LA ESPIGADORA. OTRO AÑO SERÁ
El Premio Príncesa de Asturias de las Artes sigue sin reconocer a ninguna artista visual, arquitecta ni cineasta española.
La lentitud de esta institución es tremenda. En 2018 criticamos la composición discriminatoria y sexista del jurado y después de alcanzar la paridad el pasado año, en esta edición XLIV ellas han sido mayoría en esa paridad.
También, tras más de una década de reclamaciones, incluso ante el Defensor del Pueblo, en 2021 conseguimos que Marina Abramovic fuera la primera artista visual internacional. Digo «conseguimos» porque estos pequeños logros simbólicos tienen una repercusión real para las mujeres en una sociedad igualitaria y luego son difíciles de revertir. A Abramovic, este año se suma la cineasta iraní Marjane Satrap, autora de Persépolis, en el Premio de Comunicación y Humanidades.
Quizás, para compensar el olvido de las artistas visuales españolas, este año la fotógrafa Cristina de Middel como presidenta de la agencia Magnum recoge el Premio Concordia. Pero no es lo mismo.
Vale. Seguiremos insistiendo.