CATACLISMO

TRIGO Y HOGAZA

TRIGO Y HOGAZA

«Wheat and Loaf/Trigo y Hogaza» es la exposición de María Bueno en Glover, Vermont (Estados Unidos), en la sede de la mítica compañía Bread and Puppet Theater.

Este proyecto forma parte de toda una serie –integrada por las exposiciones «Dibujo y Semilla«, «Ritual del Té (y caldo de puchero)«, varios libros de cocina y artículos sobre gastronomía– a través de la cual la artista relaciona la práctica artística con productos comestibles, gracias a su propia historia familiar ligada a la labranza.

Contando de nuevo con la colaboración de su madre Ángeles Castellano, ambas conciben una serie de poemas y escritos que terminan materializándose en personajes textiles y dibujos, los cuales parecen ser protagonistas de unas historias que atraviesan espacios y tiempos, quedando emparentadas con las marionetas oriundas de la mencionada troupe teatral.

Tal y como dice Clara Kazarov, comisaria de Woodshed –espacio expositivo en la sede de la compañía de Vermont–, «nos interesa el trabajo de la artista española dado su compromiso social, muy en especial su obra textil y dibujo, con fuerte arraigo en la memoria colectiva y artesanía. Pensamos, pues, que esta invitación expositiva supondrá una oportunidad compartida para estrechar lazos entre María Bueno y nuestra compañía, apostando por el acercamiento entre las artes plásticas y escénicas; por un arte ligado a la comunidad».

Bread and Puppet Theater, fundada en 1963 por Peter Schumann en el Lower East Side de Nueva York, ha realizado desde espectáculos de títeres para niños hasta representaciones donde las problemáticas y preocupaciones del día a día y de momentos históricos, han sido protagonistas. A éstos les han seguido producciones más complejas en las que la escultura, música, danza y personas voluntarias, se han hermanado en escena. Muchas actuaciones han tenido lugar en la calle. Por ejemplo, durante la Guerra de Vietnam, Bread and Puppet organizó desfiles y representaciones en los que se movilizó a cientos de personas.

Dibujos de Wheat and Loaf / Trigo y Hogaza. Fotografía de Carmen Moreno.

“Masa madre”. Apuntes inspirados en el hacer y deshacer de María Bueno
Susana Blas

En cada dedo mi madre tiene una cama.
Como no había qué comer mi madre los echaba al puchero.
Nos dio de comer, pero no teníamos dónde dormir.

Ángeles Castellano

María Bueno trabaja con paciencia, pero sin pausa. Sabe que en la harina de sus obras está todo lo que quiere decirnos, que no hace falta añadir levadura. En la simple harina hay bacterias suficientes para fermentar su pan.

María lleva décadas colaborando con su madre, Ángeles Castellano, porque incluirla en su trabajo es incorporar la sabiduría de las ancestras.

En las exposiciones de María Bueno, es habitual que ellas ofrezcan al público galletas y dulces cocinados en casa. Porque no solo de arte viven el hombre y la mujer, también de pan.

Ya que citamos episodios bíblicos, uno de los que más me emocionan es el Discurso del Pan de Vida, que aparece en el evangelio de Juan. Y, en concreto, el momento que sigue a la alimentación milagrosa de la multitud con cinco panes y dos peces, tras la cual, Jesús atraviesa el lago caminando sobre las aguas. También entonces Jesús acompañó su performance con abundante comida para el colectivo. Y cuentan que, cuando todos quedaron saciados, Cristo dijo: «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”; y se juntaron doce canastas de sobras. Reconozco que este detalle es mi predilecto.

El pan de masa madre sabe más agrio, pero también es más nutritivo. 

Es frecuente que algunos creadores masculinos aludan a la genealogía que representa su padre en un oficio ilustre que se hereda. Es normal saber de los padres pintores, escritores, arquitectos o escultores de los artistas. María, homenajeando a su madre de clase trabajadora, desmorona y delata la herencia patriarcal de un plumazo. Frente a la continuidad de la estirpe androcéntrica y clasista, María entroniza a nuestras madres en delantal.

Los referentes de María Bueno son otros. Son las artistas surrealistas visionarias olvidadas, claro que sí…, pero también son las trabajadoras de la tierra, las criadas y las cocineras; son las panaderas… y todas las mujeres que visten bata de cuadros.

Como a la masa madre que hay que cuidar para conservar toda la vida, María alimenta sus obras con los energéticos vestigios del pasado, con “despojos”, con restos, cargados de vida, capacidades afectivas (prendas de vestir antiguas, dibujos íntimos, cartas, objetos curiosos) que, tras pasar por sus manos, mutan en objetos e instalaciones de aire atemporal y extraña delicadeza, fabricados, en muchas ocasiones, con materiales humildes y efímeros.

Un sueño hecho realidad

La artista ha teorizado sobre “el despojo” vía Vishmidt y Ouali[1], y ha asumido su propia condición de “despojada” como motor transformador del sistema.

Sabemos que las semillas a veces son desperdicios, pero estamos de acuerdo con Vandana Shiva en que «preservar semillas es el mayor acto revolucionario», de ahí que conservar los saberes y las voces sea imprescindible.

