UNA CHARLA CON LA ORTIGA COLECTIVA
María Bueno
María Bueno. Dadnos unas breves pinceladas de quiénes sois y a qué os dedicáis. ¿Cómo llegasteis al mundo de la gestión, cultura y compromiso bajo forma de red comunitaria?
La Ortiga Colectiva. La Ortiga Colectiva es una asociación cultural sin ánimo de lucro que nace a finales de los años 90 en Cantabria. Editamos la revista de arte, literatura y pensamiento La Ortiga, organizamos talleres itinerantes sobre antropología, artes experimentales y agroecología, encuentros culturales, exposiciones, formación y paseos. Somos un colectivo intergeneracional, con perfiles formativos diversos lo que nos permite tener una visión interdisciplinar de las propuestas que planteamos.
Actualmente trabajamos desde diferentes perspectivas y dinámicas las relaciones campo-ciudad. Nuestra actividad cultural en contextos rurales nace en el valle de Campoo (Cantabria) en 2005, especialmente relacionada con procesos participativos, diálogo de saberes, patrimonio cultural inmaterial, soberanía alimentaria, espacios y prácticas comunales, ciencias sociales y artes experimentales.
En realidad, siempre hemos trabajado como asociación, somos un grupo de personas que compartimos una manera de estar en el mundo, donde proponemos proyectos y participamos en función de aquello que nos llama la atención en un momento dado, que nos interesa o que simplemente nos apetece. Creemos que la cultura comunitaria, la cultura entendida como red (también de apoyos mutuos) es la base para sostener en el tiempo un proyecto como La Ortiga Colectiva que traza muchas conexiones entre culturas, amistad, familia, tiempo, resistencia y alegría.
María Bueno. ¿Nos explicáis acerca de vuestros intereses y cómo los vinculáis al terreno vital y profesional?
La Ortiga Colectiva. En La Ortiga Colectiva existen diversidad de intereses y focos de atención pero nos gusta resumir nuestra actividad en torno a diferentes “imaginarios” o espacios de reflexión y disfrute que resumimos en: ruralidades, antropología, agroecología, artes, feminismos, pensamiento, poesía y literatura. Todos estos focos están alineados con perspectivas críticas desde las que nos gusta mirar, acercarnos a los temas y a las prácticas.
Creemos que lo que proponemos está vinculado a la vida en sí, no separada de ella, sino que va a la par, por eso los ritmos se adaptan, es decir, si hay que parar se para y luego se retoman proyectos, ideas, etc. La revista es un claro ejemplo, la editamos cuando podemos, cuando tenemos el tiempo para recopilar y contar lo que estamos haciendo, no es el eje vertebral como en etapas anteriores, ahora es una publicación que se ha tenido que adaptar a la vida, nuestras familias y tiempos de descanso.
María Bueno. Entre los proyectos que habéis realizado, ¿cuáles han sido importantes y decisivos? ¿A qué tipo de proyectos o propuestas les diríais sí sin pestañear?
La Ortiga Colectiva. A lo largo de los años, resumiéndolo mucho, creemos que ha habido tres líneas de propuestas decisivas. La primera sería la revista La Ortiga que cuenta en la actualidad con 134 números editados y otro en camino, edición por la que han pasado muchas personas que admiramos y nos han ayudado a pensar más y mejor, a disfrutar, a soñar. La segunda el espacio gastronómico-cultural La Casa de Fresno (2005-2015) que fue una apuesta profunda por la alimentación agroecológica km0 y por la perspectiva rural. En tercer lugar, cualquiera de nuestros talleres itinerantes, la idea de itinerancia en sí que siempre nos ha seducido y que creemos que es algo imprescindible.
A proyectos que trabajan desde una perspectiva de cultura comunitaria, aquellos que reivindican espacios de resistencia, que tienen una perspectiva situada de lo que hacen y cómo.
María Bueno. ¿Nos habláis de vuestros proyectos ligados a las mujeres en el entorno rural, la antropología, artes, agroecología, feminismos y pensamiento?
La Ortiga Colectiva. Parte de nuestros talleres tienen el objetivo de trabajar con la población local de mujeres de distintos valles de Cantabria (también de otras comunidades cuando nos llaman). La idea poner en el centro sus experiencias, conocimientos y prácticas desde una perspectiva feminista situada. Trabajamos junto a ellas diferentes temáticas: patrimonio inmaterial, saberes campesinos, perspectiva de género, memoria, agroecología, etc. Trabajamos estos procesos incorporando metodologías colaborativas basadas en dinámicas de grupo horizontales y abiertas para fomentar la participación activa entre las asistentes.
Siempre hemos defendido que las mujeres han sido el motor de los cambios a medio y largo plazo en las zonas rurales (y lo siguen siendo en nuestros días), son las más participativas en todo tipo de actividades culturales, artísticas o agroalimentarias por poner algunos ejemplos. No siempre se reconoce su papel vertebrador en las comunidades rurales por eso creemos que es importante trabajar estos procesos abajo-arriba junto a ellas. En muchas ocasiones, surgen todo tipo de demandas a las instituciones (mejoras en el transporte público, más centros sociales o deportivos) y nosotras hacemos esta mediación. Solemos documentar y recoger información en cada taller para posteriormente incorporar procesos y conclusiones a nuestra revista La Ortiga.
María Bueno. ¿Establece vuestra línea de trabajo una conexión con quienes sois y de dónde venís? Si es así, ¿Son el arte y la cultura transformadoras?
