CATACLISMO

LA CONFIRMACIÓN DE MAR ARZA

LA CONFIRMACIÓN DE MAR ARZA

Mª Ángeles Cabré

Si la Covid -con la precariedad cultural que arrastró- ha servido para que algunas Institucionas vean como imperiosa la necesidad de apoyar a los y las artistas que están a media carrera, bienvenida sea la Covid. Es el caso de Sotaveu, la retrospectiva de Mar Arza (Castellón de la Plana, 1976) -la primera de su trayectoria- que puede verse en La Virreina, en plenas Ramblas de Barcelona, y que ha sido coproducida por el Centro Cultural Palacio de los Condes de Gabia de la Diputación de Granada. Es cuando confiamos en el arte que está en curso, y no en el ya finiquitado -léase artistas ya difuntos o al borde del final-, cuando demostramos ser un país que cree en la cultura y no un país que se sirve de la cultura para fines espurios como la promoción turística o la consagración repetida hasta el hartazgo de las incuestionables vacas sagradas.

Recoger el legado de una artista en activo -de hecho, en lo mejor de su madurez creativa- es darle el impulso que necesita para seguir su andadura. Mar Arza es una de las artistas que se hallan a media carrera con una personalidad artística más acusada. Su gran baza, el interés por el lenguaje, que la singulariza. Como dice en el programa de mano el comisario y director de La Virreina, Valentín Roma: “El lenguaje, o mejor, la retaguardia de las palabras, los modos en los que estas contribuyen al disenso, adopta un papel crucial en las gramáticas de la artista, quien no sólo se ocupó de las abstracciones que sostienen todo mensaje, sino especialmente de sus más estrictas materialidades, desde el significado de una tipografía hasta los sistemas de construcción de imágenes o la corporeidad de un símbolo”. El lenguaje atraviesa su obra, como los símbolos atraviesan por ejemplo la obra de Tàpies.

Otro elemento recurrente en sus creaciones -desde el comienzo marca de la casa- es la crítica a la posición social de las mujeres, históricamente subalterna, es decir, el feminismo. En diversas series, Arza ilumina la invisibilidad de la condición femenina en la tradición y relee ejercicios de insubordinación que plantan cara al patriarcado. En esa línea se halla la primera sala de la exposición, donde subvierte el mensaje de diversas filacterias -esas cintas con inscripciones tan propias de las imágenes religiosas- convirtiéndolas en desobedientes: ya no dictan servidumbre, sino rebeldía. Y asimismo recoge su interés por la historia de las mujeres la nueva pieza audiovisual Un círculo dentro de sí mismo, donde se acerca a vestigios milenarios relacionados con la feminidad para presuponer culturas de naturaleza matrilineal, interesadas por aspectos como la fertilidad y la infertilidad, y que es el resultado de un reciente viaje a Rumanía en compañía de Montse Romaní, profesora de la Massana.

Evidentemente de marcada consistencia feminista también es el trabajo escultórico realizado entre el siglo XX y el XXI con figuras femeninas en la línea de la venus paleolítica de Willendorf, entre otras venus célebres. Dichas figuras plantan cara a la dictadura estética que ha pesado sobre el cuerpo de las mujeres. Por no mencionar la elegante pieza “Femme Gaine” (Mujer vaina), donde en el lugar de las semillas encontramos textos inscritos.

A trabajos muy conocidos suyos como “Avenç” (Ahorro), una crítica al sistema ejecutada a través de una serie de libretas de ahorro -de las que ya sólo usan las personas mayores- en los que las palabras escogidas a la hora de hacer los depósitos revelan la vulnerabilidad a que estamos condenados, se suman piezas realizadas o completadas este 2024. Me refiero a novedades como “Animal de fondo”, un archivador exageradamente largo que nos remite a sus muchos trabajos con la letra impresa. Una pieza central, sobria y bella, que recoge muy bien el espíritu de letraherida y troqueladora de palabras de la artista.

La retrospectiva es generosa y muestra sus principales líneas de trabajo. Me gusta especialmente “La piel del lenguaje”, donde una serie páginas de porcelana en blanco exhiben pliegues barroquizantes. Pero donde Arza conjuga a la perfección la mirada feminista y su amor por las letras se conjuga en “Legs en la disparition” (Legado en la desaparición), donde papeles artesanales con la leyenda “LE PATRIARCAT” en tipografía Didot sufren un proceso de borrado que nos invita a pensar en la tan deseable cancelación del patriarcado. Por lo visto, la Covid ha traído cosas buenas, como esta estupenda retrospectiva.

Mar Arza, Sotaveu, LA VIRREINA. Centre de la Imatge, Barcelona. Del 16 de noviembre hasta el 30 de marzo 2025.

https://ajuntament.barcelona.cat/lavirreina/es/exposiciones/sotaveu/775

 

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