CATACLISMO

SOBRE I PLAN DE IGUALDAD 2024-2026

Presentación del I Plan de Igualdad, Ministerio de Cultura, Madrid, 11 diciembre 2024

SOBRE I PLAN DE IGUALDAD 2024-2026

Rocío de la Villa

La presentación del I Plan de Igualdad 2024-2026 del Ministerio de Cultura reunió a decenas de representantes de asociaciones, plataformas y grupos feministas del sector cultural. Se respiraba aire de celebración. Y no era para menos. Desde la publicación de la Ley de Igualdad 3/2007 las feministas hemos atravesado varias veces el desierto y solo la tenacidad del tejido asociativo ha mantenido con firmeza sus objetivos, forzando en 2011 el primer autoestudio del Ministerio de Cultura, Mujeres y Cultura. Políticas de igualdad con los primeros porcentajes segregados por sexo y después, con la propuesta en 2019 de creación del Observatorio de Igualdad de Género en el Ámbito de la Cultura para seguir avanzando en buenas prácticas. Tocaba ya un relanzamiento.

Son muchas las expectativas que ha despertado este Plan, por lo que conviene analizar sus objetivos y alcance. Aquí va una primera aproximación. Para empezar, este I Plan de Igualdad 2024-2026 continua, amplía y consolida muchas medidas que se han ido aplicando en los últimos años. Y esto es remarcable en estos tiempos de incertidumbre, cuando algunos tildan el feminismo de ideología woke. Está estructurado en cuatro bloques: la igualdad de oportunidades en el trabajo cultural; visibilidad y reconocimiento de mujeres artistas y trabajadoras culturales del pasado y la actualidad; y la formación y el conocimiento en este ámbito. Estos tres bloques profundizan en aspectos en los que ya se venía trabajando. Y como novedad relevante, el cuarto bloque aporta acciones contra las violencias machistas en el sector cultural.

Estos bloques se despliegan en 46 acciones adscritas a departamentos concretos, con asignación presupuestaria, cronograma para su aplicación y criterios de contrastación de su cumplimiento. La evaluación final se realizará con la colaboración de las asociaciones del Observatorio de Igualdad de Género en el ámbito de la Cultura (Clásicas y Modernas, Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, CIMA, Mujeres en las Artes Visuales, MAV, Asociación Mujeres en la Música y Mujeres en la Industria Musical, MIM), las expertas que han participado en la elaboración del plan y otros agentes que puedan resultar de interés.

Se considera un Plan autónomo pero a la vez se configura como uno de los trece ejes del Plan de Derechos Culturales, cuyo propósito es garantizar que toda la ciudadanía pueda acceder y disfrutar de la cultura en condiciones de igualdad, promoviendo la diversidad cultural y protegiendo los derechos de las personas que crean y trabajan en el sector. Este marco ayuda a reforzar la perspectiva de género interseccional, es decir, en su interrelación con otros factores como la racialización, la clase social, la procedencia, o la discapacidad, entre otros, que ayudan a explicar de manera más compleja cómo se experimenta y manifiesta la desigualdad. De manera que I Plan de Igualdad como eje dota de contenidos a la nueva Dirección de Derechos Culturales, que asume la mayor parte de acciones directas sobre migración y racialización, así como presupuestos significativos.

Pero ¿cuál es su alcance? ¿y sus limitaciones? Plantearé primero consideraciones generales y después, pasaré a analizar lo que atañe al sector de las artes visuales.

El primer objetivo del Plan es el propio Ministerio de Cultura: consolidar la perspectiva de género interseccional en toda su estructura, desde el propio ámbito laboral hasta el lenguaje utilizado para la comunicación de sus acciones, en especial las convocatorias de subvenciones de concurrencia competitiva, oposiciones y contrataciones internas y externas, así como proyectos presentados para la dirección de instituciones culturales. Para lo que se cuenta ya con la Guía del Instituto de las Mujeres, albergada en el Espacio de Igualdad de la web del Ministerio de Cultura. Además, con el fin de propiciar la igualdad de oportunidades, el renombrado Centro de Información a la Ciudadanía (anterior Centro de Información al Ciudadano) asesorará a creadoras y productoras sobre derechos laborales, comerciales y sobre ayudas existentes. Este carácter interno, dejando aparte algunas acciones con presupuesto “pendiente”, explica que a la mitad de las 46 acciones se les asigne “costes de dedicación personal interno”.De igual manera, buena parte del presupuesto del bloque «Igualdad de oportunidades» va destinado a cursos de formación y jornadas en diversos niveles del personal interno y de organismos dependientes del Ministerio de Cultura. Por tanto, para 2027 tendremos una puesta al día feminista del Ministerio de Cultura y organismos dependientes que esperemos sea permanente y ajena a cualquier cambio político. En total, 135.700€.

El segundo objetivo general del Ministerio de Cultura es saber con quienes y para quienes trabaja. Por tanto, en el bloque «Formación y conocimiento» se propone mapear mediante informes cuantitativos y cualitativos a las mujeres en los subsectores de la cultura aplicando la perspectiva interseccional, desde la participación de mujeres en concursos públicos para acceder a cargos de dirección a la representación de las mujeres migrantes y racializadas en el sector cultural. Además, con una asignación de 5.000 € se va a reincorporar criterios de interseccionalidad en el Instrumento de Autoevaluación de Igualdad de Género (IAIG), que desaparecieron en la simplificación ministerial de la Herramienta para la igualdad MAV diseñada por Marián López Fdez. Cao y Alma Porta Lledó. Por tanto, otro objetivo de continuidad y consolidación. En total, 119.000 €.

