CATACLISMO

ENTREVISTA A LA ARTISTA BELÉN MILLÁN

ENTREVISTA A LA ARTISTA BELÉN MILLÁN
María Bueno

María Bueno. Danos unas breves pinceladas de quién eres y a qué te dedicas, Belén. ¿Cómo llegaste al mundo del arte?

Belén Millán. Soy una artista multidisciplinar. Nací en Granada pero he llevado una vida nómada desde siempre y he vivido en multitud de entornos muy distintos, en España y el extranjero. Eso me ha hecho hiper flexible y me ha dado una mirada amplia. También ha dejado carencias que a veces aparecen en mi obra. Empecé pintando de pequeña y esa inquietud por crear se quedó conmigo para siempre.

Estudié comunicación y arte en Estados Unidos y me metí de lleno en el mundo publicitario de la gran manzana, trabajando en todo tipo de proyectos y sectores. Una fusión de titanes en un buen momento hizo que mis huesos fueran a parar a la calle. Al final fue una bendición del cielo, pues me permitió volcarme de lleno en mi labor artística. Llevo doce años exponiendo como profesional, y vivo y trabajo a caballo entre Málaga y NY.

María Bueno. Eres una artista comprometida con la naturaleza, atenta a los procesos que resultan de la interacción (no sólo humana) con esta, ¿nos explicas tus intereses y cómo los vinculas a tu práctica artística?

Belén Millán. Siento que la naturaleza es parte de mi identidad personal. Ella es lo que nos une y hermana a los seres vivos. Desde mis comienzos, mi trabajo —que es un proceso de investigación y búsqueda— se centra en los ciclos vitales, en esos procesos de degradación y de renacimiento que marcan el ciclo de la vida y de la muerte, y que son la esencia de todo. Me han interesado sobre todo los procesos de transformación detrás de esos ciclos.

El año 2019 supuso un punto de inflexión para mí. Hasta entonces la biología y la ciencia que explicaban esos procesos eran lo que más me interesaba. Pero a partir de los incendios en Australia ese año sentí que necesitaba el contacto directo con la naturaleza a nivel de creación. Saqué mi estudio al campo y comencé a hacer intervenciones primero en los almendros de los montes de Málaga, luego en los olivos milenarios de la Axarquía, siguieron los alcornoques de las dehesas de Huelva… Salí a nuestro campo andaluz a crear y a la vez introduje el campo en mi estudio de pintura, que poco a poco se convirtió en taller multidisciplinar donde ahora impera a sus anchas la materia orgánica. Desde entonces me han interesado proyectos relacionados con nuestro patrimonio natural y cultural y la ecología. 

Entiendo la creación artística como forma de vida. Quiero decir que en mi día a día, ya esté comprando, cocinando, escribiendo o creando, intento que una conciencia ética, medioambiental y ecologista, esté presente y guíe mi creación. Para mí esa conciencia y la labor activista que conlleva es prioritaria. En el taller paso mucho tiempo sola y es quizás el único momento del día en el que puedo fluir con el proceso y apagar todas las demás luces. Al final el proceso artístico y la vida diaria se retroalimentan. Y tu obra se convierte en un reflejo de quien eres y de tu vida y al revés. 

Híbrida, 2022.

María Bueno. Entre los proyectos y exposiciones que has realizado, ¿cuál(es) ha(n) sido importante(s) y decisivo(s)? ¿A qué tipo de proyectos o propuestas le dirías sí sin pestañear?

Belén Millán. Tuve el privilegio de hacer una residencia con Judy Pfaff y M. David y desarrollar un proyecto de instalación que llamé Jacaranda. Esa fue una experiencia decisiva. Los techos del lugar eran altísimos, me sentía como en una catedral. El espacio era vasto y anárquico. Hice un doble mural con varias paredes en forma de triángulo para acotar ese espacio. Al final del proyecto, entre otras cosas, hablamos del concepto de generosidad como creadores. De la generosidad con los que van a ver tu obra, que la vean sin barreras conceptuales ni físicas, que puedan dar vueltas alrededor, entretenerse en todos los detalles o retirarse y apreciarla en su conjunto con todos los sentidos.

El espacio monumental, las dificultades técnicas no eran verdaderamente el reto. Ahora mirando atrás me hubiera gustado colgar la instalación del techo y verla fluir en ese espacio anárquico. Es bueno hacer un ejercicio de refundación mental para crear con honestidad hacia nosotros mismos y generosidad hacia los demás. Estoy muy agradecida por ese aprendizaje. Sin pestañear le diría que sí al Palacio de Cristal en Madrid.

