Laura Segura, Sobretodo, 2023. Porcelana y madera de haya.
ENTREVISTA A LAURA SEGURA
María Bueno
María Bueno. Hola Laura, ¿te presentas brevemente y nos explicas a qué te dedicas exactamente dentro del contexto artístico español?
Laura Segura. Soy Laura y Mi práctica artística se centra en investigar el concepto de origen y su relación profunda con la naturaleza y el entorno. Me interesa especialmente como lo material y lo sensorial —el olor, el tacto, el color— pueden activar una memoria corporal y emocional que nos conecta con lo primigenio, con lo esencial.
Trabajo desde un enfoque muy procesual, donde el hacer, el tiempo, y la transformación de los materiales son tan importantes como el resultado final. Busco generar obras que despierten una percepción más atenta y espiritual del mundo, como si cada pieza contuviera un murmullo o un halo que nos transporta a otros lugares, a otros tiempos.
Dentro del contexto artístico español, mi trabajo se sitúa en ese cruce entre arte, naturaleza, espiritualidad y experiencia sensorial, intentando abrir espacios donde lo cotidiano recupere su potencia poética, y donde lo simple vuelva a tener valor. Me interesa crear desde lo silencioso, desde lo lento, desde lo que se toca, se huele, y se siente más allá de lo visual.
María Bueno. ¿A qué tipo de proyectos o propuestas le dirías que sí sin pestañear?
Laura Segura. A ninguno. No porque no haya propuestas interesantes, sino porque creo que el “sí” sin cuestionamiento es una forma de renunciar a la conciencia del proceso. Para mí, cada proyecto requiere escucha, tiempo y revisión. No creo en las respuestas automáticas ni en las decisiones impulsadas por la urgencia o la promesa de visibilidad.
Necesito sentir que hay un cuidado real detrás de cada invitación, que hay afinidad ética, espacio para la duda y libertad para habitar los procesos con honestidad. Solo desde ahí, desde ese lugar reflexivo y sincero, puedo construir algo que tenga sentido. Así que no, no hay ningún proyecto al que le diría que sí sin pestañear. Prefiero parpadear, observar, pensar y, si resuena, entonces decir que sí con conciencia.
María Bueno. ¿Establece tu línea de trabajo una conexión con quien eres y de dónde vienes? Si es así, ¿piensas que la cultura es transformadora?
Laura Segura, Desenvuelto de la envoltura, 2021. Cera de abeja, hilo de algodón, pigmento, estructura y maderas.
Laura Segura. Sí, mi línea de trabajo está profundamente conectada con quien soy y con mis orígenes. El concepto de “origen” no es solo un eje temático en mi investigación, sino también una forma de regresar constantemente a mi vínculo con la naturaleza, el entorno y lo esencial. Crecí en contacto con lo natural, con los ritmos silenciosos de la tierra, y esa experiencia ha marcado mi sensibilidad artística y mi manera de habitar el proceso creativo.
Mis obras son una búsqueda constante de esa conexión sensorial y espiritual con el mundo, donde el olor, el tacto y el color actúan como puentes hacia una sensación primigenia. Esa memoria sensorial es para mí una manera de hablar de lo ancestral y de lo cotidiano al mismo tiempo, un recordatorio de que lo más simple puede ser profundamente transformador.
Por eso, sí creo que la cultura es transformadora. No solo porque permite preservar y transmitir las raíces, sino porque también tiene la capacidad de despertar emociones, reconectar al ser humano con su esencia y ofrecer nuevas formas de habitar el presente. A través del arte, la cultura puede abrir espacios para imaginar otros mundos posibles, más sensibles, más conscientes, más conectados con la vida en todas sus formas.
María Bueno. Gracias a trabajar en proyectos y con profesionales diferentes entre sí, ¿podríamos decir que el arte es un lugar propicio para compartir, aprender y crecer en colectividad?
Laura Segura. Sin duda. El arte, tal y como lo concibo y practico, es un espacio fértil para el encuentro, el intercambio y la transformación mutua. Trabajar en proyectos con personas de distintos ámbitos y sensibilidades me ha enseñado que el proceso artístico se enriquece cuando se abre al diálogo, cuando se permite habitar lo colectivo sin renunciar a lo íntimo.
Cada colaboración es una oportunidad para aprender nuevas formas de ver y de hacer, para dejarse afectar por otras miradas y metodologías, y para expandir los límites del propio pensamiento. En ese sentido, el arte se convierte en un lenguaje común donde se comparten intuiciones, saberes y emociones que muchas veces no encuentran cabida en otros espacios.
Además, en mi práctica, que tiene una fuerte dimensión sensorial y espiritual, trabajar con otros ha supuesto una forma de tejer redes invisibles de complicidad, donde la experiencia compartida se vuelve también una forma de pertenencia. Esa construcción colectiva no solo nutre el proceso, sino que también lo transforma. Por eso creo firmemente que el arte no es solo un medio de expresión individual, sino también una vía poderosa para el crecimiento colectivo, para el aprendizaje horizontal y para la creación de comunidades sensibles y conscientes.
