CATACLISMO

LA IMPOSTURA DE ANA LAURA ALÁEZ

LA IMPOSTURA DE ANA LAURA ALÁEZ EN MOISÉS PÉREZ DE ALBÉNIZ

 

“Una mujer está obligada a demostrar todos los días de su vida, que es una artista”.

 “Transmitir que la diferencia es belleza. Mi historia es una historia que se repite. Para mí y para muchas personas el arte es cuestión de subsistencia”.

 “Eso que para los demás era impostura, para mí era arte”. (Ana Laura Aláez)

 

María José Aranzasti

 

La artista multidisciplinar Ana Laura Aláez (Bilbao, 1964) vive y trabaja, desde hace poco tiempo, en un pequeño pueblo de Mallorca, alejada del mundanal ruido y se ha adentrado de nuevo en la vuelta al dibujo y a la escritura. La exposición Impostura abre la temporada en la galería Moisés Pérez de Albéniz y se adentra, una vez más, en la temática del cuerpo femenino, de su presencia y ausencia. La artista se retroalimenta de su propio trabajo, vuelve una y otra vez a planteamientos, piezas, fotografías de obras anteriores. En definitiva, su trabajo no deja de ser siempre una parte de su biografía, una manera de conocerse y de indagar en su propia identidad.

Ana Laura Aláez es una de las artistas con gran reconocimiento internacional; ha obtenido recientemente el Premio Gure Artea 2013, otorgado por el Gobierno Vasco a toda una trayectoria artística junto a otras dos mujeres, la investigadora e historiadora Adelina Moya y la artista June Crespo, y su obra se encuentra en importantes colecciones y museos.

“Expresarme con lo que tenía a mano cambió el rumbo de mi vida», explica la artista: «La sociedad me trataba de impostora porque mi estética no se correspondía con el entorno. Incluso aquellos con ideología liberal te intentaban ridiculizar. Cada vez que leo sobre personas que han dedicado mucho tiempo a su atuendo, se leer entre líneas. El anhelo hedonista estaba ahí también. Siempre he trabajado desde el deseo”.

En su escrito de presentación de esta exposición la artista define la palabra Impostura y da unas pautas al espectador para que se sumerja en su mundo artístico, al mismo tiempo que indica unos referentes clave, de otros artistas, sobre todo mujeres artistas que le han valido como referente, punto de partida o fascinación. Ellas son: Maruja Mallo, Martha Graham, Hannah Wilke, Ana Mendieta, Francesca Woodman, Carolee Schneemann, Eva Hesse, Louise Bourgeois, Kiki Smith y Marina Abramovic, entre otras. Mujeres artistas todas ellas que trabajaron en un momento muy fecundo de la historia del arte.

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Ana Laura Aláez, Lazos de sangre (reconstrucción), 2014. 7 xilografías.

Lazos de sangre (Reconstrucción) es una pieza verdaderamente atractiva y sugerente que consta de unas xilografías en donde la plancha de madera, pintada de rojo, hace sobresalir unas gruesas líneas de vacío, las blancas del propio papel, con una sugerente textura. Colocadas con una cadencia rítmica, que se rompe y vuelve a continuar, una y otra vez estas arterias, como si fueran las de la circulación del cuerpo o podrían también ser cabellos, hablan de los lazos, de los sentimientos que las personas construimos con la familia que formamos, con los amigos o con las personas más queridas de nuestro entorno.

IMG_0172-e1410945994979Ana Laura Aláez, Desplazamiento, 2014.

La artista inscribe esta vuelta al dibujo argumentando que la escultura le ha dado unas pautas muy marcadas, una comunicación más rápida con el material y su experimentación. La obra Lazos de sangre se relaciona directamente con la escultura Desplazamiento, presente en la exposición, de veta constructivista, una lucha de opuestos en una línea más conceptual. Esta obra mantiene a su vez también relación con la obra anterior Sombra de ojos (1999).

La obra Impostura se asemeja a un sudario, a una Faz y está colocada en la pared manteniendo estas características, narrando de alguna manera la evanescencia. La instalación se completa con un charco de cadenas, a modo de cabellera, que la conforma como pieza escultórica. También mantiene una clara relación con la obra anterior La cortesana (1992) y Mujeres sobre zapatos de plataformas (1993).

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Ana Laura Aláez, Trayectoria (Like Gold and Faceted 1-4), 2014

Las esculturas colgantes, Trayectoria (Like Gold and Faceted 1-4) hablan de nuevo del tabú sobre la representación de los genitales femeninos. La artista se inspira en los trabajos de Hannah Wilke, en concreto las pequeñas obras que realizó esta artista en 1974, las denominadas SOS. Starification Object Series, pequeñas vulvas realizadas con chicle que la artista se colocaba por su cuerpo. La artista recuerda que en una beca de viaje a Nueva York en 1992 pudo conocer en una galería las obras fotográficas de Hannah Wilke, toda una revelación para una joven artista, realizadas con tan poco material, tan pequeño e insignificante, tan innoble como el chicle, para conseguir una obra potente. “Ahora lo sé, dice Ana Laura Aláez, mi interior está donde yo decida”.

