Michelle (Hélène Vincent) y Marie Claude (Josiane Balasko) en Quand vient l´automne
CUANDO CAE EL OTOÑO, UNA PELÍCULA SOBRE LAS SEGUNDAS POSIBILIDADES
María José Aranzasti
Quand vient l´automne/Cuando cae el otoño es una película francesa que ahonda en la complejidad de las relaciones familiares en una casita situada en un pequeño pueblo de la Borgoña, un lugar que debería ser encantador, el de la campiña donde reina la tranquilidad del campo, pero en la que ocurren ciertos sucesos que rondan el thriller.
La película, estrenada en la Sección Oficial de la 72 edición del Festival de Cine de San Sebastián, obtuvo premio al mejor guión (Ozon y Philippe Piazzo) y mejor actor secundario a Vincent (Pierre Lottin).
Quand vient l´automne/Cuando cae el otoño es una delicia de película de 2024 sobre las relaciones tóxicas familiares y cómo a través de la destreza del director no se hace juicio de valor sobre ninguno de los personajes.
La sinopsis de la película: Michelle, una abuela en plena forma en todos los aspectos, vive una jubilación tranquila en un pueblecito de Borgoña, donde también reside Marie-Claude, su mejor amiga. El Día de Todos los Santos, su hija Valérie viene a verla con la idea de dejarle a su nieto Lucas durante la semana de vacaciones escolares. Pero nada ocurrirá como estaba previsto.
Nos sorprende para bien que Francois Ozon, director de cine con una larga y exitosa trayectoria se haya atrevido a colocar a actrices mayores como protagonistas principales, a Michelle (Hélène Vincent) y a Marie Claude (Josiane Balasko), cuestión que no se suele dar en absoluto en el cine actual contemporáneo. “Lo que realmente me apetecía, afirma el director era filmar a actrices entradas en años, enseñar la belleza de las arrugas en sus rostros, producto del paso del tiempo y de su experiencia vital. Me asusta ver hasta qué punto es algo que desaparece en nuestra sociedad y en las pantallas de cine y televisión. Tenía ganas de filmar a actrices de 70 y 80 años que aparentan su edad y la asumen sin trucos”.
Podríamos hablar de una tragicomedia en la que Michelle, una aparente encantadora jubilada está envuelta en unas relaciones familiares tóxicas. Una simple comida de setas desencadena las dudas sobre la intención de autoría de nuestra protagonista Michelle. El director François Ozon parte en la película de una anécdota vivida por él en su infancia cuando tras una comida familiar todos los comensales acabaron en el hospital y este hecho de la intoxicación por las setas hace empeorar todavía más las malas relaciones con su hija Valérie (Ludivine Sagnier).
Michelle representa a una resiliente, una abuela jubilada que siempre va por delante y que busca nuevos vínculos familiares fuera de los lazos de ésta.
La película habla de la familia, de esas malas relaciones de la protagonista con su hija y el director apunta a que, fuera de los vínculos familiares se pueden crear otros “y poco a poco, en la medida que la película avanza, explicaba François Ozon en la rueda de prensa del Festival de Cine de San Sebastián, Michelle se decide a crear un nuevo cascarón familiar”. Porque no sólo los lazos familiares son necesarios, se puede buscar una familia fuera de la misma y la familia que uno se busca fuera de los vínculos de sangre pueden ser mucho fuertes que los biológicos, tal como explica François Ozon.
Quand vient l´automne parte de una anécdota vivida en la infancia de François Ozon en la que después de una comida familiar, los comensales acabaron en el hospital.
También habla la película Quand vient l´automne de la muerte, al igual que en otras películas de Ozon como Sous le sable, 2000, Le temps qui reste, 2005, Tout s´est bien passé (2021), etc.
Otro de los temas que le interesan al director es el del duelo tras perder a un ser que se ama y es por ese camino, el del fallecimiento y por las circunstancias en las que se produce que la película acarrea unas connotaciones perturbadoras que siente el espectador. Es ese camino, el que emprende Michelle el que le atrae a François Ozon y por eso reconoce que realizó diversas versiones para no desvelar acontecimientos. “Hay muchas cosas que decidí no mostrar y no guardar en el montaje apunta el director, quería contar también con la inteligencia del espectador porque es el que tiene que imaginar e interpretar porque la película también gira sobre lo no dicho”.
Tanto Hélene Vincent como Josiane Balasko son además de reconocidas actrices, directora teatral, directora de cine y guionista. El personaje de Michelle es complejo y muy interesante, no son abuelitas maravillosas per se, tienen un recorrido personal propio que es intrincado y en el que el director no hace ningún juicio de valor, como por ejemplo en el pasado que comparten las dos protagonistas que es uno de los motivos de los problemas de la relación de Michelle con su hija Valérie (Ludivine Sagnier) casi de odio por parte de esta última y del hijo de Marie Claude, Vincent (Pierre Lottin) que sale de la cárcel, no sabemos por qué motivo estuvo pero la relación con su madre es afectuosa.
