Valentine Grande y Eva Rossetti, FEMINIST ART. Mujeres que revolucionaron el arte, Madrid, Editorial Liana, Colec. Bromelia, 2023.
Rocío de la Villa
La emergencia de libros ilustrados sobre artistas mujeres realizados por autoras feministas viene cobrando peso en el panorama editorial en los últimos años. Algunos van dirigidos, con finalidad pedagógica, a les peques.
En otros casos, se trata de libros dirigidos a un público sin edad, desde la niñez-adolescencia hasta jóvenes-adultos. El impacto en nuestro país puede medirse por su presencia creciente en los medios culturales. La revista feminista m-arteyculturavisual también se ha hecho eco, publicando varios artículos, entre los que destacaría el dedicado a la novela gráfica sobre Georgia O’Keeffe que el museo Thyssen Bornemisza encargó a la artista Maria Herreros con ocasión de la retrospectiva de O’Keeffe en el museo.
En la editorial Liana, diriida por Marta Tutone, este interés por las artistas es uno de sus puntos fuertes. Hasta ahora han publicado: Chicas malas. 15 historias de mujeres creativas y valientes, Lee Miller. Cinco retratos y Kusama. Obsesiones, amores y arte.
A los que se suma ahora FEMINIST ART. Mujeres que revolucionaron el arte, escrito por Valentina Grande e ilustrado por Eva Rossetti. Ambas también han publicado juntas Il mio Salinger (2017) y Gertrude Stein et la génération perdue (2022). Valentina Grande es profesora, escritora y dirige dos programas radiofónicos italianos de literatura. Además, es autora de los guiones de las novelas gráficas Raymond Carver. Una storia (2019) y Bauhaus, l’idea che cambió il mondo (2021). Por su parte, Eva Rossetti, dibujante e ilustradora, se diplomó con una tesis sobre la reinterpretación del mito de la frontera en el cine independiente americano después del 11, y en la Scuola Romana dei Fumetti en 2015. Feminist Art fue gestado durante el confinamiento de la pandemia y se publicó en 2020. Ya se ha traducido en Alemania, EEUU y Reino Unido, y próximamente en Corea y Francia.
Feminist Art es una novela gráfica con un claro compromiso feminista, dedicado a la Biblioteca delle donne de Boloña, que forma parte esa maravillosa red de Casa delle donne donde se atesoran documentos de la lucha feminista en Italia bien arraigada desde comienzos de los años setenta con el grupo Rivolta femminile, capitaneado por Carla Lonzi y su manifiesto Escupamos sobre Hegel.
Se trata de un libro muy bello y original, compuesto con una gran sensibilidad, lejos de lugares comunes y elaborado con muy buenos criterios. Lo primero que sorprende de esta novela gráfica que reúne cuatro historias es justamente la compleja elección de tres artistas y un grupo artivista imprescindibles en la genealogía del arte feminista: Judy Chicago, Faith Ringgold, Ana Mendieta y las Guerrilla Girls. Cuatro figuras, cuatro actitudes que forman un mosaico básico de un feminismo interseccional: atento a la clase social, a las razas, a la ecología y a la diversidad de géneros y orientaciones sexuales.
Luego, también me parece a destacar la capacidad de síntesis en el guión de cada una de estas historias, que va a lo esencial precisamente aislando algunos detalles nada trillados en cada una de estas biografías, ilustradas en ambientes y paisajes muy sugerentes, que te transportan a las experiencias vividas por estas protagonistas.
Pero más allá de esta destreza literaria en las síntesis, los mimbres que unen estas historias son: Een primer lugar, aproximarnos a estas figuras desde su infancia, lo que equivale -por mímesis empática- a una vuelta a la infancia de les lectores que, en realidad, ya están preacondicionades al tener entre sus manos este formato de lectura, el libro ilustrado, con la que todes comenzamos a leer. Otro mimbre importante sería las conexiones con antecedentes familiares y otras influencias, por ejemplo, en el caso de Judy Chicago la influencia de su padre izquierdista, perseguido por McCarthy; o la figura de su abuela para Faith Ringold.
Además, la importancia en cada una de estas biografías de las relaciones con otras compañeras, con lo que cada historia nos conecta con otras artistas. Por ejemplo, en el caso de Ana Mendieta, su cercanía performática con Adrien Piper, Lynn Hershman Leeson, Eleanor Antin o Cindy Sherman. Aunque, lógicamente, la historia que reúne más conexiones es la de las Guerrilla Girl a través de sus personificaciones de Paula Modersohn-Becker, Eva Hesse, Käthe Kollwitz, Frida Kahlo, Alma Thomas y Georgia O’Keeffe. En suma, unas conexiones que reenvían a continuar las indagaciones sobre otras artistas feministas.
Pero, sobre todo, una manera de entender las biografías que hace que, cada una de estas figuras, siendo heroínas, no se erijan como genias solitarias, sino que siempre remiten a una hermandad sorora.
El resultado, que se va reforzando según se avanza en este libro, es una invitación a aquello que se llamó en los años setenta la concienciación, es decir, a la conversión feminista; o a su reactivación, no desde un plano meramente intelectual o ideológico, sino incorporado por las emociones que suscita esta bella lectura.
Y desde ese ámbito de pluralidad interseccional, que permite la posibilidad de que les lectores se imaginan a si mismes trazando su propia aventura.