CATACLISMO

ELOGIO DEL RENACER

ELOGIO DEL RENACER
Remedios Navarro Mondéjar

El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) acoge hasta el 13 de marzo de 2025 la última exposición de la artista ilicitana Susana Guerrero La máquina de sangre.

Fruto de un maridaje singular entre la artista y la comisaria Remedios Navarro, esta muestra es el resultado de dos años de investigación y de continuos encuentros que han dado como resultado una propuesta expositiva que presenta en el mismo plano de importancia las obras rescatadas de periodos anteriores, las nuevas piezas creadas para la muestra y la cartografía de todo el proceso, instalada en la recreación del taller de la artista, donde conviven mapas conceptuales, imágenes de referencia, bibliografía, bocetos preliminares o las versiones expositivas de sus mesas de taller donde encontramos, además de sus referentes, los materiales orgánicos y artificiales que conforman su imaginario. Esta simbiosis perfecta entre la obra creada y el armazón teórico que la sustenta, permite profundizar en el significado de unas metáforas visuales que aluden a conceptos como regeneración, resistencia y fortalecimiento.

Los mitos, leyendas o relatos sagrados, materia prima referencial de Susana Guerrero, constituyen el andamiaje de nuestro sistema interior de creencias y expresan los valores y la forma de entender el mundo desde épocas remotas. Como las antiguas y antiguos narradores de historias moldeaban esos relatos para adaptarlos a sus necesidades, Susana Guerrero se apropia de ellos para reinterpretarlos bajo un prisma contemporáneo. En sus manos, Medusa, Santa Catalina de Alejandría o la Mare dels Peixos, son hembras decapitadas rescatadas para ser renacidas. En un ejercicio de alquimia creativa y curativa, Guerrero repara sus heridas y transmuta su vulnerabilidad en fortaleza, convirtiéndolas en heroínas resilientes, símbolos de dignidad, poder y coraje. Pese a su voluntad de reparación, su posicionamiento como artista no tiene un interés balsámico; más bien pretende ahondar en la carne, la incomodidad, el dolor y la herida, para, desde ahí, ofrecer remedio y aliento. Con esta resignificación de los mitos crea nuevas narrativas visuales acordes con las necesidades de nuestro tiempo y nos demuestra que el arte puede tener efectos empoderadores y terapéuticos.

Con su pensamiento y su práctica artística, Guerrero evidencia una capacidad innata para desvelarnos los vínculos ancestrales ya perdidos entre arte, magia, religión y curación. Su creación funciona como un cordón umbilical que rescata cicatrices antiguas para sanarlas con la precisión y agudeza de una experta curandera. Todo un ejercicio de metamorfosis y de catarsis, de toma de conciencia sobre los sesgos de la tradición patriarcal, de apelación a esa justicia poética que consiga anteponer la fuerza y la dignidad ante todo.

En su obra, la realidad visible e invisible se entreteje creando una trama donde lo atávico y lo actual, la intuición y la razón, la ciencia y la espiritualidad se anudan. Sus creaciones se nutren de una experiencia personal de lo sagrado (todo aquello que consideramos valioso y que da sentido a la vida) basada en la experimentación directa y la introspección (en sus palabras: “ir hacia dentro y hacia atrás”), de un proceder que entiende el inconsciente como guía y fuente de inspiración, sabiduría y trascendencia. Su proceso creativo es parte esencial de su experiencia vital, el reflejo de unas vivencias y reflexiones que el arte es capaz de transformar en materia poética y simbólica para afrontar, desde la revisión del pasado, los retos del presente y del futuro. En este sentido, sus piezas construyen un puente entre creencias ancestrales y un presente desprovisto de la capacidad para comprender la carga sagrada y espiritual que en periodos remotos llegó a tener la existencia.

En nuestra máquina corporal, la sangre, la leche y el agua salina comparten composición, circulan y lo atraviesan todo por dentro y por fuera, y están presentes en nuestros cuerpos y en nuestros mitos; es por ello que son los tres elementos que vertebran esta muestra. Al mismo tiempo, la exposición está concebida como un gran homenaje a uno de los personajes más fascinantes y desconocidos de nuestra tradición popular, la Mare dels Peixos, un ser fabuloso rescatado por Enric Valor de narraciones orales que nos recuerda la pervivencia de la mitología clásica en la literatura popular valenciana y que encarna el gesto más extremo de entrega: sacrificarse para ofrecer su cuerpo como alimento que preña con la promesa de su regeneración. Por extensión, la maternidad, concebida por Susana como el acto más salvaje de fortalecimiento, que implica ser devorada desde dentro y atravesada, sentir que tu cuerpo y tu vida se descoloca y se vuelve a recomponer, hacerte consciente de tu poder como hembra alimentadora para dar y quitar la vida, será otro de los temas centrales de esta muestra.

También de la mano de Guerrero, descubrimos que el conjunto de relatos depositarios de saberes arcaicos encierra, en su trasfondo histórico, una metáfora de las tensiones entre vida y muerte, creación y destrucción, supervivencia y aniquilación, entendidas como expresiones de fuerzas que han sido veneradas y temidas. Susana Guerrero profundiza en ese caudal de conocimientos acumulados por milenios de existencia para extraer una enseñanza fundamental: todo está conectado, atravesado por un principio creador y sustentador de vida y en constante transformación; a cada final le sigue un nuevo comienzo; la vida se sucede en continua renovación. Ese es el mensaje primordial que nos transmite un símbolo universal como es el Ouroboros (la serpiente que se muerde la cola, muere con su veneno, se autofecunda y renace), muy presente en esta muestra. Una demostración de que la naturaleza y el ser humano tienen la capacidad de reponerse ante la adversidad, de regenerarse tras cada pérdida, de renacer eternamente. El arte de Guerrero nos da las claves para hacerlo: aprender a armarse con uñas y dientes para resistir el daño; tener fe en nuestra capacidad de fortalecimiento y renovación; colaborar para nutrirse; enfrentar la vida aceptando la carga de magia y misterio que la habita.

Susana Guerrero, La máquina de sangre, Museo de la Universidad de Alicante (MUA), Alicante. Hasta el 13 de marzo de 2025.

 

Introduce tu comentario

Por favor, introduce tu nombre

Debes introducir tu nombre

Por favor, introduce una dirección de e-mail válida

Debes introducir una dirección de e-mail

Por favor, introduce tu mensaje

MAV Mujeres en las Artes Visuales © 2025 Todos los derechos reservados


Diseñado por ITCHY para m-arte y cultura visual