CATACLISMO

ARTISTAS COMPROMETIDAS CON LA REPÚBLICA (1931-1939)

ARTISTAS COMPROMETIDAS CON LA REPÚBLICA (1931-1939)

Elina Norandi

La historiadora Núria Rius Vernet, después de concluir el comisariado de su exposición “Del Fondo a la Superficie” (2008) -donde mostró una serie de obras  que no estaban en las salas de los museos, sino que permanecían guardadas en almacenes y cuyo nexo conductor era el hecho de ser todas realizadas por mujeres, hasta el estallido de la Guerra Civil- ya me había manifestado su deseo de comenzar a investigar a las artistas que habían trabajado durante el periodo republicano (1931-1939). Pasados estos años de rigurosa investigación en numerosos archivos y búsquedas incansables en museos por parte de Rius Vernet, hoy podemos asistir al resultado: una exposición imprescindible donde se muestra un conjunto de piezas, muchas de ellas expuestas por primera vez en Cataluña y algunas no expuestas nunca a nivel estatal. Las piezas proceden de diversas instituciones como, por ejemplo, el  Museu Nacional d’Art de Catalunya, el Pabellón de la República (Barcelona), la Diputación de Barcelona, la Biblioteca Nacional de Catalunya, el Museo de Navarra (Pamplona) o el Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca), así como de numerosas colecciones particulares, varias de ellas de familiares y herederos de las propias artistas.

El discurso elaborado por el comisariado de Núria Rius Vernet y Julián Díaz de Otazu se centra en las obras que hacen referencia directa a la coyuntura política y social del momento, dejando fuera las artistas que, aunque hubiesen trabajado a favor de los ideales de la República y su defensa, no reflejaron en su producción los acontecimientos relacionados con este contexto. La muestra constituye, pues, un homenaje a las artistas que pusieron su talento a favor del ideario republicano y sus ansias de acabar con la discriminación de las mujeres.

Los ámbitos de la exposición están divididos atendiendo a las artistas, siendo una estrategia muy apropiada, por parte del diseño expositivo, el que sus respectivos nombres y retratos fotográficos se sitúen en la parte posterior de un lienzo cuyo bastidor está situado verticalmente sobre el suelo del museo; simbolizando así el que estas mujeres permanecen en el reverso de la Historia del Arte, y aludiendo a como muchas obras se han encontrado guardadas de esta manera en los almacenes de diferentes instituciones. Las artistas presentes son las siguientes: Lola Anglada, Carme Millà, Remedios Varo (obra en facsímil), María Freser, Mariona Lluch (que aún vive), Manuela Ballester, Juana Francisca Rubio, Alma Tapia, Francis Bartolozzi, Maruja Mallo, Elisa Piqueras, Anna Aguilera, Mari Batlle y  Montserrat Barta. A lo largo del recorrido podemos contemplar la presencia de tres lenguajes artísticos bien diferenciados. En primer lugar el naturalismo, es decir las autoras que optaron por utilizar el realismo como modo de conectar de manera explícita con los receptores (María Freser, por ejemplo), después, aquellas –la mayoría- cuyas obras denotan una intensa influencia de las vanguardias como el cubismo, el expresionismo o el constructivismo (Manuela Ballester, Francis Bartolozzi y Anna Aguilera) y, por último,  algunas que mantenían tendencias noucentistas, como Lola Anglada.

Lola Anglada

En cuanto al contenido de las obras existe una diferencia remarcable entre aquellas producidas en la atmosfera de efervescencia de libertad y esperanza que la proclamación de la República supuso y las que se realizaron a partir del conflicto bélico. En los primeros años se puede observar una fuerte apuesta por la alfabetización y la instrucción del pueblo  -bajo la firme creencia de que la educación nos haría más libres e iguales- donde predominan los carteles  dedicados a incentivar la asistencia de la infancia a la escuela y a los/as trabajadoras a los centros de formación.

Carme Millà

En este sentido se ha de remarcar el cartel de Carme Millà para la CENU (1936), donde se puede ver a una niña y un niño leyendo juntos un libro. Bajo una imagen en apariencia inocente, se despliega todo un manifiesto a favor de la coeducación. En toda la muestra podemos constatar la conciencia existente sobre la importancia de trasmitir los valores republicanos desde muy corta edad. De este modo, fueron muchas las mujeres que se dedicaron a la ilustración infantil, sobre todo en viñetas e historietas que aparecía en la multiplicidad de revistas y periódicos impresos del momento. Vale mucho la pena poder leer las historias de Canito y su gata Peladilla (1934-1935) de Francis Bartolozzi. Asimismo, destacan las llamadas al voto de las mujeres en las elecciones de 1936, como el famoso cartel de Manuela Ballester, donde una mujer con su bebé en brazos acude a votar al Frente Popular dejando atrás, y sin hacerles caso, a todas las fuerzas reaccionarias.

