¿La unión hace la fuerza?
En 2014 se reunía la recién fundada Mesa sectorial de arte contemporáneo, con la representación estatal de asociaciones de todos los sectores: la UAAV Unión de Asociaciones de Artistas Visuales, AVeR Artistas Visuales en Red, ADACE Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España, Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, FEAGC Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales, 9915 Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo, Consejo de Críticos y Comisarios de Arte Contemporáneo, Sociedad Española de Estética y Teoría de las Artes; más dos asociaciones interprofesionales: IAC Instituto de Arte Contemporáneo y MAV Mujeres en las Artes Visuales que, de hecho, en su día nacieron con la voluntad de sumar y unir fuerzas para la defensa de las buenas prácticas, el cumplimiento y la mejora de las leyes que regulan la gestión del arte –desde la educación al legado patrimonial–, y la promoción de la excelencia, bien entendida, en todos los ámbitos de la creatividad y la cultura visual.
Como ya ocurriera en el documento Estrategia para las artes visuales (2011) respaldado entonces por la mayoría de asociaciones, al incluir a MAV, el sector reconoce la desigualdad existente en nuestro sistema del arte desde la perspectiva de género, que se concreta en la discriminación sexista desde los contenidos educativos a la falta de igualdades, presencia y relevancia otorgada a las mujeres. Un reconocimiento común en este nivel asociativo coherente con el conocimiento de los porcentajes muy desequilibrados en cualquiera de los indicativos utilizados para analizar nuestro sistema del arte, pero que, sin embargo, después de cinco años desde la constitución de MAV (el 9 de mayo de 2009) no se ha plasmado en cambios efectivos en el funcionamiento protagonizado por las mujeres y hombres que trabajamos y decidimos día a día: por el contrario, como en otros sectores, la crisis ha tendido a precarizar aún más la situación de artistas, gestoras, críticas y comisarias, investigadoras, etc., confirmando que solo la complicidad de quienes sí estamos sensibilizad@s puede cambiar la inaceptable situación actual.
m-arteyculturavisual surgió para visibilizar obras, reflexiones y gestiones, inercialmente relegadas en otras publicaciones. Pero también para lanzar puentes, establecer diálogos, fomentar sinergias e impulsar complicidades sobre la base del conocimiento del trabajo de sensibilidades compartidas.
Si es verdad que “la unión hace la fuerza”, al margen de la sordera de las administraciones del Estado, el incumplimiento sistemático del Artículo 26 de la Ley de Igualdad de 2007 y la ceguera del mercado, esas complicidades deberían ser realmente eficaces. En su vocación artivista, m-arteyculturavisual hace un llamamiento para revertir la precariedad en un nuevo reparto en proyectos y contratos. Una transformación profunda de las reglas del juego, también reclamada por lector@a y públicos, para que el arte vuelva a alinearse con los valores democráticos de igualdad, justicia y libertad para tod@s.
Rocío de la Villa