Para María Bueno, colaborar con Bread and Puppet Theatre es un sueño hecho realidad. Con ellos comparte una manera de entender el arte comprometido con la calle, con la gente humilde y en continua búsqueda de justicia social.

Ella también reparte pan y sabe bien que, hacer pan, siempre será revolucionario.

Los días previos a la Revolución Francesa el pueblo hambriento saqueó las panaderías. La noche anterior al 14 de julio se incendiaron los puestos aduaneros para permitir que llegara la materia prima del pan.

Son incontables los motines y revoluciones que la falta de pan ha propiciado, y hoy en día, en 2022, quizás estemos en puertas de nuevas revueltas si sigue aumentando la falta de cereal en los territorios más deprimidos del planeta.

Muñecas de trapo

En Navidad, de niñas, pedíamos elaborados juguetes a los Reyes Magos, pero siempre nos traían muñecas de trapo. Con el tiempo, descubrimos que aquellas figuritas humildes las confeccionaban nuestras madres por las noches, cuando nos acostábamos, porque no tenían dinero para comprarnos las industriales.

Según fuimos creciendo entendimos dos cosas: que éramos más pobres de lo que creíamos y que las muñecas de tela de mamá eran poderosas.

Se han encontrado muñecas hechas de papiro, lino y marfil, en Egipto, Roma y Grecia, junto a estatuillas que servían tanto para jugar como para hacer magia. En el Museo del Louvre vi una muñequita de vudú. Sin duda, las muñecas de trapo sirven tanto para fantasear como para hacer conjuros.

Batas y delantales

Muchas de las piezas que se presentan en esta exposición se han realizado con tejidos antiguos reciclados: delantales, paños y prendas de trabajo antiguas. Mis abuelas llevaban batas coloridas de faena. Mis abuelas no pudieron estudiar. Como yo sí pude, decidí ponerme la bata para preparar los exámenes. Siempre me daba suerte.

La bata de trabajo femenina es un símbolo agridulce: de cuidados y de sumisión, de lucha y de renuncia, de amor y de dolor.

Somos eslabones de una cadena sin tiempo

Todos los cuadros terminados, hace un año o hace quinientos, son profecías, recibidas del pasado, acerca de lo que el espectador está viendo, pintado en el lienzo, en el momento presente. Algunas veces la profecía se agota rápidamente y el cuadro pierde su dirección; otras, sigue siendo cierta durante largo tiempo.
John Berger[2]

He teorizado en distintos escritos sobre la práctica artística de María Bueno y, aunque sigo su trayectoria con atención, aún me queda mucho para comprender un corpus de trabajo que en la última época se ha ampliado al plano teórico[3], aportando textos y entrevistas fundamentales para cuestionar la mirada etnocéntrica y patriarcal que sigue predominando en la crítica de arte española.

Debajo de la aparente sencillez de sus esculturas, dibujos, escritos y acciones, se camufla “dinamita madre” para usar poquito a poco.

De hecho, se produce un fenómeno con las obras de María Bueno que os invito a comprobar. Ocurre que sus piezas son capaces de atesorar acervos colectivos antiguos al tiempo que se adelantan a su presente. Haced la prueba: revisad hoy alguno de los dibujos de su primera época y comprobad cómo han aumentado los significados que nos aportan, cómo nos hablan de temas del presente y cómo intuimos que hablarán al futuro.

María y yo compartimos la lucha más antigua: la de las mujeres desheredadas; … la de las cigarreras, la de las brujas, esclavas y criadas…; la de las analfabetas, la de las exiliadas, la de las obreras, agricultoras y cocineras.

A todas ellas, les damos la mano esperando que esta cadena no se rompa.

Madrid, 14 de junio 2022.

Notas:

[1] Nouria Ouali ha inspirado a María Bueno y en concreto, la entrevista que leyó en este libro: Luis Martínez Andrade, Feminismos a la contra, Entre- vistas al Sur Global. La vorágine, 2019.

[2] John Berger, Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos, Madrid: Editorial Nórdica, 2017, p. 59.

[3] Pueden consultarse los artículos y entrevistas realizados por María Bueno para revistas como M-Arte y Radio África Magazine en su página web, en este enlace:  https://mariabueno.es/news-press-notes/

 

Cartel de exposición Wheat and Loaf/Trigo y Hogaza, de María Bueno. Diseño de Carmen Moreno.

Wheat and Loaf / Trigo y Hogaza. Una exposición de María Bueno, en colaboración con Ángeles Castellano, Woodshed Gallery, Bread and Puppet Theater, Vermont, Estados Unidos. Del 2 al 30 de julio de 2022.

Más información:
www.mariabueno.es

 

Introduce tu comentario

Por favor, introduce tu nombre

Debes introducir tu nombre

Por favor, introduce una dirección de e-mail válida

Debes introducir una dirección de e-mail

Por favor, introduce tu mensaje

MAV Mujeres en las Artes Visuales © 2024 Todos los derechos reservados


Diseñado por ITCHY para m-arte y cultura visual