CATACLISMO

LA REVUELTA DE LA CHIQUILLERÍA

LA REVUELTA DE LA CHIQUILLERÍA

“Chiquillada’s Revolt” o “La revuelta de la chiquillería” consiste en una serie de dibujos realizados por María Bueno para el espacio de arte Neon Raspberry en California, en la que la artista pone el foco de atención en la población más pequeña; la chiquillería. Ella se imagina que esta última, tomando como referente a sus mayores y atendiendo a los comportamientos y toma de decisiones de los adultos (a menudo nefastos si consideramos los conflictos sociales, económicos, políticos y medioambientales en los que nos encontramos), asaltan las calles, provocan incendios, amenazan y dicen ¡basta ya!, frente a la total desprotección en la que se encuentran.

Bueno piensa en la frase que, según ella, queda bien atrás, “los bebés vienen con un pan bajo el brazo”, imaginando a la chiquillería arañando el suelo para dar con los ingredientes con los que hacer el pan. En esa búsqueda y atendiendo al hilo narrativo de esta exposición, la chiquillería se topará con los más-mayores, de quienes aprenderán a sembrar los campos y hornear el pan. “Migas, migajas, pan en las casas” será entonces el lema que dará un vuelco a tanto desastre.

“Chiquillada’s Revolt” o “La revuelta de la chiquillería” es una continuación del proyecto iniciado por Bueno y su madre en 2023, llamado “La marcha de mujeres con dibujos”. Tal y como la artista ha explicado anteriormente, dicha “marcha” es un proyecto abierto que ha arrancado teniendo lugar en varios contextos y formatos. Bueno está convencida de que la unión y el hermanamiento permiten transformar realidades en las que poder vivir (y morir) mejor. Las mujeres tienen, sin duda, gran poder de cambio y son capaces de hacer marchas y participar en concentraciones, proyectos y luchas para que ello se produzca. Ahora le toca el turno a sus hijos, capaces de desafiar una linealidad y progresión del tiempo, una vivencia de temporalidad ajena a la vivida en la edad adulta que resulta disruptiva, original, futurible e incluso cómica. En palabras de María Rosón, “las criaturas son capaces de dar cuenta de ese lapso intermedio propio de la memoria, al tener un sentido del paso del tiempo bien distinto al de los adultos; en ellos se hace patente la imposibilidad de coherencia o linealidad del transcurso de la vida, situando, por contraste, la simultaneidad y multiplicidad como formas privilegiadas de experiencia temporal”.

En palabras de la artista Mireia Martín Larumbe:

En 1976, Narciso Ibáñez Serrador optó por incluir al inicio de su película ¿Quién puede matar a un niño?, un controvertido picado de metraje de procedencia diversa. En él nos muestra sin ambages la extrema violencia a la que, histórica y sistemáticamente, sometemos a la infancia. Durante esa secuencia de inicio, asistimos con horror a lo que será el preludio de una historia que el propio director definió como un cruel ajuste de cuentas por parte de esa infancia, ya cansada de ser víctima.

Hoy es 18 de junio de 2024 y, antes de hacerle llegar a María este texto, he vuelto a revisarlo ya que en varias noticias publicadas hace tan solo unas horas he leído las declaraciones de Volker Tür (alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos) sobre el estado de las libertades fundamentales en el planeta. Y los resultados son espeluznantes. El número de niños y niñas fallecidos en conflicto se triplicó durante 2023 respecto a las cifras del año anterior*. Gaza y Ucrania, por supuesto, pero también Sudán, el Sahel, la República Democrática del Congo, Siria, Haití, Afganistán o Irán son algunos de los lugares cuyos datos incluye dicho informe. Demasiados lugares, demasiado dolor. En Europa hablamos del derecho, no solo a una vida digna, sino también a una muerte digna. Todo un lujo conforme una se va alejando de nuestras fronteras.  

En 1998 Manic Street Preachers publicó el álbum This is my truth tell me yours. El disco contiene un tema que se convertiría en todo un himno antifascista y antibelicista: «If you tolerate this then your children will be next». Su intrahistoria da cuenta de la importancia de las producciones culturales a lo largo del tiempo. La banda galesa escribió esta canción a partir del mensaje aparecido en un cartel difundido en Reino Unido durante la Guerra Civil Española por el breve Ministerio de Propaganda de la II República. En él, acompañando al texto que da título a la canción, vemos a una niña asesinada sobre un fondo celeste plagado de bombardeos de la Legión Cóndor, fuerza de intervención enviada por el III Reich en apoyo al bando nacional, y responsable, entre otros, del bombardeo de Guernica. Lamentablemente, el lema del cartel (que terminaría funcionando cual augurio con el estallido de la Segunda Guerra Mundial) así como la canción siguen vigentes a día de hoy. 

¿Se puede aplacar el dolor con más dolor? El posicionamiento de María es claro. Frente al dolor, tenemos la posibilidad, incluso diría que el deber, de actuar colectivamente desde el hacer afectuoso y posicionado. Desde el compartir. Contemplando, entendiendo y reconociéndonos en el otro sin olvidar que todos somos el otro de alguien y eso nos empodera y enriquece.

Al saber de Chiquillada’s revolt, lo primero que me vino a la mente fueron las Madres de la Plaza de Mayo. Esas mujeres, madres y abuelas de quienes fueron desaparecidos por la dictadura militar argentina entre 1976 y 1983. Resistiendo jueves tras jueves, año tras año. Caminando agarradas del brazo y portando como único distintivo un pañuelo blanco cubriendo sus cabezas y una fotografía de sus hijas, esposos, nietos… Esas mujeres que se organizaron para, en un valiente acto de amor, llevar al espacio público su dolor y su denuncia en medio de un contexto terriblemente hostil son uno de los más radicales ejemplos de acción colectiva pacífica. Como en el caso de estas madres, a quienes han ido relevando las siguientes generaciones, María Bueno propone que sean los niños y las niñas quienes tomen el relevo a las mujeres en esta revuelta para poner frente a nuestros ojos su hartazgo. Y es que el presente continuo en el que transcurre la experiencia del mundo infantil nunca debería expoliarse.

Somos capaces de volver la mirada hacia estas infancias. Escuchar y entender. Solo queda que lo hagamos, y María nos brinda una magnífica oportunidad para ello desde la acción artística.

* Asimismo, en este mismo informe se confirma que el número de mujeres fallecidas en conflictos globales se duplicó.

María Bueno, Chiquillada’s Revolt / La revuelta de la chiquillería, Neon Raspberry Art House, 3605 Main St., Occidental, California, Estados Unidos. Del 28 de junio al 29 de julio de 2024.

Para más información:
www.neonraspberry.com

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