Y por último, pero no menos importante, no cabe duda de que, amparándose en la Ley Orgánica 10/2022, de Garantía Integral de la Libertad Sexual, la gran novedad es acometer la prevención de las violencias machistas en el sector audiovisual y cultural, con diversos protocolos aplicaciones subsectoriales, para lo que se asignan 132.490 €.

Hemos dejado para el final el bloque de medidas sobre “visibilidad y reconocimiento de mujeres artistas y trabajadoras culturales del pasado y la actualidad” al estar casi protagonizado por el subsector de artes visuales, que retiene una de las partidas presupuestarias más abultadas: para empezar, 900.000 €, destinados a la compra de obras de artistas mujeres en ARCO, que por la cuantía suponemos que al igual que en este 2024, en los dos próximos años superará el 70% del presupuesto total de las adquisiciones del MCU a través del Reina Sofía.

Además, el Ministerio de Cultura se compromete a seguir respaldando las celebraciones del 8 de marzo y el festival Ellas Crean. Y actividades específicas, como apoyo a actividades en centros penitenciarios de mujeres, grupos de trabajo de cultura comunitaria en el Museo Reina Sofía (104.200 €) y la continuidad de los programas con mujeres y artistas rurales en el Museo del Prado (15.000 €) .

Pero, por otra parte, es precisamente en el sector de las artes visuales donde se denotan las limitaciones, cuando no la falta de ambición e incluso la obsolescencia de alguna propuesta.

Rosa Cabrera, Herencia negada, III ciclo Visión y presencia, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

En este I Plan de Igualdad, el Ministerio de Cultura se sirve únicamente de dos instituciones principales, el Museo Reina Sofía y el Museo del Prado. Mientras que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, que tanto lleva realizado sobre esta cuestión, sin embargo, no es mencionado en ningún momento y por tanto, tampoco tiene respaldo presupuestario alguno. Además, solo de pasada (2.1.9), se menciona la Red de Museos por la Igualdad – tras la realización de la creación de la Herramienta del Autodiagnóstico, que dio lugar a la campaña «Gota MAV»- y a la que hoy pertenecen más de cuarenta museos y en concreto, 13 de los 16 museos dependientes del Ministerio de Cultura. Centralismo y olvido territorial que desmerecen cualquier perspectiva interseccional, cuando es urgente acometer la inaceptable situación de provincias y ciudades repartidas en todo el Estado ajenas por completo a las buenas prácticas, en especial, en materia de igualdad; por incómoda que pueda resultar tratar esta política interterritorial desde la perspectiva de género interseccional con ayuntamientos, diputaciones y consejeros de Comunidades Autónomas de signo político opuesto. Pues del MCU cabría esperar que fuera algo más que un mero modelo que es posible obviar.

Concha Jerez en la jornada Legados. Espacios para el cuidado de las creaciones contemporáneas, Museo Reina Sofía, 21 de septiembre 2023

Continuando con las autolimitaciones, también llama la atención que en este I Plan de Igualdad no se trate en ningún momento los legados de artistas, ni siquiera presupuestando un diagnóstico, protocolo o informe, al ser una cuestión candente en los últimos tiempos sobre la que se han celebrado jornadas en varias ciudades, algunas contando con el respaldo y en espacios de organismos dependientes del Ministerio de Cultura. Asunto que no puede desligarse de la deuda de reconocimiento de tantas artistas por parte del Estado y que, por lo tanto, tendría que estar incluido en este I Plan de Igualdad.

Por último, la obsoleta acción “2.1.6. Elaborar una guía para difundir a creadoras y artistas en el ámbito educativo de secundaria y formación profesional artística y musical» (por el módico precio de 70.000 €), publicada en pdf descargable en el futuro renovado Espacio de igualdad de la web del MCU, sinceramente despierta perplejidad y levanta la sospecha sobre si la múltiple asesoría de este I Plan de Igualdad ha sido la correcta o más bien, ha habido deslices y omisiones respecto a las asociaciones Clásicas y Modernas y MAV integradas en el Observatorio, que llevan más de una década bregando con este asunto. Porque guías semejantes, mal que bien, ya existieron en la web del MCU antes de 2017, cuando se creó el actual Espacio de Igualdad; pero, de hecho, con anterioridad en España ya se habían publicado historias del arte en femenino firmadas por Bea Porqueres y por Marian López-Fdez Cao, a las que después se sumarían las traducciones al español de manuales como el de Whitney Chadwick, Mujer, arte y sociedad y recientemente, la Historia del arte sin hombres de Katy Hessel, además de muchas traducciones de la historiográfica del arte clásica feminista en los últimos años y la constante presencia de creadoras del pasado en Instagram y otras redes sociales. Lo que hace que esta propuesta de Guía de creadoras haya quedado totalmente desfasada. Ni entonces ni ahora, necesitamos más guías ni manuales de historia del arte en femenino. Lo que venimos reclamando desde hace más de una década es la inclusión de la cultura -sin olvidar la científica- creada por mujeres en los curricula de primaria, secundaria y Universidad, con sus respectivos manuales y ensayos. Esas son las historias del arte inclusivas que necesitamos que el MCU respalde, ya sean elaboradas en las lenguas oficiales del Estado español, ya sean traducidas de lenguas extranjeras. Como cuestión de fondo, de nuevo, este objetivo requiere la ambición para impulsar la negociación del Ministerio de Cultura con el Ministerio de Educación para introducir modificaciones en los Planes de estudio. Menos de esto, hoy en día, es inadmisible.

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