La Ortiga Colectiva. Cada historia de vida es diferente y no podríamos generalizar (muchas personas, lugares de origen y sensibilidades), pero sí que creemos que tenemos un sentido y una práctica situadas en cada uno de los proyectos que realizamos. Hay diferentes etapas en el colectivo, pero siempre procuramos incorporar una mirada de género, feminista y ecologista, abierta a la cultura crítica, a la resistencia, a mirar en otros lugares y de forma distinta como diría Hélène Cixous.
Creemos que el arte y la cultura pueden ser transformadoras o todo lo contrario, diríamos que la perspectiva es la realmente transformadora: cómo se plantean los procesos, para qué, junto a quiénes, cómo se narran, a quiénes apela… En nuestra opinión es siempre sugerente el extrañamiento que el arte o la cultura pueden motivar, el hacerse preguntas sobre tus propias prácticas o creencias, situarse en otros lugares para poder pensar(se) de manera diferente.
Taller de mapeo colectivo, 2023.
María Bueno. Referentes… Dos artistas/artivistas.
La Ortiga Colectiva. Seila Fernández Arconada y Lucía Loren.
María Bueno. Un colectivo y propuesta artística.
La Ortiga Colectiva. El Cubo Verde y el documental colaborativo Red Difusa.
María Bueno. Un evento que os haya marcado.
La Ortiga Colectiva. Mudarnos de la ciudad al campo hace casi 20 años.
María Bueno. Un comisario y espacio cultural.
La Ortiga Colectiva. Librería La Vorágine (sin comisarios).
María Bueno. Una película, libro, canción y paisaje inspirador.
La Ortiga Colectiva. Película: podríamos decir muchas, pero por cercanía con nuestro trabajo en comunales y ruralidades: Alcarrás y As bestas. Libro: Maneras de estar vivo. La crisis ecológica global y las políticas de lo salvaje (Baptiste Morizot). Canción: Como ha llovido que hasta los naranjales han florecido (popular). Paisaje inspirador: cualquiera de la alta montaña campurriana (Cantabria).
Taller de collage, 2022.
María Bueno. ¿En qué tópicos, idealizaciones y estereotipos crees que caemos cuando abogamos por una diversidad e inclusión, en el panorama artístico español, que no se termina de materializar?
La Ortiga Colectiva. Creemos que el panorama artístico no es diferente a otro en este sentido. La diversidad e inclusión de la que hablamos normalmente se materializa como algo exótico o minoritario, tantas veces cayendo en el prejuicio o la reducción simplista de la idealización. Como sabes, no somos expertas en el panorama artístico español, nuestro acercamiento a las artes experimentales parte de las prácticas colaborativas y del arte como elemento de expresión y mediación comunitaria. Un proceso más que un fin, una posible vía (entre otras muchas) para compartir, reflexionar, comprender, criticar o simplemente disfrutar. En este sentido, esta misma idea del arte que comentamos es tantas veces despreciada por otras concepciones donde el arte se convierte en un elemento de distinción social, estatus, mercancía o poder.
Residencia Pensamiento Crítico. 2023.
María Bueno. ¿Qué estrategias pensáis que nos permiten paliar las necesidades y dificultades en dicho contexto?
La Ortiga Colectiva. Si queremos abrir espacios hay que abrir primero las mentes y las políticas para que realmente exista un diálogo entre culturas y propuestas diferentes. Y las instituciones tienen la obligación de recoger esa diversidad más allá de lo políticamente correcto que es una manera muy cómoda de que todo se mantenga como estaba y que nada cambie. Creemos además que la propia precariedad de las y los trabajadores del arte les sitúa en un lugar tantas veces vulnerable, dependiendo de subvenciones para poder desarrollar su trabajo.
Tendríamos que tomarnos en serio la necesidad de recuperar espacios para el arte, no sólo en la escuela primaria, sino la posibilidad de que acompañe la formación en otras etapas de la vida, ¿por qué dejamos de dibujar, de tocar instrumentos, de crear con las manos a medida que crecemos? Por otro lado, cultivar al arte comunitario, la expresión artística como proceso colaborativo y colectivo nos parece una manera muy potente de mediación cultural y de manera de estar en el mundo.
Foro Itinerancias, 2023.
María Bueno. ¿Nos adelantáis algo de vuestros proyectos venideros?
La Ortiga Colectiva. Siempre tenemos algo cocinándose a fuego lento y otros proyectos más inmediatos. A medio largo plazo, estamos preparando una biblioteca rural y un archivo que llevará el nombre del que fuera director de La Ortiga entre 1996 y 2015, el antropólogo, editor y poeta Antonio Montesino (1951-2015). La idea es poder realizar estancias de investigación, creación y pensamiento crítico con investigadores de todo el mundo en distintas disciplinas (antropología, arte, ecología política, sociología, filosofía, literatura…).
Para el curso que viene tenemos ya previstos un par de proyectos, un nuevo ciclo de Itinerancias, una formación conjunto para personas que trabajan desde la cultura en ámbitos rurales y, por otro lado, un ciclo de encuentros, debates y talleres en torno a la idea de compartir saberes (campesinos, académicos…) a partir de distintas temáticas (ruralidades, arte, cultura, ecología…) y formatos (cine, literatura, pensamiento…).
Para más información:
www.laortigacolectiva.net