Laura Segura, Una trenza de hierba sagrada, 2022. Sisal.
María Bueno. Referentes…
Laura Segura. James Lee Byars, Cecilia Vicuña, Ana Mendieta, Wolfgang Laib, Louise Bourgeois, Anish Kapoor,…
-Dos creadoras; artistas: Lucia Loren y Laura Mema.
-Un colectivo y propuesta artística: Colectivo Culturhaza.
-Un evento cultural que te haya marcado: Lateral Granada.
-Una comisaria y espacio cultural: Blanca de la Torre / Hebras y Urdimbres.
-Una película, bebida, canción y paisaje inspirador: El mago de Oz / Té Rojo / El mohan de Martina Camargo / Las abejas en las colmenas.
María Bueno. ¿En qué tópicos, idealizaciones y estereotipos crees que caemos cuando abogamos por una diversidad e inclusión en el arte que, en el fondo, no se termina de materializar? ¿Cómo podemos desactivarlos?
Laura Segura. Creo que uno de los mayores riesgos cuando hablamos de diversidad e inclusión en el arte es quedarnos en un plano meramente discursivo, donde estas palabras funcionan más como etiquetas tranquilizadoras que como compromisos reales. Se idealiza la diversidad como si fuera algo que simplemente se nombra o se representa superficialmente, sin cuestionar a fondo las estructuras que sostienen la exclusión, ni los mecanismos de validación que siguen privilegiando ciertas voces, ciertas estéticas, ciertos saberes.
A menudo se confunde inclusión con visibilidad puntual, con ocupar espacios ya definidos sin permitir que esos espacios sean transformados desde dentro. Esto genera una falsa sensación de apertura, cuando en realidad las prácticas y lógicas de fondo permanecen intactas.
Desde mi perspectiva, para desactivar estos tópicos es necesario ir más allá del gesto simbólico y asumir un compromiso más profundo con la escucha, con la revisión crítica de nuestros propios posicionamientos y con la apertura hacia formas de hacer y de pensar. La inclusión verdadera exige tiempo, cuidado y disposición a incomodarse; requiere abrir procesos donde la diversidad no sea un adorno, sino el motor mismo de la creación y del pensamiento colectivo.
Laura Segura, Plétora, 2024. Fibra de bambú, porcelana y cebada.
María Bueno. ¿Qué nos conecta a las personas creadoras en el contexto artístico español? ¿Qué crées que nos facilita acercarnos y unirnos, aprovechando dicho contexto?
Laura Segura. Nos conecta, en primer lugar, una sensibilidad compartida hacia lo que nos rodea: una conciencia del presente atravesada por lo político, lo ecológico, lo íntimo y lo poético. A pesar de las diferencias de enfoque, lenguaje o trayectoria, muchas personas creadoras estamos buscando lo mismo: una forma de estar en el mundo que sea más justa, más atenta, más viva.
También nos une el deseo de hacer del arte no solo una práctica individual, sino un espacio de relación, de construcción colectiva, de afectos y de resistencia. A través de residencias, encuentros y proyectos colaborativos, vamos tejiendo redes que sostienen nuestras prácticas más allá del mercado o las instituciones, espacios donde se valora tanto el proceso como el resultado.
En ese sentido, lo que más facilita el acercamiento entre personas creadoras es precisamente la voluntad de compartir desde lo honesto y desde el deseo común de crear formas de vida más conectadas. Vivimos en un contexto complejo, con muchas tensiones y precariedades, pero eso también agudiza la necesidad de aliarnos, de sostenernos y de imaginar otras formas posibles de hacer arte desde lo colectivo, lo situado y lo sensible.
María Bueno. ¿Qué estrategias crees que nos permiten paliar las necesidades y dificultades en el contexto mencionado?
Laura Segura. En un contexto artístico como el español, donde la precariedad, la falta de apoyo institucional estable y la competitividad a menudo marcan el día a día, creo que las estrategias más eficaces pasan por construir redes reales de colaboración y apoyo mutuo. Es fundamental repensar la forma en que entendemos el éxito dentro del arte: salir del modelo individualista y competitivo para valorar los procesos, los vínculos, los saberes compartidos. Esto se traduce en crear espacios donde sea posible experimentar, equivocarse y aprender en común, sin la presión constante del resultado o la visibilidad inmediata.
Otra estrategia clave es la transparencia: hablar abiertamente de las condiciones en las que trabajamos, de los problemas o vivencias, de las dificultades económicas, de lo que no funciona. Solo desde esa honestidad podemos construir modelos más sostenibles y humanos.
María Bueno. ¿Nos adelantas algo de tus proyectos venideros?
Laura Segura. Tengo varios proyectos en marcha. Actualmente, estoy trabajando con asociaciones de mujeres para desarrollar una obra en colectivo, lo que me tiene muy emocionada por la posibilidad de compartir procesos, crear juntas y compartir saberes. También tengo una residencia en el Centro de Arte Lo Pati y una exposición colectiva en el CDAN, ambas comisariadas por Blanca de la Torre. Estos proyectos me permitirán profundizar en nuevas ideas y enfoques.
Para más información:
lauraseguragomez.com
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