María Bueno. ¿Nos hablas de tu reciente exposición Híbrida, en el Jardín Botánico Histórico La Concepción?

Belén Millán. Híbrida. Abstracciones biomórficas es un proyecto expositivo desarrollado específicamente para el Jardín Botánico-Histórico La Concepción de Málaga donde pretendo visibilizar la intrusión del plástico en el conjunto de la naturaleza, en especial de los microplásticos y nanoplásticos que enferman nuestro entorno y están provocando cambios en la estructura de los seres vivos de los que formamos parte. Ya han encontrado microplásticos en nuestros fetos. Y hay estudios que indican que ingerimos una cantidad de plásticos cada semana que equivale a una tarjeta de crédito. Están en el agua, principalmente, pero también en la tierra y en el aire. Y desde luego en nuestros alimentos.

Me pregunto aterrada cómo nos hemos permitido, como sociedad, llegar hasta tal punto. Eso ha sucedido en menos de un siglo. En la exposición, a través de una serie de abstracciones biomórficas que fusionan la materia orgánica desechada del jardín botánico con bolsas de basura recicladas y reciclables, exploro los cambios en nuestros conceptos de lo artificial y de lo natural en la nueva naturaleza que nos rodea, literalmente invadida por polímeros sintéticos incrustados en nuestro entorno, que han cambiado el ciclo eterno de vida y de muerte de la naturaleza, porque el plástico es un elemento difícilmente degradable.

Catálogo de la exposición: https://issuu.com/bcmillan2019/docs/belen-millan-hibrida-brochure-220220finalfebrero23

Palingénesis, 2019.

María Bueno. ¿Establece tu línea de trabajo una conexión con tu propia identidad, con quien eres? Si es así, ¿piensas que el arte es transformador?

Belén Millán. Sin lugar a dudas. Lo veo en mi trabajo y me gusta verlo en el trabajo de otros artistas. En un entorno artístico en donde hay multitud de etiquetas y filtros a veces no llegamos a ver esa identidad detrás de la obra. A mí me interesa sobre todo el proceso y durante el proceso me gusta reflexionar y cuestionarme todo el tiempo. Es un proceso transformador quieras o no.

María Bueno. Referentes…

Belén Millán. Creo que hoy son, sobre todo, Anicka Yi, Diana Al Hadid, Petah Coyne, Jessica Segall, Judy Pfaff, Mary Mattingly, entre muchos y muchas más artistas.

Un colectivo y propuesta artística.

Belén Millán. Ecoartspace. Landarte.

-Un evento que te haya marcado.

Belén Millán. Vivir aislada en un bosque. Siempre he sido urbanita. Ni aprendí a montar en bici de pequeña. Siempre disfruté mucho y sigo disfrutando con el ambiente urbano. Después de vivir en Manhattan muchos años me fui a las Catskills de Nueva York, a lo alto de una montaña, donde en invierno para subir a casa tenía que ponerle el quitanieves al coche. Donde tenía que tener cuidado de que los osos no se metieran en casa o en el coche. Donde el supermercado más cercano estaba a media hora y los vecinos a kilómetros de distancia. Y aquella naturaleza era —es—, espectacular. De una fuerza e intensidad apabullante. Allí aprendí a mirar y a escuchar, y descubrí los ciclos de la naturaleza y las estaciones del año y comencé a trabajar con materia orgánica. Difícil de hacer en cualquier ciudad con la sobreestimulación a la que estamos expuestos, por mucho que nos aislemos en nuestras burbujas.

-Un comisario, espacio cultural y tendencia artística. 

Belén Millán. Uhmmm… se me ocurren varios en cada caso… Me encanta el Storm King Art Center. No me pierdo largos paseos para descubrir verdaderas joyas. El verano pasado fue la obra de Sara Sze, una delicia. Este verano traen la de Wangechi Mutu que me encanta también. 

-Una película, libro, canción y paisaje inspirador para tu obra.

Belén Millán. Gattaca, del director Andrew Niccol. El perfume, de Patrick Süskind. Cualquier canción de su majestad Bowie. El aire y su constante fluir.

Mortíferas. Esculturas orgánicas, 2019.