“En mi caso, el arte es una huida», afirma Ana Laura: «Aspiraba a una sexualidad hedonista, estética y experimental. Esto no era un asunto que se tratara socialmente. Mi pulso ha sido el deseo. Ha pasado mucho tiempo para asumir que el cuerpo es político… Es mi trayectoria lo que me da una perspectiva feminista aunque haya rehuido del término. Mi conclusión es que hay muchas clases de feminismo y todas las luchas, individuales y colectivas, confluyen en la libertad”.

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Ana Laura Aláez, Trayectoria (Like Gold and Faceted 1-4), 2014

Las esculturas Trayectoria (Like Gold and faceted 1-4) están realizadas con una aleación de aluminio que permite una gran flexibilidad. A partir de unas piezas en metal, doblándolas en la fundición, se convirtieron en este material tan dúctil, en donde la representación de los genitales femeninos se manifiesta de manera rotunda, en forma de pliegues. Las esculturas son de formas contundentes e impactan por su carácter agresivo, quizás más por la barra que las atraviesan y la forma de colgarlas con una polea industrial, vieja, en contraste con la pátina de espejo, con ese fulgor del aluminio que aporta a la escultura luminosidad, destellos y brillantez. En la obra de Ana Laura, como ella misma expresa, “siempre están luchando dentro de mí las formas acabadas y pulidas y lo más turbio”. Por eso esa conjunción de formas bellas, centelleantes, luminosas, de esa estética tan pulida al que se contrapone el efecto de la grúa, de lo industrial, y que recuerda a la carne expuesta, colgada en el matadero como si fueran cuerpos crucificados o martirizados, que evocan sin duda a las obras de Bacon.

Las piezas que son estéticamente bellas, bien acabadas, pulidas, perfectas se conjugan con esa otra estética de lo feo y turbio. “Es importante tu propia estética, cómo te presentas en el mundo. Maquillar tu rareza para que te acepten”, señala con énfasis Ana Laura. En este sentido me traen al recuerdo sus piezas con espejos Lipsticks y Sade, ambas de 1999, y Creative Powder y Shiva, ambas también de 2001.

IMG_0351Ana Laura Aláez, Perseverancia, 2014

En la obra Perseverancia hay otra vuelta al pasado. “A mostrar esa vulnerabilidad, comenta Ana Laura, que es el motor que te hace expresar en el arte; debes ser fuerte para expresar esa vulnerabilidad”. Las piernas prótesis de Louise Bourgeois están muy presentes en esta obra. Ana Laura sacrifica sus botas, son las que usaba y las que le encantaban, además las saca de su propio armario. Hay una clara contundencia, de insistencia, de “aquí estoy”, pisando fuerte, para que se vea claramente el recurrir a una misma, otra vez más, y a revisitar de nuevo otras obras anteriores como las de la serie Mujeres sobre zapatos de plataformas (1993). A Ana Laura le interesa sin duda “todo el proceso de reconocerse en el propio cuerpo”.

“Quería huir de mi realidad. Quería hacer mi propio proceso de demolición del mundo de los otros que con seguridad no era el mío, asegura la artista. Empezar desde cero. El único instrumento posible era canalizar los hechos a través del arte. En este punto, creo que la sensación de que no tienes nada que perder, puede ser el mejor impulso creativo. La meta no es conseguir escalar en la sociedad, que te reconozcan, la meta es conseguir que no esperes a que los demás te acepten, que primero te enfrentes a tu propio espejo, a tu propio combate. Que ejerzas tú misma la cualidad de crítica y juez”.

Perseverancia, con esta malla roja que asciende imparable por el hueco de la galería Moisés Pérez de Albéniz, nos hace hacer también un recorrido por otras piezas de la artista mencionadas anteriormente y que forman parte también de su propia biografía.

Fuera de la exposición, en uno de los despachos se encuentra Loba, una escultura en bronce, de una tirada de 3 que recuerda a su vez a Anillo (1993) y que de alguna manera hace un guiño a la escultura oteiziana de la desocupación de la esfera y del vacío. De nuevo la reiterada representación de los genitales femeninos.

Visitar la página de Ana Laura Aláez: http://analauraalaez.com/wordpress/

Folleto de la exposición Impostura de Ana Laura Aláez en PDF: Alaez_09092014

 

Ana Laura Aláez, Impostura, Galería Moisés Pérez de Albéniz, C/ Doctor Fourquet 20, Madrid. Del 11 de septiembre al 8 de noviembre de 2014.

 

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