CATACLISMO

INTERESTRATOS

Miren Doiz

INTERESTRATOS
Asun Requena Zaratiegui

Nora Aurrekoetxea. Marina González Guerreiro y Miren Doiz exponen sus propuestas en el Museo Jorge Oteiza de Alzuza (Navarra), muestra comisariada por J.P. Huércanos. El catálogo de la exposición, más un libro de artistas sino contase con toda la información formal, se convierte en una declaración de intenciones. Plegado y no paginado, crea un espacio habitado estratificado sin principio ni fin. Gilles Deleuze y Felix Guattari contemplan el concepto como transcodificaciones e intersecciones que se producen en el proceso creativo. En este caso, y al ser el punto de partida una obra del escultor Jorge Oteiza, reverso vaciado del retrato de Unamuno, interpretan su visión personal no el retrato y el vacío.

Miren Doiz ocupa el lugar, algo inusual en ella puesto que acostumbra a ocupar el no lugar, y nos sorprende con una serie de objetos que ella encuentra al azar, materiales de desecho, uniéndolos en obras, en este caso una gama cromática que se mueve del rojo, pasando por el marrón hasta el negro, y en alguna ocasión naranja. Sus pedazos de pinturas de objetos tienen diferentes características: Grosor, terminación mate o brillo, transparencia, cortes limpios o acabados casuales de roturas y fragmentaciones inoportunas. Sus uniones son diáfanas. Algunos de sus materiales maleables, blandos. La artista utiliza su propio lenguaje e incluso nos hace guiños a alguna obra de arte, como los bodegones cubistas, que no suele ser habitual en ella. A Doiz no le interesa dejar pistas al espectador, sino abordar la experimentación. La pintura y el uso del color actúan como material coagulante de un proceso continuo de solapamientos y encuentros, la que en la intervención ayuda a romper la geometría de la sala y funde los cuerpos con el lugar, dice Huércanos. Doiz no pinta, pero sí podríamos hablar del concepto de pintura expansiva aplicado a sus creaciones. La sala como espacio, tal como la diseñó Sáenz de Oiza es una obra objeto en sí. Se produce así, un efecto muñeca rusa, objeto dentro de objeto, espacio dentro de espacio. Solo hay que admirar su primera obra al entrar a sala.

Marina González Guerreiro

Las tres creadoras, se entrelazan o se interlazan en la museografía entrando sus obras en el espacio de la sala siguiente como le pasa a Doiz con Aurrekoetxea, y a Doiz con Marina González Guerreiro. En este último caso es más latente porque la navarra utiliza la pintura y no pintura sobre el espacio expositivo de la balda de González Guerreiro.

Aurrekoetxea trabaja la identidad del retrato eliminando el rostro como elemento identitario individual. Trabaja los moldes en resina de varios cueros cabelludos de personas y animales como la cabra, sin género. No se conoce. A veces se repiten las réplicas y se confrontan a pares o en cuadrícula. Su espacio expositivo asciende y desciende en líneas rectas que sujetan su obra, como las barras doradas con reproducción de pelucas blancas que nos elevan al show. La luz tiene mucha importancia en su manera de pintar. Un lucernario, no unidad Malevich, cambia la composición museográfica, y a la hora punta, las doce (las dos del sol), un poco más arriba un poco más abajo, como si fuese una obra del Románico, deja entrar la luz e ilumina el espacio sagrado.

La gran sorpresa, son las creaciones de Marina González con objetos vividos, materiales blandos que nos cuentan su experiencia vital con materiales propios que nos hablan de ella. La narración se hace obra artística. Transparencias, plásticos, papeles de envolver bombones, objetos de origen romántico, la flor, los anillos de boda encapsulado. Las tartas de cera derretida en tonos pastel, las monedas usadas oxidadas y ordenadas, que nos recuerdan que toda la historia no es novela de Corín Tellado ni aroma de libretas ilustradas para niñas. Poca iluminación y mucha poesía visual en estas esculturas de pequeño y mediano formato, que recuerdan a diferentes religiones, incluso a grabados de Durero por la numerología. Papel, papel y papel, mucho papel, motivos marinos y diversos anzuelos que nos transportan a un mundo marino de ensoñación. Sin duda, algo nuevo, no visto.

Nora Aurrekoetxea

Nora Aurrekoetxea, Miren Doiz y Marina González Guerreiro, Interestratos, Museo Oteiza, Alzuza, Navarra. Del 17 de marzo al 4 de junio de 2023.

Más información:
https://www.museooteiza.org/exposiciones/interestratos-nora-aurrekoetxea-miren-doiz-marina-gonzalez-guerreiro-17-marzo-4-junio/

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