María Bueno. ¿En qué tópicos, idealizaciones y estereotipos crees que caemos cuando abogamos por una diversidad e inclusión que, en el fondo, no se termina de materializar? ¿Cómo podemos desactivarlos?

Belén Millán. El lastre cultural machista que arrastra la sociedad española es terrible. Son siglos de patriarcado de los que apenas estamos despertando. Los tópicos y los estereotipos en distintos niveles no me creo que ayuden. Son simplificaciones. Los estereotipos y las abstracciones nos separan y nos encasillan. Sobretodo y ante todo hay que hacer mucha labor pedagógica, profunda, sin simplificar los dilemas éticos y políticos del mundo actual.

Educar sobre feminismo y sobre minorías estigmatizadas. Educar, educar y educar para que las personas puedan comprender que hay que convivir con diversidad de creencias y de valores, aspirando a la equidad. Y por supuesto, también es fundamental legislar incansablemente en el ámbito local y estatal, buscando profundizar la democracia y ampliar los derechos de quienes estén en situación de desventaja, como es el caso de las mujeres. El palo y la zanahoria.

María Bueno. ¿Qué nos conecta a las mujeres creadoras en el contexto artístico español? ¿Qué crees que nos facilita acercarnos y unirnos?

Belén Millán. Bueno, me pregunto que nos conecta a todas las personas dedicadas al arte y a las mujeres creadoras en particular. Porque estamos en un sector en el que hay mucho por hacer y por cambiar, y cuanta más gente trabaje por ello, mejor. La precariedad en el mundo del arte es una realidad inaceptable y vergonzosa.

La sufren más las mujeres, pero nos afecta mucho a todos y a todas. ¿Cuántas personas artistas conocemos que puedan mantenerse a sí mismas y a sus familias solo con su labor? Necesitamos una ley del artista. Una ley de mecenazgo. Son temas prioritarios para que haya cambios estructurales. Las mujeres creadoras además nos enfrentamos con una serie de retos particulares, invisibilidad, prejuicios y puertas cerradas. Es un escándalo que seamos la mitad de la población, que las aulas estén abarrotadas de mujeres artistas, y se vea tan poca representación femenina en todos los campos del mundo artístico, sobre todo en el ámbito expositivo y museístico. Los datos en blanco y negro muestran una invisibilidad vergonzosa que tiene que cambiar… la mirada, el discurso, la presencia de la mujer es imprescindible en el mundo del arte para beneficio de la sociedad en su conjunto. ¿Qué nos impide acercarnos y unirnos? Eso me pregunto yo. Pues si las mujeres queremos unirnos nada ni nadie nos va a parar. Quizás el ego o la competencia entre nosotras mismas.

El cortoplacismo, la envidia, la ignorancia, la estupidez. No lo sé. No entiendo que entre las mujeres en general y entre los distintos grupos feministas en particular a veces se reste y no siempre se sume. 

Intervención en olivo milenario, 2020.

María Bueno. ¿Qué estrategias piensas que nos permiten paliar las necesidades y dificultades en dicho contexto actual?

Belén Millán. Pues ya me gustaría a mí tener una respuesta clara y concreta. De lo que estoy segura es de que es fundamental que las mujeres nos unamos y nos organicemos juntas para afrontar las dificultades que nos afectan a todas. Que es imprescindible que nos apoyemos, que en vez de dividirnos actuemos en conjunto. En mi vida desde temprano he tenido la suerte de vivir en primera persona el concepto de sisterhood. Siempre he encontrado mujeres referentes que me han estimulado, que me han empujado a seguir adelante, que me han apoyado, que han creado oportunidades para mi y yo lo he hecho y sigo haciendo con otras mujeres. Esa generosidad y amplitud de miras a nivel individual y colectivo es esencial para conseguir logros que nos beneficien a todas.

María Bueno. ¿Nos adelantas algo de tus proyectos venideros?

Belén Millán. Quiero seguir con la labor de activismo medioambiental en mi entorno directo donde hay tanto por hacer. Creo que es bueno que el arte salga de los museos y las salas expositivas de siempre para vivirse en espacios de nuestro entorno natural y patrimonio cultural que permitan establecer relaciones y contrastes que nos atrapen e involucren, que nos reten a reflexionar más allá del selfie del museo o esos ocho segundos que estamos parados delante de una obra de arte.

Para más información:
https://belenmillan.com/

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