Vincent (Pierre Lottin), que tuvo un premio como actor secundario,
aquí en esta escena de vuelta a casa, al salir de la cárcel.
Para Hélène Vincent, su personaje le llenó de entusiasmo y de emoción porque es muy raro tener un personaje tan sutil para interpretar con esta edad. “Me impregné, apuntó en la rueda de prensa, de lecturas muy profundas del guion, me lo aprendí de memoria y poco a poco, sin querer, el papel de Michelle me poseyó y también tuve unos compañeros de viaje fantásticos como lo es Josiane Balasko, que hasta entonces no nos conocíamos y todo en la película fue un regalo”. Marie Claude para ella es su gran amiga, su confidente. Entre ellas existe una gran comunicación porque se lo cuentan todo. Michelle siempre va por delante, Marie Claude la sigue.
Ludovine Sagnier, que interpreta a Valérie, es la cuarta vez que trabaja como actriz par François Ozon.
Para Ludovine Sagnier, Valérie en la película es la cuarta vez que trabaja con François Ozon como director en un personaje totalmente diferente a los ejercidos con anterioridad. “El personaje de Valérie, comenta la actriz es muy complejo porque de inmediato es un personaje que no a provocar empatía, no siempre es fácil interpretar un personaje cuando se le juzga”.
La película habla también del perdón, un perdón que en el caso de Valérie con su madre no se realizará hasta después de su muerte y con ella, con su muerte, su madre aunque sea contradictorio se sentirá finalmente aliviada.
Esta relación tóxica con su madre proviene de haber estado en un hogar y entorno fallidos, marcada siempre por todo lo que le faltó en una infancia difícil y que implica en la actualidad el que sea incapaz de ocuparse bien de su hijo Lucas.
En cuanto al personaje de Vincent, el espectador siente cierto peligro que emana de él y como dice Pierre Lottin no tiene bien aprendido el concepto del bien y del mal.
La muerte de Valérie y las circunstancias extrañas envuelve la película en un thriller, a la vez que las segundas oportunidades hacen emprender el futuro de manera diferente. En el otoño y en el otoño de la vida Michelle es una persona que va por delante de todo, no tiene ninguna culpabilidad a diferencia de Marie Claude que sí la tiene por ese pasado de haber ejercido la prostitución que ambas comparten.
Para François Ozon, Michelle tiene una férrea voluntad de seguir sobreviviendo, ella prefiere pasar sobre las cosas, “prefiere dejar el polvo bajo la alfombra, como dice Ozon, es heroica a la vez que monstruosa. Ella elige la vida, sobrepasa las dificultades”. La madre y la hija se reconciliarán finalmente a través del fantasma de la hija, cuando este aparece.
En cuanto al tema de la prostitución el director indagó sobre la situación de muchos hijos en Francia con madres que habían ejercido la prostitución. Muchos de ellos tenían un rechazo total hacia sus madres, otros abogaban por la comprensión porque consideraban a sus madres víctimas de la sociedad. En la película Valérie no acepta este pasado mientras que Vincent lo ha asumido sin problemas. En Francia, señalaba François Ozon, las prostitutas no tienen seguridad social y no tienen pensión por lo que es complicado llevar una vida digna al final de sus vidas.
El niño Lucas juega un papel esencial en la película y él también prefiere asegurar su cascarón familiar mientras que el espectador se pregunta muchas cosas sobre Lucas, de lo qué sabe y no sabe, de vuelta a las cosas no dichas. Lucas opta por el amor hacia su abuela, también al amor hacia Vincent que viene a ser como una sustitución a su verdadero padre que reside en Dubai aunque esté relacionado con la muerte de su madre.
El papel de la Capitana de policía interpretado por Sophie Guillemin también es genial porque cuando vuelve a la casa de Michelle y comprueba el ambiente hogareño y cariñoso en el que se desenvuelven Michelle con su nieto tampoco se atreve a destruir ese hogar que han tejido contando también la colaboración de Vincent. Estamos ante las segundas oportunidades: ante un pasado con dificultades se puede tener de nuevo un futuro y una nueva vida, como la que emprende Vincent con el dinero que le ha dado Michelle para que pueda abrir un bar y anteriormente con el oficio de jardinero por el que Michelle le paga.
La música original está compuesta por Sacha y Evgueni Galperine y la canción que se canta en el bar de Vincent “Aimons nous vivants” de Francis Valéry cuyo estribillo es:
“Aimons-nous vivants
N’attendons pas que la mort nous trouve du talent
Aimons-nous vivants
S’il faut danser, je veux danser maintenant
Aimons-nous vivants”.
Una canción que dice mucho de la resiliencia y poder de nuestro personaje de Michelle como mujer, abuela y persona.
François Ozon es uno de los directores importantes en el panorama del cine francés e internacional.
Duración de la película: 102 m
Distribución en España: LAZONA Pictures y Caramel Films