Una vez desencadenada la contienda civil, los mensajes en el grafismo se tornan más imperativos y exaltados, se llama directamente a la colaboración de la ciudadanía en todas las tareas necesarias para ganar la guerra: ayuda al Frente, apoyo en la retaguardia, trabajo en todas las industrias y en el campo, etc. Como muestra sobresaliente todos los carteles expuestos ejecutados por Paquita Rubio, uno de los cuales interpela a las mujeres a “Ocupad los puestos de los que se van a empuñar un fusil” (1937?). Después de visitar las salas, se puede afirmar que, con seguridad, a las artistas se les encargaba en mayor medida los diseños de mensajes que iban dirigidos a las mujeres, pues es una constante que se repite en todas ellas: la intención de conectar con las mujeres y con las madres. A pesar de las tragedias que se sucedían, no cesó el interés por la educación y el cuidado de la infancia, muchas autoras continuaron creando historietas que hicieran olvidar a los pequeños las dificultades y tristezas de una niñez en guerra. Mari Batlle y Montserrat Barta ilustraron cuentos en la revista infantil Porvenir (1938-1939), y Mari Batlle también en Pionero Rojo. Semanario de los niños obreros y campesinos (1937), entre otras varias publicaciones. Francis Bartolozzi ilustró las andanzas de Don Nubarrón (1938?), personaje creado por Antoniorrobles y que simbolizaba el capitalismo y su avaricia por el dinero y los bienes materiales. Hubo también mujeres que actuaron como verdaderas cronistas del enfrentamiento: Lola Anglada recorrió Barcelona tomando apuntes -que coloreaba con acuarelas- de todas las personas que veía formando parte de las tareas relativas al conflicto: las brigadas internacionales, el comisariado de propaganda, milicianas y milicianos partiendo hacia el Frente, etc. La misma idea articuló María Freser, destacando en ella la manera en que captó a la población que marchaba al exilio, cargada con sus pocos fardos y enseñando expresiones de agotamiento y desesperación.

Francis Bartolozzi

Imágenes parecidas, pero en pinturas más elaboradas, son las de Francis Bartolozzi, quien con sus mujeres haciendo colas interminables para conseguir alimentos, esperando en las estaciones de tren para huir o sentadas sobre los escombros después de los bombardeos, nos produce escalofríos al mostrarnos fragmentos de una realidad tristemente muy actual, que nos remite a la invasión de Ucrania. Y es que en el recorrido de la muestra nuestro estado anímico puede empatizar y sentir los diversos momentos emocionales que estas mujeres vivieron: desde la ilusión y entusiasmo de vislumbrar un país que acabara con las injusticias sociales y con la subordinación patriarcal, hasta la decepción y la melancolía de ver que después de muchos logros, en cuanto a derechos igualitarios, la sociedad dictatorial las retornaba al papel de ángel del hogar. La mayoría de las artistas presentes se vieron abocadas al exilio, donde continuaron sus carreras creativas, tres o cuatro de ellas permanecieron en España sumidas en un triste aislamiento interior.

La muestra quedará registrada en un catálogo donde los comisarios dejan plasmada la profunda investigación llevada a cabo sobre el contexto histórico y las circunstancias de producción de estas obras, así como los perfiles biográficos y trayectorias artísticas de todas las autoras. Finalmente, es de destacar el esfuerzo que el Museo de Maricel ha hecho para que la exposición y sus contenidos sean accesibles para un mayor número de público, contando con un audiovisual traducido a lenguaje de signos y narrativa prevista para personas con dificultades visuales.

La exposición y todo lo que conlleva está dedicada a la memoria de Núria Rius Vernet, que falleció unos meses antes de la inauguración. Ella no ha podido ver la muestra montada pero nos legado un ingente trabajo, insoslayable para estudiar las artistas catalanas desde el siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX y, ahora también, sobre las artistas comprometidas con la República.

Exposición: “Artistes comprometidas con la República”, Museu de Maricel. Fonollar,
s/n.  Sitges (Barcelona). Del 14 de abril al  18 de septiembre de 2022

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