotipos, tabúes ni lugares comunes que nos dejan al margen de la Historia, sin poner delante el cristal que afirma que “ni la poesía, ni la literatura, ni el arte, realizado por mujeres es serio (quitando algunos ejemplos que confirman la regla), eso son juegos, entretenimientos, lugares comunes, cosas que interesan solo a las mujeres”. Pues de eso nada, monada. La maquinaria del cambio de paradigma está funcionando, somos mujeres, tenemos una herencia colectiva de otras mujeres que como nosotras saben lo que hay que saber. Ya no nos pueden dormir con cuentos. Abiertos los ojos, abierta la mente, conscientes de nuestros valores, no podemos consentir que el mundo se pierda la inteligencia, la creatividad y la urgencia social de la mitad de su población.

 

Notas:

[1] Quienes participamos en esta experiencia no podremos olvidar lo que nos dijo un alcalde, cuando fuimos a pedir permiso. Preguntó: “¿para qué creéis que sirven las dunas?”. No nos dejó contestar, contestó él mismo: “sirven para desvirgar a más de una”. Sorprendente.

[2] Soy vicepresidenta de Genialogías (Asociación feminista de mujeres poetas), cuyo principal objetivo es rescatar del olvido algunos libros de poesía, descatalogados, que no deben quedarse en el olvido. https://www.genialogias.com/ hace unos meses hemos publicado Diccionaria una, glosario de términos que no existen y que necesitamos las mujeres para nombre lo que no se suele nombrar, que nos pasa a nosotras. http://genialogias.org/diccionaria-una-el-primer-glosario-de-realidades-femeninas-innombradas/

 

 

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