¿QUIÉN CONOCE A LA PINTORA MIRAZO?
Hace unos días, la pintora Mirazo ha recibido una Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Según la wikipedia, «es una medalla que concede el Ministerio de Cultura y Deporte de España a aquellas personas o corporaciones, instituciones, personas jurídicas, organismos o entidades públicas o privadas que destaquen en los campos literario, dramático, musical, coreográfico, de interpretación, etc. «.
Entre los 33 premiados este año 2022, se encuentran los cantantes Concha Buika, María Jiménez, la cantaora Lole, Santiago Auserón, Luis Pastor y Víctor Manuel; los actores, Karra Elejalde y Carme Elías; y los escritores Rosa Montero y Manuel Rivas. También se hallan empresas, como la taurina Ganadería Miura. Todos bien conocidos por el gran público y la ciudadanía en general.
En artes visuales, también hay figuras referenciales como el gestor cultural y ex ministro José Guirao (a título póstumo) y la conservadora de arte Carmen Giménez. Algún artista con una trayectoria integrada en el sistema artístico actual, como Carlos León. Otros menos conocidos, por su especialización, como la antes conservadora del Museo Reina Sofía Carmen Muro y el diseñador de artesanía Tomás García Alía. Y otros, apenas conocidos y muy lejos de las prácticas artísticas contemporáneas, como Augusto Ferrer-Dalmau, según la nota de prensa del Ministerio «de estilo realista y academicista, especializado en pintura de historia y de batallas» y el pintor murciano Pedro Cano.
Y luego, está Mirazo. Su biografía según el Ministerio: «Mercedes Mariño (Las Palmas de Gran Canaria) es un pintora y escultora española. Diplomada en Ciencias Empresariales y educada en una familia de pintoras, Mirazo recibió clases en Gran Canaria, centrándose en el mundo de la plástica. En 1989 comienza a profundizar en la pintura y posteriormente estudia en la Escuela Superior de Arte de Las Palmas. Desde 1990 se dedica exclusivamente al arte. Además de pintura y escultura ha realizado obra gráfica, tanto en grabados como en xilografía. Investiga y trabaja diferentes técnicas para aplicarlas a sus obras, generalmente agrupadas en series. Las primeras estaban dedicadas a los deportes autóctonos canarios, en las que estudiaba la figura humana. En sus obras aparecen personas y paisajes, predominando siempre la conexión del hombre con el mar». Mirazo, sin duda, realiza una pintura amable e, incluso según los estereotipos, se podría calificar como «femenina».
La cuestion es que cuando entras en su web, se comprueba que en 25 años de trayectoria solo ha protagonizado siete exposiciones individuales y en lugares marginales: 2013. ‘Maridaje’. Sala de Arte ULPGC. Las Palmas de G.C.- 2007. ‘Atlántica’. Sala Condal, Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Las Palmas.- 2006. ‘Atlántica’. Soñarte, Sala de Arte. Madrid. | Casa de Canarias, Madrid.- 2004 .‘Lúdica’. CICCA, Centro Cultural de la Caja de Canarias. Las Palmas de G.C.- 2000. ‘Fragmentos’. Club Prensa Canaria. Las Palmas de G.C.- 1999. ‘Estar en el Mundo’. Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas de G.C.-1997. ‘La Vela Latina’. Fundación Mapfre Guanarteme. Las Palmas de G.C.
Como ella, hay cientos si no miles de pintores-artesanos en nuestro país, que disfrutan de lo que hacen y venden y regalan a amigos y conocidos. Artistas-artesanos que estimamos pero que son por completo ajenos a las cuestiones que se plantean hoy en el arte contemporáneo y en el democrático sistema del arte en el que se va seleccionando en virtud de complejos criterios a los mejores. Pero si esta nominación nos preocupa, en especial, es porque la figura de Mirazo se acerca mucho a «la artista de afición» del XIX. Las mujeres que trabajamos en artes visuales llevamos demasiado tiempo bregando con esta carga histórica como para volver a ver la aparición de ese fantasma. ¿Se pretende confundir a la ciudadanía? No es de recibo que una Medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes se otorgue a ningún artista con ese perfil. Tampoco a Augusto Ferrer-Dalmau ni a Pedro Cano, aunque hayan creado fundaciones muy locales. Pero menos aún, si es una mujer de tan escaso mérito.
Nótese que en las Medallas en artes visuales de este 2022, se ha pretendido guardar la paridad. Pero tal paridad es injusta a la vista de la secuencia histórica. En 2012, ya el propio Ministerio de Cultura detectó que hasta entonces se habían concedido a mujeres solo el 23%. Por tanto, un porcentaje a mejorar, según la Ley de Igualdad de 2007, Art. 26, aplicando la discriminación positiva. Y fácilmente, ya que en este Premio no hay número fijo de concesiones. Pero en el que en esta última década no ha habido ninún tipo de corrección.
Incluso me pregunto si estamos ante un caso de prevaricación. En el mencionado autoestudio del Ministerio de 2012 Mujeres y Cultura. Politicas de Igualdad, se dice que «La concesión de estas medallas es a propuesta directa de la persona al frente del Ministerio Cultura, por lo que no hay jurados ni comisiones relacionadas». Un dedazo que, en una deleznable demostración de poder, se salta a las decenas de artistas mujeres en nuestro país bien conocidas entre el público, de larga trayectoria, con decenas de exposiciones en museos y centros de arte de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional, ferias, bienales e incluso aportaciones significativas al tejido de nuestro sistema del arte.
Que esto se haga en un Gobierno progresista, no tiene palabras.
