Detalle de una imagen de histología con cuerpos de Lewy en una de las obras de Alejandra Morales
CUERPOS DE LEWY. DES-CONEXIONES EN MOVIMIENTO.
ENTREVISTA A ALEJANDRA MORALES
Ana DMatos
Durante dos años, Alejandra Morales trabajó en un proyecto fotográfico muy personal, en el que exploró sus emociones. Estudió, a modo de duelo, el diagnóstico de la enfermedad de su madre, su pérdida progresiva y, por último, la aceptación de su muerte. Su obra se ha convertido en un vehículo de sanación, para interpretar, transformar y mirar de frente a la vida. La exposición fotográfica, con la que ha dado a conocer esta demencia, está compuesta por 8 obras de 40 x 50 cm c/u, y se acompaña de una instalación. Este trabajo, que podrá verse en el centro Can Baste, en Barcelona, hasta el 20 de julio de 2019, se enmarca dentro del Festival Revela’t OFF 2019.
Alejandra, ¿de dónde viene tu interés por la fotografía?
Cuando era pequeña, en mi casa había una cámara Polaroid. Me fascinaba ese registro instantáneo de una realidad que acababa de suceder y desaparecer. Aunque siempre me incliné más hacia la pintura, el proyecto final de Bellas Artes lo hice con soporte fotográfico y durante estos últimos años me aparté de la pintura por una cuestión práctica; es más fácil combinar la maternidad con la técnica fotográfica que con la pintura.
Este es un proyecto complejo, ¿cómo nació?
Nació de la necesidad de trabajar con la situación personal que estaba viviendo en ese momento, de darle forma a mis emociones. Hice bocetos de varias ideas diferentes y este fue el que continué por momentos intermitentes. Cuando me preguntaban por mi madre, casi nadie conocía la enfermedad cuerpos de Lewy. Parece que, o tienes Alzheimer o tienes depresión; incluso llegué a escuchar críticas sobre las alteraciones conductuales, manías y trastorno asocial que padeció en los inicios de la dolencia. Me propuse dar a conocer un poco más la enfermedad a través del arte. Lo comencé a principios del diagnóstico y lo terminé un tiempo después de morir, en total unos dos años.
En algún momento, su madre ya no respondía de la forma habitual. Enfermó y le diagnosticaron una demencia, cuerpos de Lewy, una enfermedad degenerativa que se caracteriza por la acumulación de proteínas, en determinadas zonas del cerebro que controlan la memoria, las actividades cognitivas y el movimiento. Este diagnóstico sucedió justo en un momento de esplendor y felicidad en la vida de la autora, acababa de ser madre, y su hija tenía tres meses. Supo que su madre ya no la podría acompañar en su maternidad. Desde ese momento Alejandra comenzó este proyecto, con la clara intención de dar forma a sus sentimientos.
Distintas perspectivas de la misma obra
El proyecto tiene dos partes. El propiamente fotográfico que desarrolló utilizando sus recursos habituales: la cianotipia y el plegado del papel. La doblez permite hacer un doble juego, el de situar dos imágenes en la misma hoja, que gracias a los sucesivos pliegues y a la visión oblicua, puede verse solo una de las dos imágenes. La visión frontal de la foto, donde ambas imágenes se superponen, impide ver con claridad cualquiera de las dos figuras. Esa interacción del lenguaje y el juego óptico, representa muy bien el modo en cómo la enfermedad aparece. Son conexiones y desconexiones con la realidad.
Alejandra Morales en su exposición en Can Basté (2019) y cianotipia de una histología de cuerpos de Lewy
La otra parte del trabajo, la instalación, trata de hacer visible las conexiones neuronales. Para ello ha trazado un recorrido con hilos que van desde los dos extremos de la sala y se conectan por el techo, dejando todas las fotografías arropadas en ese contexto. El hilo de color azul sugiere la plasticidad cerebral del sistema nervioso, y las pequeñas esferas redondas de color oscuro, indican las lesiones redondas de sustancia negra, que afectan a las conexiones neuronales.
¿Esta técnica que has usado ha sido por la necesidad del proyecto?
Trabajo mucho con la cianotipia y el plegado del papel, de hecho doy talleres independientes de estas dos técnicas en centros cívicos. Para mi anterior proyecto fotográfico «Silencio en el cieno» usé impresión fine art de un laboratorio fotográfico. Pero Cuerpos de Lewy requería participar de todo el desarrollo artístico y con ello dotarlo de un carácter más intimista. Se trata de un proceso artesanal tanto en la instalación de un entramado de hilos que evocan las conexiones neuronales como en la serie fotográfica donde empleé un formato final de doble imagen para transmitir la dualidad de la enfermedad y la persona.
Vista parcial desde el interior de la instalación
Este trabajo que expones, ¿te ha afectado o transformado de alguna forma?
Mucho, ha sido el proyecto más difícil, doloroso y al mismo tiempo sanador y reconfortante que he hecho hasta ahora. Ha habido épocas de necesidad de trabajar continuamente en él, sobre todo al principio, me ayudaba a aceptar lo que estaba sucediendo y a tener ilusiones nuevas. Lo apartaba y lo retomaba según mi necesidad emocional. Después de morir mi madre tardé un tiempo en lograr terminarlo, no soportaba el dolor de revivir todo lo que había sucedido, ver continuamente esas fotos de mi madre con mi hija me traía demasiados recuerdos. Parece que nunca es suficiente el tiempo compartido. He llorado mucho encima de estas fotos.
Alejandra se mira a sí misma y se interroga: “¿Por qué merecía salvarse?”. Se responde: “Porque era pronto, muy pronto…”. Le preguntó a su madre si quería vivir. No contestó. Le dijo: “Te quiero mamá, descansa tranquila” .
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Notas:
Entrevista con la autora vía e-mail, el 23 de junio de 2019.
La foto parcial desde el interior de la instalación ha sido cedida por Alejandra Morales. El resto de la documentación fotográfica ha sido realizada por la autora de este artículo.
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