NAFARROA OINEZ 2023. HOMENAJE A ASUNCIÓN GOIKOETXEA
Asun Requena Zaratiegui
Todos años la Federación de Ikastolas (Escuelas que imparten sus clases en euskera) realiza un evento de dimensiones considerables que reúne a gente de todas las edades de Navarra y el País Vasco. Existe un recorrido a pie que está lleno de actividades culturales, gastronomía, conciertos y danzas, pero además se realiza una exposición con obras de artistas consagrados cuya venta se destina al proyecto que esa Ikastola haya presentado, por ejemplo, la construcción o reparación de un nuevo edificio, necesidades educativas, adquisición de nuevas tecnologías y otros menesteres.
Este año el proyecto elegido ha sido en el pueblo de Etxarri Aranatz, Ikastola Andra Mari de la zona territorial de la Sakana (noroeste de Navarra).
Goikoetxea está muy ligada a la al arte navarro y vasco, de hecho, estudió Bellas Artes en Leioa (Bilbao). Oriunda de Bakaiku (1962), vive en París e imparte clases en la universidad de la Sorbona donde también estudió. Expone habitualmente en el territorio considerando su obra e investigación parte del panorama navarro. En su trayectoria ha trabajado la abstracción en pintura, en fotografía y hace más de una década en papel sobre tela en gran formato con tintas y grafito. De la serie desarrollada desde 2014 procede la obra donada por la artista este año. Está representada por la Galería Vanguardia de Bilbao y es fija en ferias como ARCO.
“La repetición del gesto la formulo desde otra perspectiva, con superposiciones dentro del mismo dibujo creando sucesivas capas y dibujos superpuestos por medio de calcos”.
Su obra indaga sobre lo no-visible y se interroga sobre las limitaciones de la percepción. El acto de dibujar está planteado como un acto de descubrimiento, un acontecimiento autobiográfico que da cuenta de algo visto, recordado o imaginado. Se trata de la representación de espacios imaginarios, íntimos, estructurados desde lo frágil y resueltos como indefinidos. El dibujo se presenta como un modo de automatismo obstinado caracterizado por la pura repetición de un frágil trazo. Este método de construcción, le permite crear la ilusión de la tercera dimensión. Desde una economía de materiales que se reduce a papel y tinta y desde la restricción de medios gráficos y cromáticos. Su obra se titula, Vacío.
Josu Reparaz, presidente de la Federación de Ikastolas y alma mater de esta propuesta anual, se encuentra inmerso hace años en la visibilidad de las mujeres a través de la exposición de obra, y en una mayor representación de las mismas, en los homenajeados, porque haberlas haylas. De los 86 artistas, 32 son mujeres. Todavía no se ha alcanzado la paridad. Las artistas son de la zona o valores fijos en el mercado del arte, porque no nos olvidemos que la cita tiene un objetivo económico. Este año la exposición se caracteriza por tener menos pintura academicista y más expansiva. Paisaje y naturaleza contaminan de verdes las dos estancias donde destaca la obra fotográfica de Naya Del Castillo de juventud y frescura, Alicia Irigoyen que este año nos sorprende con un paisaje nevado de sus hayas de tierra Estella en grises y blancos con pequeñas pinceladas robadas de sus paisajes estivales y otoñales, y Helena Santano con un paisaje urbano de abstracción geométrica en grisalla con un toque de amarillo y verde, estructuras industriales y matorral, pura esencia Sakana. No falta la clásica escultura masculina vasca, apuesta segura, con sus máximos exponentes, y las escultoras Celia Eslava, Concha Cilveti y Marijose Rekalde que nunca deja de sorprender y reafirmar a través de su hacer, ser la primera en la escultura navarra.
Se repite alguna obra y alguna artista como Vieytes, Arrazola, Ángela Moreno que a través de su obra en papel con brocados transparencias, tintas, sombras, a través de lo cotidiano, demuestra que también se puede subir al cielo. Josette Dacostadignifica la abstracción desde su experiencia y maestría, y Okariz conversa con las estatuas más allá del momento fotográfico.
La pintura expansiva se hace obra en los trabajos de: Argiñe Berastegi, Txaro Fontalba, Miren Doiz, Elena Aitzkoa y Asunción Goikoetxea. Dora Salazar llena el vacío de frágiles botellas de plástico con uno de los materiales más contundentes, el cemento, mostrando todo el lenguaje de su preparación, secado y huellas del proceso, sin duda toda una dualidad. La exposición también la conforman obras de Nadia Barkate, Begoña Lubero, Zaloa Ipiña, Miren Ustarroz, Ixone Sádaba, Itziar Nazabal, June Crespo, Maia Villot de Diego, Susana Talayero, Sagri Mauleón y Mari Puri Herrero.
Nuevamente el Nafarroa Oinez vuelve a visibilizar a nuestras artistas. La exposición se podrá visitar hasta el 7 de mayo DE 2023 en Condestable Pamplona (Navarra).
Por muchos años.
